
Fuga de alias Fede revela corrupción y revive llamado a institucionalizar el SNAI
Expertos sugieren crear estructuras que impidan fugas y despedir a funcionarios contaminados por la corrupción
La reciente fuga de Rolando Federico Gómez Quinde, alias Fede, cabecilla del grupo criminal Los Águilas, ha puesto en evidencia las profundas debilidades del sistema penitenciario en Ecuador. El escape, ocurrido el 20 de junio desde la Penitenciaría del Litoral, no solo expuso fallas en los protocolos de seguridad, sino también una presunta red de complicidad que involucra a 19 militares, dos funcionarios del SNAI y un privado de libertad, todos actualmente con prisión preventiva por el presunto delito de evasión.
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Según fuentes oficiales, alias Fede habría salido del centro penitenciario vestido con uniforme militar y escoltado por personal de la Marina, en lo que el presidente Daniel Noboa calificó como un acto de “complicidad interna” y no un simple descuido. Las cámaras de seguridad registraron su salida, lo que refuerza las sospechas de una operación planificada desde dentro del sistema carcelario.
La fuga ha reavivado el debate sobre la fragilidad del sistema penitenciario, que ya había sido cuestionado por la falta de control, el hacinamiento, la corrupción y la infiltración de grupos criminales. Las cifras revelan un panorama preocupante.

Institucionalizar al SNAI
En 2023, el SNAI ejecutó apenas el 42,9 % de su presupuesto de inversión, destinando más del 57 % al pago de personal. Esto refleja una escasa inversión en infraestructura y seguridad, lo que ha facilitado el crecimiento del crimen organizado dentro de las cárceles.
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El experto en seguridad Wagner Bravo sostiene que el SNAI necesita una transformación profunda. “Al SNAI le falta institucionalizarse y reconocer que los militares no deberían estar en las cárceles. Tal vez me adelante, pero si los militares salen, el espacio sería el mismo que encontró Noboa y Lasso: cárceles desprotegidas”, advirtió.
Bravo propone como primer paso una evaluación integral de los 4.000 funcionarios del SNAI, a quienes responsabiliza por permitir este tipo de situaciones. “Los militares no pueden ser mercenarios de los políticos. No pueden decirles que por un millón de dólares deben encontrar a tal persona. Ellos no han sido entrenados para eso. Se rigen por valores y principios patrióticos”, agregó.
La evasión de alias Fede se suma a otros casos de alto perfil, como la de alias Fito en enero de 2024, que motivó la declaratoria de conflicto armado interno. A pesar de la presencia militar en los centros carcelarios, continúa el ingreso de armas, drogas y celulares, y se reportan muertes frecuentes dentro de los pabellones.
El experto colombiano en seguridad y justicia Hugo Acero considera que la raíz del problema está en la falta de inversión en infraestructura y en la corrupción estructural. Sin embargo, advierte que copiar modelos como la megacárcel de El Salvador no es la solución. “Existe un problema de violación de derechos humanos. No copiaría la cárcel de El Salvador”, opinó Acero.
En su lugar, propone construir desde cero un sistema penitenciario que garantice seguridad y reinserción social. Entre los aspectos claves, destaca la necesidad de estructuras que impidan fugas e intromisiones externas, además de aplicar medidas de seguridad técnicas y humanas.
“No se puede seguir con los mismos funcionarios que hoy operan. Ya están contaminados por la corrupción y carecen de profesionalismo. Es indispensable formar nuevos equipos de manera paralela a la construcción (de nuevas cárceles)”, concluyó.
La fuga de alias “Fede” no fue un descuido, fue complicidad.
— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) June 21, 2025
Por eso, he pedido que se aprehenda en flagrancia a todo el personal del CPL Guayas N.°1 que se sospecha estuvo involucrado, mientras Fiscalía determina responsabilidades.
Esto no es solo una fuga. Es traición.
Y la… pic.twitter.com/YW5f60aDJH
ALGUNAS REFORMAS PLANTEADAS
Para Luis Córdova, experto en seguridad y docente de la Universidad Central, la fuga de criminales de alto perfil ocurre porque el presidente Daniel Noboa está más enfocado en consolidar su poder que en atender los problemas estructurales del sistema penitenciario. “El presidente acelera el despotismo”, advierte Córdova.
Por su parte, Acero propone una serie de medidas. Entre ellas, destaca la necesidad de fortalecer el SNAI con personal capacitado y recursos suficientes, implementar inteligencia penitenciaria, establecer sistemas de monitoreo en tiempo real y romper las redes de corrupción mediante auditorías externas y protección a denunciantes.
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