Rafael Correa
Rafael Correa se pronunció en su cuenta de X.CORTESÍA

"Soy yo el que estoy de más": El ultimátum de Correa a RC tras pacto Aguiñaga-Tibán

El expresidente escaló su crisis política interna. Llamó "abyecta" a Lourdes Tibán y amenazó con dar un paso al costado

Lo que comenzó como una crítica a un recorrido fluvial se ha transformado, en menos de 72 horas, en la amenaza más grave que ha enfrentado la Revolución Ciudadana en los últimos años

El desahogo de Correa 

Este domingo 23 de noviembre, Rafael Correa no solo arremetió con insultos contra Lourdes Tibán, sino que lanzó un ultimátum a su propia militancia y, tácitamente, a Marcela Aguiñaga: si aceptan la cercanía con la líder indígena, él sobra en el movimiento.

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"Si esto se acepta, soy yo el que estoy de más", sentenció el exmandatario en un extenso mensaje que busca disciplinar —o purgar— las filas de la RC5 de cara a su próxima convención.

La respuesta de Correa llega tras el tuit de Tibán donde lo llamó "patrón tóxico". Lejos de ignorarlo, el líder de la RC5 elevó el tono, calificando a la prefecta de Cotopaxi como una "mujer abyecta y de muy pocas luces".

Para Correa, la "fraternidad" mostrada por Aguiñaga en el río Guayas no es pragmatismo, sino una traición a la memoria del conflicto político. "Ha celebrado la persecución y ha saltado de alegría con la destrucción del país", escribió refiriéndose a Tibán.

Bajo esa premisa, Correa planteó un falso dilema a sus bases: o Tibán tiene razón (y el correísmo está mal), o Aguiñaga está "banalizando la maldad". "NO HAY MÁS alternativas, y AMBAS son intolerables para la ética que debemos tener", sentenció.

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La comparación con Uribe y Angostura

Para desmontar el argumento de Aguiñaga de trabajar "sin banderas políticas" —algo que la prefecta defendió citando la necesidad de gestión hídrica—, Correa recurrió a un ejemplo histórico personal: el bombardeo de Angostura en 2008.

"Yo también tuve que trabajar con el presidente Uribe después del bombardeo... Sin embargo, JAMÁS confraternizaría con quien bombardeó a mi Patria. Se llama coherencia y dignidad", argumentó.

Con esta analogía, el expresidente marca la diferencia entre la relación institucional obligatoria y la "camaradería" (risas y elogios mutuos) que Aguiñaga y Tibán exhibieron ante las cámaras de EXPRESO y en sus propias redes sociales. Para él, eso no es gestión, es trabajar "sin escrúpulos ni principios".

Marcela
Marcela y Loudes, en un recorrido por el río Guayas.CARLOS KLINGER

El mensaje cierra con un tono apocalíptico para la estructura de la Revolución Ciudadana. Correa advirtió que la próxima convención del partido será el escenario de una batalla definitiva entre la línea purista (que él encarna) y la línea pragmática (liderada por figuras locales como Aguiñaga).

"Hemos llegado al momento de ser o no ser. Yo prefiero ser menos, pero ser más", concluyó, dejando en el aire su continuidad al frente del proceso.

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