
Secuestro masivo en Nigeria: 315 estudiantes raptados, 50 logran escapar
El secuestro de 315 estudiantes en Nigeria conmueve al mundo; familias esperan su regreso con fe y esperanza
Este domingo 23 de noviembre, una organización cristiana informó que el pasado viernes 21 de noviembre, se registró el secuestro de más de 300 estudiantes en una escuela católica de Nigeria, de los cuales 50 lograron escapar. Las investigaciones aún no han identificado a los responsables.
Según la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN), hombres armados raptaron a 315 estudiantes y profesores en la escuela St. Mary’s, ubicada en el oeste del país. El hecho ocurrió pocos días después de otro secuestro en un liceo del estado de Kebbi, en el noroeste, donde fueron retenidas 25 jóvenes.
El secuestro generó inmediata preocupación en líderes religiosos y autoridades locales, que pidieron apoyo y oraciones por las víctimas.
“El regreso de esos 50 niños que lograron escapar nos brinda cierto alivio, pero insto a continuar rezando para que las demás víctimas sean rescatadas sanas y salvas”, declaró el reverendo Bulus Dauwa Yohanna, presidente de la CAN en el estado de Níger y propietario de la escuela.
Ante la gravedad de los hechos, el presidente Bola Tinubu suspendió su participación en la cumbre del G20 en Johannesburgo para atender la crisis de seguridad.
Rescate de fieles tras ataque en iglesia pentecostal
Por otro lado, Tinubu informó que las fuerzas de seguridad liberaron a 38 fieles secuestrados el martes pasado durante un ataque a una iglesia pentecostal en el estado de Kwara, ocurrido mientras se transmitía un servicio religioso en vivo.
“Gracias a los esfuerzos de nuestras fuerzas de seguridad, los 38 fieles secuestrados en Eruku fueron rescatados”, declaró el mandatario en X, sin ofrecer más detalles.
Trump eleva la presión sobre Nigeria mientras evalúa sanciones y posible acción militar
La administración de Donald Trump busca reforzar la cooperación con Nigeria para enfrentar la violencia que afecta a comunidades cristianas, dentro de una estrategia que combina presión diplomática, posibles sanciones, asistencia e intercambio de inteligencia. Aunque Trump ha advertido sobre una eventual intervención militar, su gobierno señala que el enfoque es más amplio que el uso de la fuerza.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, se reunió con autoridades nigerianas para abordar la crisis, en contraste con la amenaza del presidente de suspender toda ayuda si no se frena la violencia. Esto ocurre cuando la presencia militar de EE. UU. en África se ha reducido, lo que complicaría cualquier operación.
Trump mantiene su postura crítica mientras Nigeria enfrenta ataques contra escuelas e iglesias. El mandatario acusa al gobierno nigeriano de no actuar, afirmaciones que han sido rechazadas por el Gobierno nigeriano.
Una inseguridad estructural que exige soluciones de largo aliento
La violencia en Nigeria es un fenómeno complejo que combina ataques de grupos extremistas como Boko Haram, conflictos entre pastores musulmanes y agricultores cristianos por recursos naturales, y secuestros cometidos por bandas criminales. En los últimos días hubo dos raptos masivos en escuelas —una católica y otra en una zona musulmana— además de un ataque a una iglesia que dejó dos muertos y varios secuestrados.
La crisis ha captado la atención internacional, incluso con voces como la de la rapera Nicki Minaj en un evento de la ONU, donde denunció la persecución religiosa.
Aunque Donald Trump ha insinuado una posible intervención militar de Estados Unidos, especialistas señalan que sería difícil debido a la reducción de presencia militar en África y al clima político inestable de la región.
Además, advierten que ataques puntuales no resolverían un problema que se ha desarrollado durante décadas y que exige cooperación con Nigeria, fortalecimiento policial y programas sociales y comunitarios.
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