
Nicaragua prohíbe el ingreso de Biblias y refuerza controles en aduanas
Empresas de buses advierten sobre la prohibición de Biblias y libros para ingresar a Nicaragua.
Las empresas de transporte internacional que operan rutas hacia Nicaragua han comenzado a advertir de forma explícita a los pasajeros sobre una lista de artículos prohibidos para ingresar al país. Entre los objetos restringidos figuran libros, periódicos, revistas y Biblias, además de cámaras, drones, cuchillos y alimentos perecederos.
Los avisos se encuentran visibles en terminales de autobuses en Costa Rica, especialmente en las de Tica Bus, compañía que cubre la ruta hacia Managua, capital de Nicaragua. La medida se enmarca en un contexto de mayores controles migratorios y restricciones a la circulación de material impreso dentro del territorio nicaragüense.
Empresas confirman que la restricción rige desde hace seis meses
Un representante de Tica Bus en Honduras confirmó a la organización internacional Christian Solidarity Worldwide (CSW) que la política se encuentra en aplicación desde hace aproximadamente seis meses. La misma información fue ratificada por un vocero de la compañía en El Salvador, lo que refuerza el carácter regional de las advertencias.
Las notificaciones coinciden con comunicados similares emitidos por otras empresas que cubren la ruta San José–Managua, lo que sugiere una aplicación sistemática de la medida en distintos puntos de salida hacia Nicaragua.
Reportes de revisiones exhaustivas en controles migratorios
Pasajeros que han utilizado estas rutas han denunciado inspecciones minuciosas de equipaje en los puntos de control migratorio de Nicaragua. Según testimonios difundidos en redes sociales y recogidos por medios independientes, las revisiones incluyen mochilas, maletas y pertenencias personales.
Los relatos coinciden en que los controles buscan detectar material impreso y otros artículos incluidos en la lista de prohibiciones.
CSW denuncia restricción a la libertad religiosa y de expresión
Ante estos hechos, CSW se pronunció públicamente. Anna Lee Stangl, directora de incidencia política y líder del equipo para las Américas de la organización, calificó la medida como “sumamente preocupante” en el actual contexto de represión en Nicaragua.
“Los esfuerzos del gobierno nicaragüense por restringir la entrada de Biblias, otros libros, periódicos y revistas al país son extremadamente alarmantes”, señaló la vocera, quien exigió el levantamiento inmediato de la prohibición y el cese de las restricciones a la libertad de religión, creencias y expresión.
La restricción a material impreso no resulta nueva en el país, que carece de prensa independiente desde 2022, tras el cierre del último diario en circulación. No obstante, la inclusión de las Biblias marca un precedente inédito en el contexto del creciente control estatal sobre las actividades religiosas.

Deterioro de la libertad religiosa en Nicaragua desde 2018
El deterioro de la libertad religiosa en Nicaragua se ha intensificado desde 2018. Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, forzados al exilio o sometidos a vigilancia tras denunciar abusos estatales. Varias congregaciones fueron expulsadas y las procesiones y actos litúrgicos públicos permanecen prohibidos. De acuerdo con el informe más reciente de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el discurso oficial presenta a la Iglesia como una amenaza para el Estado, relegando su labor pastoral al ámbito privado o clandestino.
Por otro lado, en el ámbito penitenciario, organizaciones de derechos humanos han reportado que a presos políticos se les ha impedido recibir libros, incluidos textos religiosos como la Biblia, situación denunciada por familiares y recogida en informes de monitoreo internacional.
Comparaciones con regímenes de control extremo de información
Analistas y organizaciones internacionales han comparado estas restricciones con los sistemas de control informativo existentes en Corea del Norte, uno de los países con mayores limitaciones documentadas al acceso a libros y material religioso.
Las comparaciones apuntan al uso del control del contenido impreso como una herramienta para restringir libertades fundamentales y limitar el acceso a ideas, creencias y expresiones consideradas incómodas por el poder estatal.

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