
Aceite de ricino: cómo lograr pestañas más largas y cejas definidas de forma natural
El aceite vegetal favorito de dermatólogos para fortalecer pestañas y cejas sin procedimientos invasivos está ganando terreno
Lograr pestañas más densas y cejas con efecto laminado natural es una tendencia en auge, especialmente entre quienes buscan resultados visibles sin depender exclusivamente de tratamientos químicos o procedimientos estéticos. En ese contexto, los aceites vegetales han conquistado a dermatólogos, cosmetólogos y usuarios por igual, gracias a su capacidad para nutrir, fortalecer y mejorar la apariencia del vello facial.
Entre ellos, el aceite de ricino se ha convertido en un imprescindible en rutinas nocturnas de belleza y cuidado capilar. Su perfil nutritivo y buena tolerancia lo posicionan como uno de los aliados naturales más efectivos para quienes desean pestañas más fuertes y cejas saludables después de tratamientos como la laminación.
Beneficios destacados del aceite de ricino
- Fortalece y reduce la caída: Nutre el folículo piloso, ayudando a mantener vellos más resistentes y menos quebradizos.
- Promueve mayor densidad: Su aplicación constante puede incentivar un aspecto más lleno y definido.
- Hidrata profundamente: Su textura densa protege frente a la resequedad y mejora el brillo natural.
- Ideal post-laminación: Rehidrata las cejas después del tratamiento, manteniendo su flexibilidad y suavidad.
Importante: aunque mejora la textura y salud del vello, el aceite de ricino no genera efecto laminado por sí solo; ese acabado requiere geles fijadores o tratamientos profesionales que moldean y fijan el vello.
Cómo aplicarlo correctamente
Aplicar unas gotas con un cepillo limpio para pestañas y cejas.
En pestañas: usar solo en el vello, evitando la línea del ojo para prevenir irritaciones. Dejar actuar toda la noche y retirar el exceso por la mañana.
En cejas: peinar suavemente siguiendo la dirección del crecimiento para que el aceite alcance la piel y los folículos.
Los especialistas recomiendan suspender el uso si aparecen molestias o irritación, y evitar la aplicación excesiva para prevenir obstrucciones o infecciones como la blefaritis, una inflamación del borde de los párpados, justo donde nacen las pestañas, que puede producir ligera hinchazón, picazón y ojos llorosos o secos.
Además del aceite de ricino, otras opciones vegetales como coco, jojoba, romero y almendras pueden integrarse en la rutina para potenciar hidratación, brillo y densidad, según las necesidades de cada piel.
Combinar estos aceites con productos fijadores o laminación profesional permite obtener resultados estéticos visibles, mientras se preserva la salud del vello, la piel y los folículos.
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