Que factores condenan el ano deportivo de Barcelona
Los canarios resignaron la Libertadores y además quedaron fuera de Copa Ecuador. Su única esperanza de título la depositan en la liga local, en medio de constantes altibajos.
Barcelona parece haber quedado estancado en un abismo. Eliminaciones, deudas interminables y la renuncia presentada por su técnico Leonardo Ramos les deja en evidencia.
Ante los altibajos que aparentar condenarle, los toreros anhelan rescatar una temporada para el olvido con el título de LigaPro, el único que les queda por disputar.
EXPRESO contrasta y resume el año, casi en su recta final, de un equipo que pasó de ser el más goleador del campeonato al que cayó en los últimos tres partidos oficiales, sin lograr convertir un solo tanto.
- Eliminación administrativa de Copa Libertadores 2019
Barcelona, apenas iniciado el año de competencia, recibió un golpe que ponía en duda las capacidades dirigenciales y comprometía el presupuesto económico de la temporada.
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El equipo canario enfrentó a Defensor Sporting de Uruguay en la segunda ronda clasificatoria a la fase de grupo de Copa Libertadores. Y a pesar de haber ganado 1-2 en la ida, en suelo charrúa, la Conmebol decidió declarar un marcador de 3-0 a favor de Defensor por la alineación indebida del colombiano Sebastián Pérez, quien no estaba habilitado para jugar.
La sanción se mantuvo, a pesar de la apelación torera, y el plantel guayaquileño se esperanzó en conseguir un milagro en la cancha del Monumental. Sin embargo, no les alcanzó y se resignaron con una victoria mínima de 1-0. Adiós Libertadores.
- Salida de Guillermo Almada
La marca que dejó Guillermo Almada en Barcelona fue imborrable y, por ratos, hasta melancólica. No solo por el título nacional y el vicecampeonato conseguido, ni por la semifinal de Copa Libertadores en 2017 —algo que no sucedía desde 1998—; sino por la identidad que adoptó un club acostumbrado a golear y, sobretodo, a jugar bien.
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El Ídolo inició la LigaPro siendo el club con mejor promedio goleador de la temporada. Incluso, superó su récord de todos los arranques desde 2010. En las primera once jornadas de campeonato —a pesar de que Almada dirigió hasta la novena— registró 27 anotaciones: 2,5 tantos por partido.
Esta estadística quedó muy por detrás y Barcelona lo padeció en los últimos tres duelos oficiales, por torneo local y Copa Ecuador. Los dirigidos hasta ahora por Leonardo Ramos acumulan tres derrotas consecutivas, donde recibieron 7 tantos y no lograron convertir ninguno.
- Eliminación insólita de Copa Ecuador
Los canarios, amplios favoritos para quedarse con el título de la primera edición de Copa Ecuador, terminaron resignando una llave de serie casi asegurada en la ida. El rival era Delfín, club al que doblegaron en la ida por un marcador de 4-1 y al que comprometían para la vuelta en Manta.
Sin embargo, los toreros sucumbieron, víctimas de su falta de concreción en área rival e incapaces de cuidar un resultado más que favorable.
El equipo dirigido por Fabián Bustos ejecutó un partido a la perfección, donde supo aprovechar las falencias de rival y finiquitar una remontada histórica ante su gente.
- Problemas financieros que amenazan con sanciones
No es una novedad. Desde que José Francisco Cevallos asumió la presidencia de Barcelona, las deudas no han dejado de aparecer hasta sus últimos días en el mandato.
El 15 de octubre de 2019 apareció otro susto para los canarios. Previo al Clásico del Astillero, se conoció sobre el incumplimiento con club Galácticos al que se le debía abonar $ 450.000 por el pase de Félix Torres, quien fue transferido al Santos Laguna mexicano.
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De ese monto total, la directiva actual consiguió abonar la mitad de la deuda para poder disputar el partido ante Emelec, sin embargo, tenían plazo hasta este jueves 31 de octubre para cancelar el valor restante. Caso contrario, quedaría inhabilitado para disputar la jornada de este fin de semana ante Olmedo.
Los constantes inconvenientes económicos obligan a que la directiva electa, conformada por Carlos Alfaro Moreno y Aquiles Álvarez, soliciten un cambio de mando en calma, pero que refleje el manejo interno del equipo torero.