
Remesas a Ecuador: ¿Cómo gastan los 3.700 millones que envían los migrantes?
El país recibió un récord de 2.000 millones en el segundo trimestre. El 75% se destina a alimentación, salud y vivienda
Ecuador batió un nuevo récord histórico en remesas durante el segundo trimestre de 2025, al recibir 2.000,5 millones de dólares, la cifra más alta desde que el Banco Central del Ecuador (BCE) inició su compilación en 1993. Este monto representó un crecimiento del 16% respecto al trimestre anterior y del 24,2% en comparación con el mismo período de 2024, consolidándose como la tercera fuente de divisas del país, solo por detrás de las exportaciones petroleras y de camarón.
Sumando el primer y segundo trimestre, Ecuador ha recibido 3.724 millones de dólares en remesas durante el primer semestre de 2025, confirmando el ritmo acelerado de estos envíos y proyectando que el país superará los 7.000 millones de dólares anuales, según estimaciones del BCE.
Para dimensionar este crecimiento, en 2024 Ecuador recibió 6.540 millones de dólares anuales y en 2023 fueron 5.447 millones. Esto significa que el primer semestre de 2025 ya representa el 57% del total de 2024 y supera en 20% todo lo recibido en 2023.
Supervivencia familiar: el destino de las remesas
Las familias ecuatorianas destinan estos recursos principalmente a cubrir necesidades básicas de supervivencia. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), el 75% de las remesas se utiliza para atender gastos esenciales como vivienda, alimentación y trámites médicos.
Un análisis detallado del uso de estos fondos revela que el 41% se destina a consumo y gastos de supervivencia, mientras que el 21% se invierte en educación y el 12% en gastos de vivienda, de acuerdo con datos de la Asociación Española de Ciencia Regional.
El valor promedio por giro alcanzó los 344,6 dólares en el segundo trimestre de 2025, lo que representa aproximadamente el 73% de un salario básico unificado. "Con estos valores los hogares pueden complementar sus ingresos y cubrir sus necesidades básicas", explica el BCE en su último reporte.
Las remesas han reactivado el consumo en los hogares ecuatorianos, contribuyendo al crecimiento del 8,7% en el consumo familiar registrado en el segundo trimestre de 2025. Este incremento se traduce en mayor compra de productos alimenticios y dinamismo en el crédito de consumo.
Estados Unidos lidera con récord de envíos
Estados Unidos se mantiene como el principal origen de las remesas, concentrando el 76,8% del flujo total con 1.535,4 millones de dólares, seguido por España con el 14,1% (281,8 millones) e Italia con el 2,1% (41,8 millones).
El aumento récord responde principalmente a tres factores: la incertidumbre migratoria en Estados Unidos ante las políticas de deportación del gobierno de Donald Trump, el envío preventivo de ahorros ante la implementación del impuesto del 1% a las remesas desde 2026, y las estrategias mejoradas de instituciones financieras que han facilitado los envíos mediante plataformas digitales y reducción de tiempos de acreditación.
"Los migrantes están enviando mayores montos de dinero como medida preventiva ante la posible implementación de un impuesto a las remesas a partir de 2026", señala el BCE.
Durante el segundo trimestre se registraron 5,8 millones de giros, con un crecimiento del 12,8% respecto al trimestre anterior. Muchos migrantes incluso han vendido propiedades en Estados Unidos para enviar sus ahorros completos a Ecuador, ante el temor de una eventual deportación.
A nivel territorial, las provincias de Guayas, Pichincha, Azuay y Cañar concentran el 70,5% del total recibido, equivalente a 1.410,5 millones de dólares. Esta concentración se debe a la presencia de miles de hogares beneficiarios y la amplia red de entidades financieras y remesadoras en estas localidades.
Las remesas equivalen al 6,1% del Producto Interno Bruto ecuatoriano en 2025, el porcentaje más alto de Sudamérica, confirmando la dependencia estructural del país respecto al trabajo de sus migrantes en el exterior. Sin embargo, el BCE advierte que las remesas podrían desacelerarse en 2026 debido al endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses.