
“Los quiteños somos víctimas de la inacción de las autoridades”: Rocío Bastidas
La coordinadora del Cabildo Cívico tiene 70 años; siempre está pendiente de las sesiones del Concejo y más
Desde que se jubiló, Rocío Bastidas les advirtió a sus hijas que se dedicaría a mejorar su barrio, La Floresta (ya lo hacía). Hace seis años la nombraron coordinadora del Cabildo Cívico de Quito y por eso a veces se siente que está omnipresente en todos los debates de la capital.
¿Cómo tomó la decisión de Néstor Marroquín de, finalmente, no entregar los formularios con las firmas para la revocatoria del mandato al alcalde Pabel Muñoz? "Su decisión unilateral nos deja una decepción inconmensurable, una indignación sin parangón. Este sabor tan amargo nos obliga a repensar cómo se tienen que hacer las cosas, no se puede encargar a una sola persona un proceso de ese tipo; eso se hace en equipo, con organizaciones y gente proba", responde Rocío Bastidas.
¿Qué le decepcionó? "Saber que muchos recogieron firmas creyendo en la palabra de una persona. Ese municipio está en soletas, por lo que aunque Marroquín fue el promotor de la revocatoria, la actividad trascendió el nivel personal. No entendió esa posición, no vio que la ciudad tenía puesto los ojos en él, por tanto problema no resuelto, soluciones dilatadas y una gran campaña de comunicación para desvirtuar el mecanismo".
¿Qué le ha parecido la reacción del alcalde al saber que no seguirá el proceso? "Es la misma actitud triunfalista de siempre, frente a aduladores pone el relato y lo difunde a través de sus colaboradores de comunicación. Solo veo autoalabanza al sostener que no se consiguieron las firmas, que no hubo apoyo".
¿No cree que la gente decidió apoyarlo?
Algunos hemos visto de cerca su desenvolvimiento, los reclamos de la comunidad. Los quiteños somos víctimas de que no se hagan bien las cosas. No se puede olvidar que el señor Muñoz ganó con un porcentaje bajo entre 14 candidatos a la alcaldía. Obtuvo el 20 % (de los votos) y los lunes, en la rendición de cuentas, hay una retahíla de reflexiones.
Quito vive otra realidad, es una completa desolación por la inseguridad; presenta planes que no pone en práctica. Habla de mejorar La Mariscal, con bombos y platillos, y los vecinos dicen que quiere dañarla y no recomponer nada, al extender la Plaza Foch a otros lugares residenciales, por ejemplo.
¿Y qué ha pasado en su barrio, La Floresta?
Hemos entregado oficios, con más de 800 firmas certificadas por un notario, para que restituyan la ordenanza de La Floresta y se mantenga un barrio vivo; para no volvernos como La Mariscal, que se destruyó por la presencia de bares, discotecas, karaokes y el narcotráfico. Resistimos porque tenemos un tejido social, la gente se duele de lo que pasa en su calle.
Pero no les interesa, quieren aumentar el número de vallas publicitarias incluso en barrios residenciales y no cobrar 76 millones de dólares en multas.
Recuerdan que el alcalde dijo que cuidarán los árboles del parque Navarro!!! Falso de falsedad absoluta. Acaban de tumbar un árbol para dar paso al patio de comidas. Que desastre!!! pic.twitter.com/jWbCQbkcgf
— rocio bastidas (@rociobastidas4) September 2, 2025
¿Qué más le preocupa?
Cambiaron el presupuesto, redujeron recursos de la Secretaría de Ambiente que eran para descontaminar el río Machángara. Insisto en que este señor Marroquín no dimensionó, lo que queríamos era sancionar la falta de atención a la ciudad.
Con su postura frente al manejo de Quito, seguramente la ven como opositora en la Alcaldía. ¿Qué opina de eso?
El alcalde no entiende la necesidad de dialogar con quienes tienen ideas diferentes a él; se creen los sabios de la Grecia, cuando en la práctica no se ve que hayan solucionado nada. Siguen las carreras de autobuses, no hay caja común, no están las vías transversales para alimentar con usuarios para el metro. No piensan en el cambio climático.
Es un desastre y se lo he cantado en la cara, en unas siete u ocho ocasiones en las que he ocupado la silla vacía. Creen que uno es anticorreísta, no me importa el calificativo, pienso en Quito.

Rocío Bastidas
Como presidenta del Cabildo Cívico de Quito, ¿la invitan a eventos municipales?
Jamás, él me ha visto en las discusiones por la pelea del Hotel Quito. Lo vencimos. Pusimos acción de protección y no pudieron edificar en predios patrimoniales y se les cayó el negocio.
En el Plan de Ordenamiento Territorial se eliminó ordenanzas de barrios, diciendo que no hay de primera ni de segunda; se trata de cuestiones topológicas, urbanísticas, de infraestructura, como que todos fuimos el Quito Tenis. Por eso en Guápulo levantaron un edificio junto al convento y tuvo que entrar el Ministerio de Cultura a sancionar.
¿El Cabildo está con ADN o con algún movimiento?
Ni en la revocatoria entramos porque el Cabildo está en otra dimensión, es ciudadano. Empresas han querido usarnos y no se les deja nomás. Mantenemos total independencia... Muchos me han dicho si tengo precio y mi hija abogada me pide que les grabe. Años atrás, un supermercado vino al Comité de La Floresta a ofrecernos 100.000 dólares para entrar a una urbanización y les mandamos con el rabo entre las piernas.
¿Cómo ve la movilización frente a la eliminación del subsidio al diésel, que también se desarrolla en Quito?
El alcalde no apareció el domingo 12 de octubre del 2025, día de la manifestación en Quito. Creo que estaba expectante. Si se unía a los manifestantes, podía tener implicaciones, pues Luisa González ya les ofreció asesoría jurídica y alimentos. Vive en una encrucijada. El Gobierno trata de posicionar que los indígenas no pudieron ingresar y no es tan así. Con tremenda represión, no significa que el pueblo apoye la falta de diálogo, la ceguera frente a justas demandas de toda la ciudadanía. Eso lo debilita de cara a la consulta.
El programa de radio
La administración de Pabel Muñoz sacó de la parrilla de Radio Municipal a Gente en Acción, el programa del Cabildo Cívico de Quito. Rocío Bastidas, su cara visible, está enterada de todo lo que ocurre en la ciudad. En La Floresta se dio a conocer, pero se involucra en problemáticas de barrios y luchas como la del Hotel Quito y del río Machángara.
¿Quién es Rocío Bastidas?
Quiteña, nacida en San Blas, específicamente en la Maternidad Isidro Ayora. Cumplió 70 años. Tiene dos hijas de 44 y 34 años y dos nietos, de 23 y 15. El menor es su mano derecha, cuando se contagió de COVID-19, “ese guambra”, como lo llama, le dijo que no se puede morir porque en el municipio estarán felices. Es bióloga, con maestría en ciencias sociales y políticas; quisiera estudiar leyes.