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El presidente Noboa y la vicepresidenta Pinto participaron de la eucaristía en la iglesia de La Merced.Cortesía

Presidente Noboa acudió a misa y se comprometió a que se realizara la Mama Negra

EL presidente Noboa y la vicepresidenta Pinto acudieron a misa a la iglesia de La Merced, acompañados de varios ministros 

La tranquilidad en el barrio La Merced, en Latacunga, se vio alterada este domingo con la sorpresiva visita del presidente de la República, Daniel Noboa, y de la vicepresidenta María José Pinto. La comitiva oficial, que incluyó a varios ministros de Estado, así como a la cúpula de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, llegó hasta la iglesia de La Merced para participar en la misa dominical.

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El arribo del mandatario generó expectativa entre los habitantes, quienes, a pesar del fuerte resguardo militar y policial, pudieron participar de la eucaristía. En esta jornada estaba prevista la consagración de niñas y niños, como parte de las festividades religiosas en honor a la Virgen de La Merced, patrona del volcán Cotopaxi, cuya conmemoración se desarrolla cada 23 y 24 de septiembre y está acompañada por la tradicional fiesta de la Mama Negra.

Compromiso presidencial con la festividad

Durante su intervención, el presidente Noboa aseguró que el desfile de la Mama Negra se llevará a cabo con normalidad los días martes 23, miércoles 24, sábado 27 y domingo 28 de septiembre. Esta confirmación despejó las dudas que existían en torno a la realización de la celebración, que convoca cada año a miles de devotos, turistas y visitantes nacionales e internacionales.

El jefe de Estado destacó el valor cultural y religioso de la fiesta, que trasciende generaciones. “La Mama Negra es identidad, tradición y fe. Desde el Gobierno respaldaremos estas manifestaciones que fortalecen nuestras raíces”, manifestó.

La devoción a la Virgen de La Merced

La festividad tiene un profundo significado espiritual para los habitantes de Latacunga. Según la tradición, fue la Virgen de La Merced quien detuvo la última erupción violenta del volcán Cotopaxi. Se cuenta que, en medio de la emergencia, los moradores de La Merced subieron hasta el sector de El Calvario, la parte más alta de la ciudad, para elevar sus plegarias. En ese momento, la imagen de la Virgen habría aparecido frente al volcán y, con su mano derecha, contuvo la furia del coloso.

Desde entonces, cada año los devotos organizan esta fiesta en agradecimiento, consolidándola como una de las expresiones culturales y religiosas más importantes del país.

La organización de la Mama Negra es un esfuerzo colectivo. Donantes, devotos y vivanderas preparan la celebración con meses de antelación. Los priostes asumen compromisos económicos y logísticos para garantizar la realización de los desfiles, donde no faltan las comparsas, los personajes tradicionales y la música que llenan de alegría las calles de Latacunga.

La “Miche”, como cariñosamente llaman los latacungueños a la Virgen de La Merced, es el eje de esta celebración que combina lo religioso y lo popular, y que cada año ratifica la identidad de un pueblo que mantiene viva su fe y sus tradiciones.

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