
Las viudas del Año Viejo: la tradición ecuatoriana vigente desde 1950
La tradición de las viudas del Año Viejo combina sátira, humor y crítica social y se mantiene viva pese al paso del tiempo
A pocas horas del cierre del año, las viudas se toman las calles en distintas ciudades del país para despedir con picardía y humor al Año Viejo. Entre poses coquetas, movimientos sensuales, bailes improvisados y rutinas cómicas, estos personajes recorren barrios y avenidas pidiendo pequeñas contribuciones económicas que sirven para financiar el simbólico “funeral” del año que termina.
La escena se repite cada 31 de diciembre, cuando el asfalto se convierte en escenario y la sátira reemplaza al luto. La risa, el doble sentido y la exageración forman parte del ritual que mezcla crítica social y celebración popular.
Una viuda alegre que celebra la partida del viejo
Carlos René, docente e investigador, explicó en declaraciones a un medio local que la viuda representa a quien sobrevive tras la muerte del viejo. Según señaló, se trata de una viuda “alegre”, satisfecha de liberarse de alguien que “no deja dinero”. Bajo esa premisa se construyen las escenas satíricas y la búsqueda de caridad para el viejito, que no hereda bienes materiales, pero sí un testamento cargado de ironía y burla.
De luto riguroso a ícono festivo de fin de año
Este personaje, arraigado en la cultura ecuatoriana, suele representarse con atuendos prestados por madres, primas o hermanas, una práctica que se remonta a la década de 1950. Su origen se vincula con la fiesta de los Santos Inocentes, cuando el anonimato se preservaba mediante caretas. En sus inicios, la viuda vestía completamente de negro como símbolo de luto y salía a pedir dinero por las calles.
Con el paso del tiempo, la figura se transformó. A partir de la década de 1980, abandonó el estilo sobrio del duelo y adoptó una estética más carismática y provocadora. Este cambio se consolidó con la llegada del siglo XXI, cuando los trajes se volvieron más llamativos y coloridos. Tradicionalmente, el personaje continúa siendo interpretado por hombres.
La viuda resiste incluso sin monigote
El dinamismo urbano, las normativas municipales y los cambios sociales permitieron que la figura de la viuda se mantuviera vigente, incluso cuando el monigote comenzó a desaparecer de las aceras. Desde 2010, disposiciones del Cabildo limitaron la quema del Año Viejo por motivos ambientales y de manejo de residuos, reduciendo esta práctica en espacios públicos. En ese contexto, la viuda pasó a ocupar un rol protagónico dentro de la celebración.

Redes sociales: el nuevo escenario de la tradición
En la actualidad, las plataformas digitales se han convertido en la principal vitrina de esta costumbre. TikTok e Instagram registran coreografías improvisadas, carreras en tacones y escenas que se viralizan en cuestión de horas. Las imágenes dan cuenta de una tradición que se adapta a los nuevos tiempos, pero que se resiste a desaparecer del imaginario urbano, especialmente en Quito.
#AHORA | Decenas de participantes se alistan para la carrera de viudas en #Quito. La competencia será en la av. Amazonas, como parte del festival de monigotes por el año viejo. pic.twitter.com/BZpUAF0eaK
— Diario Expreso (@Expresoec) December 31, 2025
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