LA PAZ RUIDO
Normativa. Indican que la LUAE permite restaurantes pero no bares o discotecas en la zona.KARINA DEFAS

Quito: El ruido comienza a borrar el nombre del barrio La Paz

Residentes se quejan de auge de bares en el sector residencial. Indican que locales dan mal uso a sus licencias. Empresarios dicen cumplir normativa

Son las 20:30 de un viernes y en las calles Whymper y Paúl Rivet, de Quito, la fiesta se enciende. Autos buscan parqueo, y jóvenes ataviados con sus mejores ‘looks’ hacen fila para ingresar a la veintena de bares que se ubican a lo largo de la concurrida vía. Para muchos de ellos será una noche inolvidable.

Pero para Clara Ortega esta es tan solo otra noche de escándalo en la que luchará por conciliar el sueño. Y es que desde su ventana, en un apartamento que colinda con la Paúl Rivet, la música de los bares se escucha como si estuviera dentro de casa. Pero ya no se inmuta, es un problema con el que vive hace años, pero que se ha agravado en los últimos meses.

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“Sin aislamiento acústico, sin tapujos y sin vergüenza. Así funcionan aquí estos supuestos restaurantes, que realmente son bares y discotecas. Lo peor es que lo hacen a vista y paciencia de las autoridades, que no hacen nada por no ‘interrumpir’ la reactivación económica. Pasamos de once a más de veinte”, añade enojada.

En 2020, los vecinos de esta localidad, llamada irónicamente ‘La Paz’, se unieron para hacer frente al auge de establecimientos de entretenimiento a través de redes sociales, buscan visibilizar sus denuncias. Pero aseguran que no han logrado resultados y que el número de locales solo crece.

Así lo explica Diego Proaño, presidente del comité promejoras del barrio. “Somos 800 familias que nos hemos visto afectadas y doscientas que estamos en el foco del ruido. Nos reunimos con la administración pasada y se hicieron operativos, pero el problema no solo ha seguido, sino que se ha agravado”, dice. Afirma que aunque los locales cuentan con Licencia Metropolitana Única para el Ejercicio de Actividades Económica (LUAE), incumplen los límites de esta.

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“El uso de suelo de La Paz es R2, porque es una zona residencial. Eso significa que bares, karaokes, discotecas y billares son incompatibles con el sector. Pero estos locales se amparan en los permisos LUAE para restaurantes para funcionar”, afirma. Añade que la normativa establece que para restaurantes, el horario de cierre es hasta las 23:00, y que el expendio de alcohol solo se debería realizar con la comida, por lo que el incumplimiento es obvio.

Proaño afirma que desde 2020 han interpuesto varias denuncias ante la Agencia Metropolitana de Control (AMC), pero que no se han generado clausuras. “Recientemente interpusimos una acción de protección que no prosperó, pero hemos apelado, vamos a seguir en la pelea”, dice.

Al otro lado del espectro están los empresarios, quienes señalan que sí cumplen con las normas de insonorización y con las exigencias de la LUAE. “Medimos los decibeles y realizamos un monitoreo constante. Queremos mantener una buena relación con los vecinos”, explicó en una entrevista Diego Galindo, de la cervecería Camino del Sol. Con él concordó Jaime Soria, administrador de uno de los locales del sector. “Actuamos en el marco de la ley, como hemos podido demostrar en cada inspección”. La Secretaría de Ambiente indicó a este Diario que en julio se intervinieron 17 locales en La Paz y se hicieron inspecciones. No se han reportado clausuras.

Conflicto

Cinco barrios son los más escandalosos

El Centro Histórico, La Mariscal, Jipijapa, La J y La Paz son los barrios más ruidosos de la urbe, según datos de la Secretaría de Ambiente del Cabildo. Según la toma de datos realizados hasta el primer trimestre del año, en estos sectores los decibeles superan los 65 durante el día y 55 en las noches. A esto se suma un estudio del año pasado de la Universidad de las Américas (UDLA) que establece que en las noches un 38% de quiteños está expuesto a ruidos superiores a los 60 decibeles. 

La cifra

105 denuncias por contaminación auditiva recibió la Secretaría de Ambiente el año pasado.