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HIDROELECTRICA CELEC ECUADOR
El Gobierno aún tiene pendiente mostrar señales de la generación eléctrica para evitar los estiajes.ARCHIVO

El Gobierno de Noboa necesita un pacto con los dioses de las lluvias

Análisis | Sostienen que no habrá cortes, pero no hay datos sobre cómo se proveerá la energía eléctrica durante los estiajes

El Gobierno ya debe ir montando un altar para que se hagan ceremonias de veneración y se puedan elevar súplicas al dios del clima y la lluvia: Zeus para los antiguos griegos, Tláloc para los aztecas, Indra para los hindús o Illapa para los incas. Al dios que sea pero, si el Gobierno realmente no quiere decepcionar e indignar a los ecuatorianos, debe asegurarse de que el clima siga ayudando a que no haya escasez de energía eléctrica para cuando se produzca el estiaje de este año, es decir en el mes de septiembre como históricamente sucede.

La necesidad de elevar este altar a los dioses del clima y la lluvia se debe básicamente a que las más altas autoridades energéticas del Gobierno de Daniel Noboa han repetido hasta el cansancio que este año no habrá apagones, aunque en la realidad no han demostrado qué gestiones han hecho en concreto para garantizar los 979 megavatios adicionales que se necesitan este año para evitar los apagones.

Por lo pronto, los expertos sostienen que no parece que se logre instalar esa cantidad de energía hasta que comience el estiaje. Según el Consejo Consultivo de Ingenierías y Economía (CCIE), entre 2024 y 2025 la capacidad térmica instalada se incrementó en apenas 330 MW. Este aumento, sostiene el organismo, permitió elevar la capacidad térmica de 900 a 1.230 MW. Sin embargo, eso sigue siendo insuficiente para cubrir la creciente demanda nacional, que en 2025 se estima pasaría de 3.900 a 4.200 MW. Esta baja capacidad de cobertura de las termoeléctricas, dijo uno de los miembros del CCIE, Ricardo Buitrón, quedó demostrada el pasado 3 de julio de 2025, cuando las hidroeléctricas salieron de funcionamiento: el parque termoeléctrico apenas pudo aportar 1.200 megavatios. Por ello, añade, Cenace tuvo que volver a comprar a Colombia y pedir a las grandes industrias encender sus generadores para producir su propia energía.

El discurso del Gobierno: entre el optimismo y la falta de señales

En realidad, el Gobierno sostiene que no habrá cortes porque hay suficiente energía, pero hasta ahora no ha presentado datos concretos sobre cómo va a proveer la energía eléctrica que normalmente aminora durante los estiajes. En otras palabras, lo único que existe es una apelación a la fe en que habrá lluvias adecuadas y en que las presas hidroeléctricas seguirán funcionando correctamente. Porque si eso no pasa, será inevitable que se produzcan los cortes que tanto daño le hicieron al país el 2024.

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La generación de energía hidroeléctrica en Ecuador se reanudó casi en su totalidad

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Las optimistas declaraciones de los funcionarios llevan produciéndose casi a diario desde hace al menos cinco días. El pasado jueves 3 de julio de 2025, el ministro subrogante de Energía y Minas, Guillermo Ferreira, dijo que el país “no tendrá racionamientos eléctricos”. Lo dijo en una rueda de prensa convocada para hablar sobre la paralización que se decidió en los últimos días de las ocho plantas hidroeléctricas existentes, por el exceso de lluvias, como fue el caso del proyecto Coca Codo Sinclair. “Estas hidroeléctricas no captan agua desde un embalse, sino directamente del río. Con estas lluvias han llegado empalizadas, arena y piedras que amenazan las turbinas. Por eso, por precaución, se detuvo la operación”, explicó Ferreira, quien destacó que la medida busca evitar daños irreversibles en la infraestructura de generación, particularmente en Coca Codo, que tiene una capacidad de 1.500 MW. Según Ferreira, el sistema eléctrico del país opera con respaldo de plantas térmicas a búnker y diésel. Asimismo, añadió, se ha tenido que recurrir a Colombia. De ese país se importó, temporalmente, un total de 100 megavatios durante dos horas (entre las 09:00 y las 11:00) del 3 de julio.

A las declaraciones de Ferreira se sumó la ministra titular de Energía, Inés Manzano. Según la funcionaria en una entrevista con la periodista Janeth Hinostroza, el país tendrá una oferta energética suficiente para cubrir la demanda. Para compensar la pérdida de generación hidroeléctrica, se activaron centrales térmicas disponibles y se solicitó a empresas privadas activar sus generadores propios, “logrando utilizar apenas 160 MW adicionales, que es casi nada”, precisó la ministra, quien reiteró con ello que el sistema eléctrico es capaz de responder a la demanda del sector residencial e industrial.

La ministra confirmó que se mantiene energía disponible para la demanda existente. “Los primeros meses del año, por el calor, hay más uso de la energía, sobre todo en la Costa. Este año estamos hablando de que el consumo subió a 5.105 MW. Si nuestro mayor pico lo pasamos bien, con lo que tenemos (de energía) no existe otro pico, sino hasta fines de diciembre”. En ese sentido dijo que el plan es recuperar 409 megavatios hasta fines de este año. “De eso ya se recuperaron en el primer cuatrimestre 85, en el segundo cuatrimestre 40 MW, pero aún nos faltan 200 y pico para recuperar, eso significa que vamos a llegar bien”, detalló Manzano.

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La ministra de Energía y Minas, Inés Manzano.ARCHIVO: EFE/ José Jácome

El estiaje que no está viendo el Gobierno de Daniel Noboa

El problema, que soslayan las autoridades, es que la fecha clave no es diciembre, sino septiembre, cuando comienza el estiaje y cae la generación hidroeléctrica. Aparentemente, lo que dice Manzano es que hasta diciembre se van a tener 979 MW, pero la verdad es que por la experiencia histórica se sabe que la situación se vuelve crítica en septiembre, octubre y noviembre. En ese sentido, la nueva generación que se consiga hasta diciembre no serviría para cubrir los meses de mayor vulnerabilidad. No se debe olvidar que en 2023 y 2022 los apagones empezaron entre septiembre y octubre.

Muchos de los proyectos que se anunciaron que solucionarían los problemas de este año se frustraron. Por ejemplo, la generación de Progen, empresa que trajo equipo que no funcionaba y con la que el Gobierno está enfrascado en un litigio. De lo que se conoce hasta hoy, no hay nada que reemplace sus proyectos, al menos hasta diciembre.

Así las cosas, una de las opciones más ‘pragmáticas’ es ponerles velas a los dioses de las lluvias.

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