Premium

FITCH-FACHADA-2
La agencia Fitch tiene su sede en Nueva York (Estados Unidos).Cortesía.

La nota crediticia de Ecuador baja y revela un futuro económico incierto

El cambio ocurre a pocos días de las elecciones anticipadas. Cualquiera que llegue a la Presidencia enfrentará un escenario económico complejo

Una mala nota para Ecuador. La calificadora de riesgos Fitch informó la tarde del pasado miércoles la rebaja de la calificación de la deuda soberana de Ecuador de B- a CCC+, una calificación similar a países como Mozambique y El Salvador, a tres días de las elecciones generales anticipadas.

bolsas

Los inversores buscan mayor liquidez en el mercado bursátil

Leer más

(Le invitamos a leer también: Fitch bajó la nota de la deuda de Ecuador de B- a CCC+ por situación fiscal)

El mensaje de Fitch es que cualquier candidato que llegue a la Presidencia de la República tendrá un escenario desafiante.

En términos generales, la firma señala que el país atraviesa riesgos de financiamiento, es decir, problemas para conseguir créditos, en el contexto del deterioro de las cuentas fiscales, uno de los logros que había mencionado el presidente de la República, Guillermo Lasso.

Ante la reducción de la calificación por parte de Fitch y comentarios de Standard & Poor’s (S&P), otra agencia calificadora, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) señaló que las firmas internacionales destacaron los importantes logros económicos alcanzados por el régimen de Lasso.

Sin embargo, Fitch menciona que la caída de la producción petrolera y la reducción de los impuestos por parte de Guillermo Lasso, algo que fue aprobado vía decreto ley, aumentarán el déficit fiscal para 2025 a 3,4 %. Para 2023 se prevé un déficit cercano al 2 %.

¿Qué es el déficit fiscal? En términos generales, es el faltante de dinero que tiene el Gobierno central, debido a que sus ingresos no alcanzan a cubrir todos sus gastos.

Las restricciones de liquidez han derivado en una acumulación considerable de atrasos desde fines de 2022. A eso se suma un aumento en el riesgo político y los desafíos de gobernabilidad, independientemente del resultado de las próximas elecciones generales.

Fitch espera que las necesidades de financiamiento del Gobierno aumenten a unos 11.600 millones (10 % del PIB) en 2023, de los cuales Finanzas podrá conseguir 10.200 millones, dejando una brecha de financiamiento de 1.400 millones de dólares. La cartera de Estado había proyectado unos 7.577 millones de dólares por cubrir con financiamiento para el año en curso.

Fitch recoge en su reporte que las encuestas apuntan a una segunda vuelta de los comicios presidenciales, a la que podría llegar Luisa González, de la Revolución Ciudadana y leal a Correa; con alta incertidumbre en torno al subcampeón, que podría ser el exvicepresidente Otto Sonnenholzner, el activista indígena Yaku Pérez, el empresario Jan Topic o el periodista Christian Zurita.

01b5f1c1-769d-4261-bc2f-767ff1548ffd

Derogar una ley abre la puerta a los “ecuadólares”

Leer más

En opinión de Fitch, el próximo presidente enfrentará el desafío de abordar las difíciles situaciones económicas, fiscales y de seguridad, en medio de la incertidumbre política, ya que el gobierno interino (y la Asamblea Nacional) estarán en el poder hasta mayo de 2025, con elecciones generales programadas para principios de dicho año, lo que restringe el acceso a financiamiento a través de bonos externos, y la capacidad para negociar un programa sucesor con el FMI que desbloquearía el financiamiento multilateral adicional.

En tanto que S&P consideró que el período electoral ha afectado el crecimiento este año, y es probable que el desempeño económico siga siendo moderado a mediano plazo. Los desafíos económicos estructurales se han exacerbado por la débil gobernabilidad y el aumento de la violencia a escala nacional, analizó la firma.

Más criterios

  • Consulta: Si se aprueba la consulta del Yasuní, dice Fitch, la caída estimada de la producción de petróleo sería del 12 %, lo que recortaría en $ 600 millones los ingresos fiscales.
  • Cambio: S&P señaló que bajaría las calificaciones en los siguientes 12 meses si cualquier retroceso en las políticas aumenta los desequilibrios fiscales y externos más allá de sus expectativas.