Congeladores para vacunas Pfizer
Un trabajador pasa frente a una línea de congeladores para almacenar vacunas contra la COVID-19 en la plantas de la farmacéutica Pfizer en Puurs, Bélgica.PFIZER-Reuters

La vacunación exige condiciones que aún no existen en Ecuador

Los anuncios del Gobierno causan dudas en la academia. Falta logística para almacenamiento y transporte; y capacitar al personal médico y población

Un programa de vacunación masiva requiere, entre otras cosas, de indispensables aspectos logísticos como el transporte y almacenamiento a gran escala del producto; así como de la capacitación previa del personal médico y de la población sobre la forma de conservar, manejar y aplicar el fármaco.

En Ecuador aún no existen esas condiciones y requisitos, pero el Gobierno ya ha anunciado que en enero de 2021 iniciará una campaña de vacunación -que pretende inmunizar a 9 millones de personas- y que empezará con el personal médico y los adultos mayores.

De allí que científicos locales duden de la factibilidad de esos anuncios si no se cumplen antes las condiciones para ello.

La bióloga y máster en Medicina Molecular, Damaris Intriago, recuerda incluso que, en la práctica, no existe una vacuna cuyo proceso haya llegado al de revisión por pares y la respectiva publicación científica.

El DetalleLa OMS tiene registradas 162 candidatas a vacuna contra la COVID-19, de las cuales solo 13 han llegado hasta ahora a la tercera fase.

No es un detalle menor o un simple protocolo. Es parte de la seguridad que debe ofrecer un fármaco y de la información que deben conocer los respectivos organismos de salud de los países para aprobar su uso. Al respecto, se pregunta qué entidad de Ecuador asumirá esa tarea y si está preparada para ello.

La catedrática de la maestría de Biomedicina de la Universidad SEK, dice que las autoridades de Salud deberían al menos pedir con anticipación la información científica de sus productos a las farmacéuticas.

El martes pasado, Reino Unido empezó la vacunación de su población con el fármaco producido por Pfizer, aprobado por su autoridad de Salud. Es el mismo fármaco que el ministro de Salud de Ecuador, Juan Carlos Zevallos, anunció como el primero que llegará en enero a nuestro país, en un primer lote de 50.000 vacunas.

Como se ha informado, es un producto que requiere una conservación a 70 grados centígrados bajo cero. De allí que países que cuentan con recursos económicos, en medio de la pandemia libran una guerra silenciosa por la adquisición de grandes congeladores para almacenar las millonarias dosis. Zevallos no ha indicado si Ecuador cuenta con ese tipo de almacenamiento especial ni si la capacidad es suficiente.

Vacuna
Según Moderna, el análisis de eficacia del estudio de fase 3 de la vacuna incluyó a 30.000 participantes con una eficacia del 94,1%.Canva

El médico y PhD en Inmunología, Manuel Baldeón, acota que aparte de ese elemento logístico para ese producto, es indispensable también la educación del personal médico.

Se refiere a su capacitación en el manejo del fármaco y su aplicación. Como ejemplo, anota que las dosis suelen venir en paquetes de 10. “Si usted abre una, significa que ya debe tener a diez personas en fila listas para recibirlas, porque ya no las puede volver a guardar”.

Para el también director del Centro de Investigación en Biomedicina de la Universidad Técnica Equinoccial (UTE), otro aspecto de la logística es cómo y quién evaluará la efectividad de la vacuna. Quién hará el seguimiento a las personas que la reciban hasta la siguiente dosis que debe ser dentro de los siguientes 21 días.

Recuerda también que el Gobierno ha anunciado que esperan adquirir distintas vacunas, lo que implicará una capacitación sobre cada una.

Por la misma razón, cree necesaria una campaña de educación e información a la población para evitar confusión o reticencia a vacunarse.

Es necesario educar al personal médico y a la población para evitar confusión y dudas.

Manuel Baldeón, PhD en Inmunología

Intriago advierte del riesgo de que, la falta de información oportuna, o peor aún, ofrecer una información equivocada, no solo genere confusión sino que sea aprovechada por los grupos antivacunas.

Los académicos dudan de que, como ha manifestado Zevallos, “uno de cada tres personas ya se contagió”. Recuerdan que el país nunca ha hecho la suficiente cantidad de pruebas PCR para determinar la verdadera prevalencia del virus en la población. De allí que solo haya estimaciones, pero no certezas de la prevalencia y tasa de mortalidad por el virus. Ni de cuántos ecuatorianos realmente se han contagiado. “Es importante que todos se vacunen”, enfatiza Baldeón.