
¿Qué esperan las madres ecuatorianas del Gobierno de Daniel Noboa?
Madres de diversas localidades del país claman seguridad, salud y futuro para sus hijos en el Ecuador de Daniel Noboa
En un país marcado por la violencia, la migración y la incertidumbre, ser madre en Ecuador es un acto diario de resistencia. Este especial reúne historias reales de mujeres que crían con miedo, amor y coraje en medio del caos. Madres que han perdido a sus hijos, que los ven partir en busca de un futuro mejor, que enfrentan la delincuencia desde la trinchera de sus hogares o desde sus uniformes. A través de testimonios, datos y análisis, EXPRESO rinde homenaje a las mujeres que sostienen este país desde el corazón y la lucha silenciosa.
En este Día de la Madre ni flores ni desayunos en la cama alcanzan para cubrir la realidad que muchas mujeres enfrentan a diario. En un país golpeado por la inseguridad, el desempleo y el deterioro de los servicios públicos, varias ecuatorianas alzan la voz y dirigen un mensaje claro al presidente Daniel Noboa, quien asumirá su segundo mandato este 24 de mayo:
Consultadas por Diario EXPRESO, las voces de madres, abuelas y jefas de hogar revelan una mezcla de cansancio, coraje y esperanza. Son mujeres que, en medio de las crisis que atraviesa el país, han asumido con valentía el peso de sostener a sus familias mientras esperan respuestas del Gobierno.
Inseguridad: El miedo cotidiano
La inseguridad es la herida más abierta. Madeleine Básquez, comerciante independiente, lo dice sin rodeos: “Ahorita uno sale con miedo, peor con los niños. Lo que pido es más control policial en zonas peligrosas. Te roban, te extorsionan...”, dice refiriéndose a la situación en Guayaquil.
Ruth Méndez, madre y residente del Guasmo, sur de la urbe porteña, coincide: “Uno no puede llevar a los niños al parque porque cualquier rato hay una balacera. Que el presidente piense en nosotros, que refuerce la seguridad en las zonas aisladas y olvidadas”.

Educación: Gratuita en el papel, costosa en la práctica
Otro clamor común es el deterioro del sistema educativo. Muchas madres denuncian que la educación pública, lejos de ser gratuita en su totalidad, implica altos costos difíciles de cubrir.
Desde Manta, provincia de Manabí, Blanca Pinoargote lo denuncia con indignación: “Una lista escolar para una niña de primer nivel cuesta $ 180 en una escuela fiscal. Piden colaboración para todo: pintura, papel higiénico, servilletas. ¿Cómo una criatura de bajos recursos va a estudiar? No puede”, cuestiona la madre de familia y abuelo de dos menores.
María Elena Rodríguez, quien es oriunda del cantón Montalvo, provincia de Los Ríos, va más allá: “Muchos chicos quieren estudiar, pero no hay acceso". Esta madre de jóvenes en edad universitaria considera que el presidente Noboa "está ayudando con los bonos"; sin embargo, lanza críticas a quienes no saben aprovechar el beneficio. "El bono es para comprar lo que necesitan nuestros hijos, no un labial (…) a veces no hay para el pasaje, guarden el bono, eso nos ayuda”.

Sistema de salud en deterioro
El sistema de salud pública, así como la seguridad social, es otra carga que las madres denuncian. Ruth Méndez lo resume así: “Uno va al hospital y tiene que esperar meses por una cita, peor si es de especializaciones. Aunque un niño tenga fiebre, para ellos nunca es emergencia. Y ni hablar de medicinas: no hay”.
Rosa Salang, quien es de la tercera edad y vive en el área rural de Baños, provincia de Tungurahua, menciona que el nuevo Gobierno debe preocuparse por el abastecimiento de medicinas en los hospitales públicos. "Me trasladé desde Baños a Quito, me mandaron asimismo a Ambato, de Ambato a Baños, de ahí a Guayaquil a Solca. Vean cómo ando yo", lamenta.
"Que se termine la corrupción que hay en el seguro (IESS), que haya una buena atención para los niños en los hospitales, que haya medicinas... se necesita la mano de un presidente que se preocupe por el pueblo", sentencia Patricia Estrada, quien también siente preocupación por el futuro de sus nietos.
Trabajo digno: La mejor política social
El desempleo y la informalidad también golpean fuerte a las familias. Estrada lo evidencia así: “No hay trabajo. Mejor que den empleo en vez de bonos, porque un joven sin trabajo termina pensando en cosas malas”.
Por su parte, Rosa Salang lamenta que no haya trabajo para los jóvenes. "Uno como madre se ha esforzado para que nuestros hijos estudien y puedan así trabajar, pero se quedan estancados. El presidente debe hacer que haya trabajo para la nueva generación".
Por otra parte, Ruth Méndez le recuerda al presidente Daniel Noboa que deben crearse empleos para las personas mayores de 40 años. "Nosotros no conseguimos fácilmente trabajo", manifiesta con preocupación.
Un llamado directo a Noboa
A pocos días del inicio de su segundo mandato, las madres entrevistadas por Diario EXPRESO envían un mensaje claro y directo al presidente: “Presidente, póngase las pilas con la seguridad y la educación. No nos haga quedar mal a quienes confiamos en usted”, dice Madeleine Básquez.
"Atienda las necesidades del país, no podemos ni obtener una cédula, no hay turnos Las carreteras están hecha pedazos en Manabí", sostiene Blanca Pinoargote. En cambio Rosa Salang opta por mencionar: "Los abonos están muy caros, señor presidente. Componga las carreteras, hay muchos baches".
“Que piense en las madres solas, en los niños, en la gente mayor. Que cumpla lo que promete”, insiste Ruth Méndez. "Avance con la seguridad para nuestros hijos, le tenemos una tremenda confianza presidente", culmina María Elena Rodríguez.
Este Día de la Madre no solo es para celebrar: es también una oportunidad para exigir un país más justo, seguro y digno. Las madres ecuatorianas no piden favores: exigen derechos.
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