Con humor y con varios argumentos. Así reacciona Cristina Burneo Salazar, traductora y escritora, al ser consultada sobre qué piensa que su trabajo puede ser reemplazado por Inteligencia Artificial (IA). La quiteña cree que si bien la tecnología avanza, tareas como traducción literaria requieren la creatividad humana. “La inteligencia lo que sí hace es proveerte de contexto, sinónimos”, añade.

El 2023 ha sido el año de ChatGPT, un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial que puede hacer varias tareas, como ensayos, poemas o cualquier tarea relacionada con el lenguaje.

Las versiones de ChatGPT han evolucionado pronto y prometen hacer tareas cada vez más complejas y, de plano, amenazan puestos de trabajo en todo el mundo, según estudios.

“Si la IA cumple con las capacidades prometidas, el mercado laboral podría enfrentar una disrupción significativa”, señala un reporte del banco estadounidense Goldman Sachs, publicado en semanas pasadas.

(Le invitamos a leer: Goldman Sachs: La gobernabilidad e implementación de políticas siguen siendo débiles e inestables en Ecuador)

Según los economistas de Goldman Sachs, hasta 300 millones de trabajos de tiempo completo en todo el mundo podrían automatizarse de alguna manera con la nueva ola de inteligencia artificial que ha generado plataformas como ChatGPT.

Y la entidad financiera da cifras de qué porcentaje de los empleos en varios países pueden verse amenazados por la IA. Por ejemplo, en el caso de Japón, casi el 30 % de sus trabajos pueden verse afectados, mientras que en Israel llega al 27 % de afectación.

¿Qué sucede en Ecuador? Goldman Sachs señala que la destrucción de trabajos puede ser menos y apunta al 18 % de los empleos existentes.

En Ecuador, según datos del Instituto de Estadísticas y Censos (INEC), la Población Económicamente Activa (PEA) llegó a 8,5 millones en febrero de 2023. El 18 % significaría unos 1,5 millones de trabajadores.

Mientras tanto Chile como Argentina tienen un 24% de empleos a tiempo completo expuestos, solo un punto por debajo de Estados Unidos. Seguidos por Brasil con un 23%, México (21%), Perú (20%), y Colombia (19%).

Pero, ¿Qué tipo de trabajos pueden ser realizados por la IA? Para explicarlo, el estudio de Goldman Sachs utilizó la caracterización generada por la oficina del Trabajo de los Estados Unidos y la separó en cinco niveles de experticia, según el tipo de habilidades requeridas, el grado académico y el sueldo que percibe el trabajador.

Los trabajos que no necesitan formación académica, como la preparación de comida, aseo y trabajo manual agrícola entran en el primer nivel. En el segundo están los que cuentan con preparación básica, como quienes se dedican a las ventas en locales comerciales o servicio al cliente, y en el tercero están quienes poseen una formación técnica como electricistas o asistentes médicos.

(Le puede interesar: El acuerdo con Corea prioriza la transferencia de tecnologías)

A esas ocupaciones le siguen, en la cuarta categoría, aquellas que cuentan con un grado universitario y trabajos con experiencia laboral bajo los cuatro años. En esta línea están empleos como los periodistas, diseñadores web, analistas, administradores de bases de datos o tecnologías de información.

Finalmente, la clasificación la cierran quienes presentan algún tipo de posgrado o amplia experiencia, sobre los cinco años.

Tomando esta división, el informe del banco estadounidense explica que son precisamente estos últimos dos niveles los más expuestos, especialmente quienes se ubican en el cuarto nivel.

Para Mesías Tatamuez, dirigente de sindicatos de trabajadores, si bien la tecnología es útil para el ser humano, no debería reemplazar a los seres humanos.

Tatamuez reconoce que falta un mayor debate de este tema entre el Gobierno, las empresas y los trabajadores. “Los sindicatos se oponen. Mentira. Queremos que todo sea socializado”, dijo el dirigente sindical.

Ecuador se ha estancado en el diálogo sobre trabajo, aseguró Gabriel Recalde, director del Observatorio de Política Laboral, y señaló que hay temas pendientes en la discusión nacional, como la llegada de aplicaciones como Uber y las tecnologías digitales. En ese contexto, dice Recalde, el país está aún lejos de discutir las implicaciones de la IA.

Pero el panorama no es del todo desolador para los trabajadores. El reporte de la entidad financiera señala que históricamente la innovación tecnológica, que inicialmente desplaza a los trabajadores, también ha creado un crecimiento del empleo a largo plazo.

(También, puede revisar: La invención de un ecuatoriano que convierte el aire en agua)

Si bien los lugares de trabajo pueden cambiar, la adopción generalizada de la IA podría, en última instancia, aumentar la productividad laboral y aumentar el PIB mundial en un 7 % anual durante un período de 10 años, según Goldman Sachs.

“Aunque es probable que el impacto de la IA en el mercado laboral sea significativo, la mayoría de los trabajos y las industrias solo están parcialmente expuestos a la automatización y, por lo tanto, es más probable que la IA los complemente en lugar de sustituirlos”, señalan los economistas.

La combinación entre un ahorro significativo en materia de costos laborales, la creación de nuevos empleos y un aumento de la productividad para los trabajadores no desplazados plantea la posibilidad de un auge de la productividad laboral como los que siguieron al surgimiento de tecnologías anteriores de uso general como el motor eléctrico y la computadora personal.

Expertos pidieron pausa a la inteligencia artificial

A finales de marzo, un grupo de empresarios del sector tecnológico, expertos y políticos, entre ellos el controvertido Elon Musk, solicitaron en una carta de tono apocalíptico que se suspendan durante seis meses los experimentos con inteligencia artificial (IA) muy potentes porque consideran que “pueden plantear profundos riesgos para la sociedad y la humanidad”.

“La sociedad ha hecho una pausa en otras tecnologías con efectos potencialmente catastróficos en la sociedad. Podemos hacerlo aquí. Disfrutemos de una larga pausa veraniega de la IA y no nos apresuremos a caer sin estar preparados”, dice la carta abierta publicada por el organismo sin ánimo de lucro Future of Life Institute.

El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk; el cofundador de Apple, Steve Wozniak, los investigadores estadounidenses Yoshua Bengio, Stuart Russel o los españoles Carles Sierra y Ramón López De Mantaras, son algunos de los firmantes de esta carta abierta en la que advierten de los supuestos peligros de la IA si no es acompañada de una gestión y una planificación adecuadas.

“La IA avanzada podría representar un cambio profundo en la historia de la vida en la tierra y debería planificarse y gestionarse con el cuidado y los recursos correspondientes”, asegura la misiva que sostiene, además, “que los laboratorios de IA se han enzarzado en una carrera fuera de control para desarrollar y desplegar mentes digitales cada vez más poderosas”.

Incluso aseguran que “nadie -ni siquiera sus creadores- puede entender, predecir o controlar de forma fiable” a estas mentes digitales.