Economía

Electrificación: un sueño contracorriente para el camarón

Por trámites burocráticos, el país no ha podido acceder a un préstamo de $ 200 millones de la CAF. Migrar del diésel a la electricidad generaría ahorros en subsidio al Estado.

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Exporcambrit fue una de las primeras firmas en migrar a la matriz energética. El sistema le permite ahorros del 50% en costos y un 40% de mejora de productividadCarlos Klinger.

En los últimos años, cada Gobierno de turno ha admitido lo ventajoso que, en materia de eficiencia y rentabilidad, puede ser para Ecuador el lograr que su industria camaronera, la mayor fuente de divisas de exportación, sustituya el uso del diésel por electricidad. El plan consta en acuerdos, convenios, resoluciones y reglas que apuntan a que el país aproveche un préstamo de $ 200 millones que la CAF aprobó en el 2019 con ese fin, pero que hasta el día de hoy siguen sin emplearse. Una tercera prórroga para su uso está por vencer en diciembre.

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El plan de ir hacia un cambio de matriz arrancó en el 2017 con un convenio entre el Ministerio de Energía y la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) para invertir en infraestructura que permita expandir el tendido eléctrico hacia zonas rurales donde están las piscinas camaroneras. Aunque el proyecto avanzaba entre estudios y trámites, cuenta José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), viene teniendo desde el 2019 el primer gran escollo que hasta hoy no ha podido desatar: la definición de las autoridades para que una entidad estatal asuma como garante del préstamo de la CAF. CNEL había sido la entidad encargada de firmar el contrato, pero, desde el anterior Gobierno, el Ministerio de Finanzas ha venido dando largas al asunto y postergando la emisión de una garantía soberana, esto por la aparente incapacidad de CNEL en el pago del crédito.

A nivel nacional existen 220.000 hectáreas de camarón, de las cuales, estima la CNA, apenas un 5 % ha logrado emplear energía. El plan de la CAF, que permitiría    la electrificación de al menos 55.000 has en Manabí, Guayas, El Oro y Esmeraldas, debió generar desembolsos de $ 115 millones hasta este año, pero de ese dinero, reitera Camposano, no se ha tocado un centavo. “Lamentablemente vemos que las autoridades no han tomado esto como una prioridad para sacar adelante este plan en los tiempos que se requieren”.

RecursosAdemás del capital que pone a disposición la CAF, están otros recursos    menores como $ 23 millones del BID y $ 60 millones como inversión estatal.

Ni el debate actual sobre una focalización de subsidios a los combustibles ha acelerado este proceso. Una conversión de motores del sector camaronero, de diésel a eléctricos, también permitiría que el Estado, asegura José Alvear, analista económico y experto en subsidios, se ahorre los $ 300 millones y más que destina en abaratar el costo de diésel que emplea esta industria, hoy la más boyante del país, por alcanzar más de $ 5.000 millones de exportaciones al año. “Para que tengas una idea, este diésel subsidiado representa cerca del 6 % de los costos de producción de este sector. ¿Qué quiere decir esto?Que ellos no necesitan este subsidio para salir adelante”.

Así lo demostrarían algunas iniciativas privadas que, desde el 2020, haciendo uso de los convenios de excepcionalidad, han iniciado por su cuenta planes para electrificarse, pues es ahí donde encuentran mayores ventajas de eficiencia y ahorros. La última en hacerlo público fue Santa Priscila, la mayor exportadora de camarón del país, cuando en agosto pasado lanzó un proyecto de electrificación que le demanda $ 45 millones de inversión.

55.000 hectáreasdistribuidas en cinco provincias podrían ser electrificadas de avanzar el proyecto de la CAF

Patricio Salazar, experto camaronero, explica que estos convenios permiten a la empresa privada, de forma excepcional y bajo varias reglas, financiar una obra de uso público. No obstante, dice, esta no es la real salida, porque no todas las camaroneras tienen la capacidad para invertir y, por ende, la posibilidad de acceder a las bondades que ofrece esta transición.

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En el 2017, Salazar asesoró y acompañó el proceso de migración que vivió Aquamar, una de las primeras camaroneras en dar el primer paso. Hoy da fe de que esa empresa, que pasó a llamarse Exporcambrit, ha experimentado eficiencias en sus procesos de bombeo y aireación. “El diésel para el sector camaronero cuesta $ 1,70 y el kilovatio está por los $ 0,07, ahí vemos un ahorro de casi el 50% por metro cúbico en el sistema de bombeo”. En el segundo proceso, añade, la adopción de esa tecnología ha permitido aumentar hasta en un 40 % la productividad.

De ahí la importancia, dice,    de acelerar todo trámite que permita la inserción del camarón en el sistema de energías limpias, es la forma en cómo podrá seguir siendo más competitivo y sostenible. “A diferencia de años atrás, Ecuador ya no concentra más del 70 % de su oferta en China, hoy ya es el principal proveedor de camarón de EE.UU. y un socio clave en Europa, y ambos mercados son más exigentes, buscan un camarón sostenible, amigable con el medio ambiente. Que Ecuador lidere la exportación de camarón nos obliga a ser un ejemplo de sostenibilidad. No podemos seguir usando energía contaminante”.

En esto coincide Camposano, quien sostiene que el país no puede darse el lujo de dejar perder apoyos financieros como el de la CAF, si bien esto no cubre a la industria total, es un plan que le permitiría tener un buen arranque.

Salazar no comparte la idea de quienes señalan que el país no tendría la suficiente capacidad para cubrir la demanda energética de esta industria. “El Estado a través de las hidroeléctricas tiene todo el potencial para hacerlo, entendiendo que el sector tampoco va a entrar a consumir energía de golpe, no es un proceso que se logra de la noche a la mañana”. De ser así, opina Alvear, el país podría también animarse a experimentar el uso de otras fuentes de energía como el gas. “Donde no llegan las líneas de generación se podría utilizar el gas, no quemar diésel. El gas natural es una propuesta menos contaminante, menos cara y sin subsidio que acá se debe explotar”.

Finanzas programa una reunión con la CAF

Desde el Ministerio de Economía y Finanzas se reconoce el gran pendiente de destrabar el uso del crédito que ofrece la CAF, pero no se da fecha de solución. Pablo Arosemena, secretario del ramo, señaló que el próximo 7 de diciembre tendrá una reunión con representantes del multilateral, en Montevideo (Uruguay), donde espera tratar este tema. Consultado sobre    el riesgo de que en diciembre venza el plazo de la CAF para hacer uso de los recursos se mostró confiado de que esa ventaja no se perderá. “Siempre habrá un chance de extender el tiempo un poco más”.

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Confirmó que los retrasos en la firma del contrato se han centrado en la dificultad de asignar a CNEL como el receptor del crédito, debido a que no tiene capacidad de pago. Para ello, dijo, el    trámite se haría a través del Ministerio de Energía y Minas. Con eso, sostuvo Arosemena, “la garantía soberana (que se esperaba) ya no sería necesaria, porque sería directamente con nosotros, ya es el Gobierno Central el que asumiría la deuda, en el caso del Ministerio de hidrocarburos, y no con CNEL”.

La expectativa del sector productivo, no obstante, es que los trámites burocráticos paren y que dejen de estancar este proceso, que ya lleva tres fechas prorrogadas. “Si esto no se firma en diciembre no sabemos si existirá realmente la oportunidad de seguir aplazándolo, ya que el crédito no podrá ejecutarse y se podría perder”, dijo José Antonio Camposano, presidente de la CNA.

Camposano lamenta que las autoridades, hasta el momento, no le hayan dado la debida prioridad para impulsar esta política. El préstamo, dice, no es el único pendiente por resolver. Las empresas que sí han podido invertir bajo contratos de excepcionalidad aún están a la espera de que se definan las tarifas futuras que tendrá la energía, así como los costos que hoy se cobra    por alumbrado público y recolección de basura aun cuando estos servicios son inexistentes en áreas rurales.