Cartas de lectores: A nuestros hijos
Su atención los fortalece, pregúnteles cómo están, hágalos sentir vivos y queridos
Muchas veces la actitud y acciones de los padres frente a los hijos son incomprendidas.
Pensamos que nuestros padres no están a nuestra altura, son anticuados o no entienden nuestra forma de ser.
Despreciamos sus consejos y su forma de ver la vida, sin valorar su experiencia y el camino que han recorrido.
Olvidamos que ellos caminaron primero que nosotros y solo desean que evitemos las caídas que ellos ya sufrieron o que el dolor sea menor.
A veces son fuertes y no tan cariñosos, no son como quisiéramos, pero con esfuerzo siempre están atentos a lo que nos sucede y nos ofrecen su ayuda para salir de problemas.
Son héroes anónimos con sus propias batallas, y el amor de los hijos es su fuerza para seguir enfrentando la vida.
Los padres son seres de carne y hueso, enviados para protegernos, y cuando envejecen, nosotros debemos protegerlos.
Dé un abrazo, un beso, converse sobre cosas simples, caminen juntos. Esas pequeñas acciones son el motor para seguir adelante.
Su atención los fortalece, pregúnteles cómo están, hágalos sentir vivos y queridos.
No olvide que para los padres su familia es un tesoro, y usted también lo será para sus hijos cuando sea padre.
Estoy seguro de que deseará recibir el mismo amor y atención que ha dado a sus padres, pues así es el ciclo natural de la vida.
Víctor León Tenorio