
El reto del sistema carcelario: que no se escape y resguardar a Fito
La corrupción de funcionarios del SNAI, Policía, FF. AA. y de la justicia significa un alto riesgo para el cabecilla
Adolfo Macías Villamar, alias Fito, representa un reto para el Estado. Mantenerlo con vida dentro del sistema penitenciario y que no se escape otra vez no solo es un asunto de seguridad, sino una prueba de control estatal en un entorno atravesado por la corrupción y la violencia.
Fito está recluido en La Roca, la misma cárcel de la que escapó en febrero de 2013 junto con otros 17 reos. Más de una década después de esa fuga, el centro penitenciario sigue generando dudas. Hace poco más de un mes, militares incautaron teléfonos a dos internos: Carlos Angulo (alias el Invisible, de la banda Los Lobos) y Daniel Salcedo.
¿Cómo ingresaron los teléfonos? ¿Hubo complicidad de funcionarios penitenciarios? ¿Qué garantía tiene el país de que Fito no dispone en este momento de un celular y continúa dando órdenes desde su celda?
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EXPRESO solicitó una entrevista al Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI), pero hasta el cierre de esta edición no se recibió respuesta.
Sistema manchado por la corrupción
Los antecedentes no ayudan a confiar. Mientras estuvo preso en la Cárcel Regional de Guayaquil, Fito celebró su cumpleaños con banquetes, licor y la presencia de mujeres. En 2021 su pareja, Verónica Briones, quedó expuesta luego de pasar una semana dentro del penal y salir disfrazada de agente penitenciaria.
Aunque ese hecho en sí constituyó un delito, Briones recibió protección del general Fausto Buenaño, entonces comandante de la Zona 8, según un parte policial que se filtró. Buenaño fue nombrado ministro del Interior en febrero pasado, pero duró apenas unos días en el cargo.
Actualmente, Briones enfrenta un proceso por lavado de activos, y una de las líneas que allí se investigan es el pago que hizo a funcionarios del SNAI, como guías y el director del Centro de Rehabilitación Social Mixto de El Oro en 2022.
La fragilidad del sistema es evidente. Un reporte del Observatorio Ecuatoriano de Conflictos detalla que entre noviembre de 2023 y mayo de 2025, se registraron 181 fugas consumadas y ocho intentos frustrados. De esos casos, 46 ocurrieron en la provincia de Guayas, donde se encuentra el famoso cabecilla.
Alias Fito no solo es un objetivo para sus enemigos. También es una pieza clave en investigaciones por narcotráfico, lavado de activos y corrupción.

Está procesado por Estados Unidos y, si colabora, su testimonio podría desmantelar redes criminales y revelar vínculos con actores políticos, así como con mandos de la Policía y de las Fuerzas Armadas.
Más peligros corre Fito
“El reto para el Gobierno de mantener con vida a Fito está directamente relacionado con las capacidades institucionales existentes. El reto es mayor en la medida en que menor capacidad exista, y el reto será menor en la medida en que mayores capacidades institucionales existan”, indica Carla Álvarez, especialista en seguridad y docente del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).
Para Álvarez, esta relación es directa porque “si tenemos un sistema carcelario que no puede retener a la gente, que no puede evitar las fugas y donde las bandas aún controlan los espacios; si tenemos un sistema de justicia corrupto, y policías y militares corruptos”, lo que puede pasar es que exista gente con temor de que Fito hable y exponga sus relaciones. “Para alias Fito es mucho más amenazante este sistema institucional que las bandas rivales del crimen organizado”, argumenta la experta.
Evasión. En el gobierno Noboa se han registrado 181 fugas de reos, según el Observatorio Ecuatoriano de Conflictos. La más reciente es la de Fede.
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