Premium

Porsche en Isla Trinitaria
La denuncia del correísmo y el alcalde de Guayaquil apuntan a un vehículo de propiedad de Industrial Molinera.Captura de Pantalla.

El primer Porsche Cayenne en la historia de la isla Trinitaria

Análisis de Roberto Aguilar | Denuncia del asambleísta Juan González y el alcalde Aquiles Álvarez exige una explicación

El silencio no suele ser una buena política de Estado y en esta ocasión, menos que nunca. La denuncia del legislador correísta Juan Andrés González, recogida y ampliada por el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, sobre la sospechosa presencia de un lujoso carro de Industrial Molinera, una de las empresas de la familia del presidente de la República, en la casa de un sospechoso de cometer un acto terrorista con coche bomba, exige a gritos una aclaración oficial. Ya va tardando demasiado.

(NO TE PIERDAS: Aquiles Álvarez: Fiscalía debe aclarar de quién es carro vinculado a la familia Noboa)

Verdad es que el principal criterio sobre la información pública que maneja este gobierno consiste en ocultarla; para eso tienen una portavoz como Carolina Jaramillo que, para todos los efectos, es una pared de adobe. Pero aquí no se trata de los impuestos de las empresas del presidente, que la contadora de esas empresas, hoy directora del Servicio de Rentas Internas, ha decidido tratar como si fueran un secreto de Estado. O de los pormenores de la compra de dos medios de comunicación por un asambleísta de gobierno que declara ser un proletario de clase media baja. O de la financiación de las marchas con las que el jefe de Estado mantuvo calientes las calles en contra de la Corte Constitucional. No. Esto es mucho más grave. Esto tiene que ver con la seguridad, con la paz ciudadana y con la confianza debida a las autoridades a cargo de garantizarlas. El gobierno dice estar en guerra contra el crimen organizado. Pues bien: esta denuncia pone en duda la rectitud de esa guerra. Así de grave.

FISCALIA GENERAL EDIFICIO

Explosión en Bahía de Guayaquil: Fiscalía revisará el expediente de la investigación

Leer más

Ya es bastante bochornoso que al secretario de Inteligencia, Michele Sensi-Contugi, le estallen cuatro coches bomba en la cara, el último de ellos con víctimas, mientras anda persiguiendo canillitas y fraguando documentos para acosar a quienes considera enemigos políticos. 

Pero que el correísmo aproveche esta inoperancia para posicionar, como lo está haciendo, la idea de que esos estallidos fueron autoatentados… Eso podría ser catastrófico. El gobierno, experto en la difusión de falsas narrativas (no para otra cosa tiene y compra medios, cultiva y financia troles), debería entender perfectamente el daño al que se expone mientras se empecina en su silencio. 

El correísmo, claro, es la menos creíble de las fuentes de información. Hay una altísima probabilidad de que cualquier cosa que digan sus voceros sea mentira: eso es un instinto periodístico elemental desarrollado en el Ecuador a lo largo de casi 20 años de experiencia y bien podría explicar (uno prefiere no pensar en otra causa) el aparatoso silencio de algunos medios de comunicación de los que todavía cabe esperar un cierto sentido de la independencia editorial (diarios y noticieros de TV) y que trataron la denuncia del asambleísta González y del alcalde Álvarez como si no existiera. 

El periodismo tiene que ser esclavo de los hechos

Es decir, ni siquiera la registraron. Pero los hechos, con independencia de quien los recoja y los presente, con independencia incluso de quienes traten de sacar réditos políticos de ellos, son los hechos. Y en esta denuncia hay algunos muy concretos y documentados. El periodismo tiene que ser esclavo de los hechos o dar un paso al costado.

Juan González muestra video sobre vehículo vinculado a la explosión en la Bahía de Guayaquil.
Juan González muestra video sobre vehículo vinculado a la explosión en la Bahía de Guayaquil.Daniel Romero

Es un hecho indiscutible que, tras el primer atentado con coche bomba que sufrió la ciudad de Guayaquil, el 3 de junio de este año en la Bahía, la evidencia recogida en las cámaras de vigilancia condujo a la detención en flagrancia de un sujeto, Iván Ballesteros, cuyo domicilio en la isla Trinitaria fue allanado casi de inmediato por las fuerzas del orden. Y en su poder se encontraron las llaves del vehículo identificado en la escena del crimen, un Nissan Sentra. 

Es también un hecho indiscutible que minutos después del allanamiento y la detención, que alborotó al barrio, un vehículo Porsche Cayenne con placa GRY-3452, registrado a nombre de Industrial Molinera, llegó hasta esa misma vivienda. Una vivienda color chicle, dice el alcalde Álvarez. 

Probablemente se trate del primer Porsche en la historia de la isla Trinitaria, porque no es precisamente el tipo de vehículo en el que uno quisiera asomarse por ahí, salvo que ya sea conocido. De ese Porsche (todo esto está recogido en las imágenes de las cámaras de vigilancia aportadas por el asambleísta González en su denuncia) descendió una mujer que iba en el asiento del copiloto (para nada “muy bien vestida”, como dijo González probablemente para subrayar el ingrediente clasista de su denuncia) e interactuó largamente con algunos ocupantes de la casa. Entró y salió varias veces, al punto de que el Porsche, que en un principio se había detenido como casualmente a un metro de la vereda, terminó por estacionarse bien para no bloquear el tránsito mientras estas conferencias tenían lugar adentro y afuera. 

Iván Ballesteros, libre

La historia se completa con el desenlace judicial del caso: Iván Ballesteros salió libre mes y medio más tarde porque la Fiscalía se abstuvo de presentar cargos en su contra, a pesar de las evidencias que condujeron a su captura. Que la Fiscalía, luego de conocida la denuncia del asambleísta González y el alcalde Álvarez, emitiera este miércoles un comunicado público para exponer la serie de coartadas gracias a las cuales el sospechoso fue absuelto, no ayuda para nada a entender la presencia del Porsche de Industrial Molinera en la casa de la isla Trinitaria. Al contrario: termina echando sombras sobre la propia Fiscalía

Por cierto, ¿quién es el responsable de ese comunicado sin firma? ¿Wilson Toainga o el nuevo fiscal de bolsillo Carlos Alarcón, subrogante del subrogante?

En resumen: es imprescindible que alguien, el presidente de la República o su vocera de adobe, el gobierno o Industrial Molinera (por si hubiera alguna diferencia) rindan cuentas sobre el porqué de la presencia de ese vehículo en ese lugar a esa hora. Hay, por supuesto, una infinidad de posibilidades legítimas y otro tanto de posibilidades ilegítimas para explicarlo. El gobierno (o Industrial Molinera) tiene la palabra. De lo contrario, ya sabrá el país interpretar su silencio.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!