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Rafael Correa y Marcela Aguiñaga iniciaron en la política bajo la misma carpa, con la misma intención políticaCORTESÍA

Correa rompe con Aguiñaga y le da la razón a Luisa: "Jamás claudicaremos"

El líder de la RC vetó la candidatura de la prefecta para 2027. Criticó su falta de "dignidad" política

Si hace dos días Rafael Correa elogiaba la capacidad de ejecución y el "capital político propio" de Marcela Aguiñaga, hoy jueves 20 de noviembre, un tuit del expresidente provocó un terremoto en la Revolución Ciudadana (RC). La sentencia fue lapidaria: no apoyará su reelección en los comicios seccionales de 2027.

El tuit de la ruptura

El detonante fue la reciente aparición pública de la prefecta del Guayas junto a Lourdes Tibán, prefecta de Cotopaxi (Pachakutik), durante un recorrido fluvial para promover la Mancomunidad del Guayas bajo la premisa de que "no hay banderas políticas" para trabajar.

Foto de Sistema Grana (15500497)

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Correa, quien reside en Bélgica, utilizó su cuenta de X (antes Twitter) para marcar una línea roja ideológica. Citando la frase de Aguiñaga sobre despojarse de las camisetas partidistas, el exmandatario fue tajante:

"Después de salir con Lourdes Tibán bajo el argumento de que no hay 'banderas políticas' para trabajar —que sí las hay, como también debe haber dignidad— seré el primero en oponerme a la reelección de Marcela Aguiñaga".

La declaración no solo veta el futuro electoral de Aguiñaga con la lista 5, sino que toma partido en la interna del movimiento. "Luisa tenía toda la razón. Jamás claudicaremos en principios", cerró Correa, validando la postura de Luisa González, presidenta de la RC, quien ha mantenido públicas diferencias con la administración de la Prefectura del Guayas.

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Aguiñaga y Tibán, este 20 de noviembre en Guayaquil.CARLOS KLINGER

La reacción sorprende por el contexto inmediato. Apenas días atrás, Correa había calificado de "inoportunas" las fricciones entre Aguiñaga y González, intentando poner paños fríos y reconociendo la gestión de la prefecta en Guayas.

Sin embargo, la foto de Aguiñaga y Tibán —figura histórica de Pachakutik y crítica acérrima del correísmo— navegando juntas y promoviendo la unidad más allá de las ideologías, parece haber sido imperdonable para la cúpula del movimiento. Lo que para Aguiñaga fue un acto de "madurez política" , para Correa fue una falta de "dignidad" política.

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