
Temas pendientes limitan la entrega de Coca Codo Sinclair a PowerChina
La central está en operación desde 2016, pero no ha sido recibida a conformidad por el Estado. Tiene más de 17.000 fisuras
La entrega de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS) a PowerChina, anunciada por el Gobierno, obliga al Estado a zanjar temas pendientes desde hace varios años. Entre ellos la recepción oficial de la obra y el arbitraje internacional.
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Coca Codo Sinclair está operativa desde noviembre de 2016. Sin embargo, la obra, construida por Sinohydro, que es parte de PowerChina, no ha sido recibida a conformidad por el Estado ecuatoriano porque, entre otros, se han identificado más de 17.000 fisuras en los distribuidores.
Estas piezas -que reciben el agua que viene con fuerza desde el túnel de descarga hacia las turbinas de generación- tienen “grietas de hasta 40 centímetros de largo y un centímetro de ancho”, advirtió Carlos Baldeón, integrante del Colegio de Ingenieros Mecánicos de Pichincha.
Las fallas han impedido que la planta opere regularmente a su capacidad plena (1.500 megavatios). El material, afectado por las fisuras, está deteriorado. Su reparación demandaría de una inversión de alrededor de $123 millones por cada pieza. CCS tiene ocho distribuidores, de ellos dos son los más afectados, dijo el especialista.
Por las deficiencias técnicas encontradas, la Contraloría General del Estado dispuso realizar una evaluación técnica de la obra antes de su recepción formal.
¿Ecuador debe recibir la central Coca Codo Sinclair antes de entregarla a PowerChina?
Ahora, debido al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y PowerChina, es necesario que Ecuador reciba esta obra para luego entregarla. Pero antes de cumplir con este paso se deberían solventar las fallas identificadas. “Si no se subsanan los cuestionamientos, como Estado ecuatoriano podríamos estar ante el perdón de potenciales incumplimientos de la empresa constructora que podría menoscabar los recursos públicos”, alertó Luis Alberto Andrade, máster en contratación pública.
El Estado invirtió alrededor de $ 3.300 millones en la construcción de esta planta, incluida la línea de transmisión que permite transportar la energía generada en Coca Codo Sinclair.
El proceso demanda también transparentar bajo qué modalidad se entregará la principal hidroeléctrica del país a una firma asiática para que opere y dé mantenimiento a CCS.
Para determinar qué es lo más conveniente para el país se debe contar con estudios técnicos, económicos, legales, ambientales y sociales, refirió Ricardo Buitrón, consultor hidroeléctrico. “El acuerdo se debe enmarcar en lo legal. El Estado no puede entregar a dedo un contrato para la administración de Coca Codo Sinclair (...) Tiene que ser un proceso competitivo”.
Para Fernando Salinas, presidente del Foro Energético, en cambio, la eventual entrega permitiría trasladar el riesgo que amenaza a esta planta a la misma constructora Sinohydro, que fue absorbida por PowerChina.
En este sentido, en el acuerdo se deberá establecer las ventajas que tendrá el país por delegar la operación y mantenimiento de esta infraestructura, que aporta con el 30 % de la generación hidroeléctrica. Aunque su operación está también en riesgo porque el frente de la erosión regresiva del río Coca está cada vez más cerca de la central de captación de Coca Codo Sinclair.
Salinas enfatizó que Coca Codo Sinclair generó en 2024 más de 7.500 gigavatios hora. Esto representó $130 millones en ingresos y demandó de $80 millones para su operación y mantenimiento.
Ecuador y PowerChina acordaron salir del arbitraje internacional
Ecuador y PowerChina buscan dejar atrás el proceso de arbitraje internacional, que se inició en mayo de 2021, en contra de Sinohydro. La demanda presentada por la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) buscaba una remediación ante los defectos estructurales identificados en Coca Codo Sinclair.
Inés Manzano, ministra de Energía y Minas, reconoció que se firmó un acuerdo para “dejar el arbitraje (...) Tenemos (que elaborar) tres documentos legales previos (…) nos hemos puesto de acuerdo en ciertas cosas”, expresó y no dio detalles. “Cuando lo tengamos claro seré la primera en avisarles”.
La expectativa es tener resultados en este año. El acuerdo incluye también un desembolso por $400 millones, que llegarán hasta 2026 para la compra de energía renovable.