
Bananeros sobre el Fusarium: "Lo ocurrido fue la crónica de una muerte anunciada”
En zonas cercanas al foco de infección, Agrocalidad intensifica los controles y protocolos de bioseguridad
La confirmación del primer foco de Fusarium Raza 4 Tropical (FocR4T), en la provincia de El Oro, mantiene en zozobra a los pequeños y medianos productores bananeros. En Santa Rosa, en el sitio El Quemado, donde se encuentra el foco, se intensificaron los controles y protocolos de desinfección con el fin de frenar la propagación del hongo que amenaza al segundo producto de exportación del país, que es el banano.
Agrocalidad mantiene una finca en cuarentena a 500 metros de la vía principal, que conecta a Santa Rosa con bella María, donde se realizan estrictos controles a quienes se dirigen al lugar o requieren atravesar la vía de tercer orden. Vehículos, motocicletas, herramientas de trabajo e incluso machetes son desinfectados con amonio cuaternario de quinta generación. El ingreso de personas también está sujeto a medidas, incluyendo el cambio de botas y el lavado constante en pediluvios improvisados.
Los trabajadores reconocen que la confirmación del fusarium, los mantiene en incertidumbre. “Nos preocupa porque si esto se expande nos quedamos sin trabajo”, dijo Ronald Rodríguez, obrero de una finca vecina. Miguel Eras, otro agricultor de la zona, añadió que “ya se ha confirmado tenemos que tomar todas las medidas. Estamos desinfectando con lo que nos han recomendado”.
El temor crece, luego de que el lunes pasado, el Ministro de Agricultura, Danilo Palacios, confirmara que el desbastador hongo, que ha sido capaz de diezmar bananeras enteras en países asiáticos, fue identificado en una planta de esta finca de 7 hectáreas, ubicada en Santa Rosa.
El temor no es solo sanitario, sino también económico. Muchos pequeños agricultores aseguran que, si la enfermedad se extiende, perderán sus cosechas y también su sustento. Mauricio Jaramillo, comprador de fruta de rechazo, advirtió que “si se llega a expandirse, perdemos todos, productores y pequeños emprendedores. El Estado debe preocuparse por todos, no solo por los grandes”.
Productores reclaman transparencia
El presidente de la Asociación de Bananeros de El Oro, Segundo Solano, mostró su malestar. Asegura que lo ocurrido es “la crónica de una muerte anunciada” y cuestiona la falta de acción previa. “No se han tomado medidas preventivas ni aplicado reales protocolos de seguridad. Ahora se necesita un plan inmediato, no esperar más resultados. A ese productor de siete hectáreas ya infectadas, el Estado debe ayudarlo para contener el foco”, señaló.
Solano reclamó por la falta de pronunciamiento del Ministerio de Agricultura. “Los productores se enteran por los medios de comunicación, no por canales oficiales. Eso también genera miedo y silencio, porque muchos temen que, si denuncian la presencia de la enfermedad, les cierren sus fincas sin apoyo”, afirmó.
El dirigente también cuestionó la precariedad de los controles en frontera y pidió reforzarlos de forma efectiva. “Los arcos de fumigación no sirven, no limpian la tierra adherida a los vehículos. Hay que aplicar protocolos prácticos, no de escritorio”, agregó.
Para Solano, la situación requiere declarar la emergencia, establecer líneas de crédito inmediatas y aplicar modelos de bioseguridad ya probados en países vecinos como Colombia y Perú. “No se trata de esperar, sino de actuar ya con medidas reales en el territorio”, enfatizó.
Solano dijo que la falta de un laboratorio en la zona ha retrasado las confirmaciones. “Cuánto tiempo hemos pedido que se invierta en investigación. Con cinco centavos por caja de banano hubiéramos tenido un centro avanzado para enfrentar esta amenaza”, recordó.

"Es una emergencia grave", adiverte exministro
El exministro de Agricultura, Alfredo Saltos Guale, también considera que el país enfrenta un escenario crítico. “Es muy grave. El Estado debería comprar la finca afectada y destruir el foco para evitar la dispersión del hongo. Sin embargo, debo ser claro: el fusarium es incontenible. Tarde o temprano se expandirá, como ya ocurrió en Asia, Colombia y Perú”, manifestó.
Para Saltos, la única salida a largo plazo es la investigación científica. “Se necesita desarrollar variedades resistentes, como se hizo con la raza 1 hace décadas. Ecuador ha perdido tiempo valioso en este campo. Otros países llevan ventaja y nos dolerá verlos llegar primero a la solución”, advirtió.
Además, señaló que la emergencia no solo es local, sino global. “El banano es el 30% del consumo mundial y es la fruta más barata y accesible durante todo el año. La presencia del fusarium no solo compromete a Ecuador, sino a millones de consumidores en todo el planeta”.
Zozobra en las fincas
En las zonas cercanas al foco de infección, la preocupación también es palpable. Ricardo Castillo, habitante de una hacienda cercana, explicó que sus vecinos improvisan pediluvios y desinfectan herramientas constantemente. “Si esto se propaga, la economía de nuestras familias se desploma. Todos perderíamos trabajo”, dijo.
Los dueños de fincas bananeras han optado por colocar cal, un material químico para desinfectar la entrada de sus haciendas bananeras.
Los pobladores consideran insuficiente la respuesta estatal y piden mayor presencia de las autoridades. “Se necesita comunicación directa y no enterarnos solo por rumores o noticias”, reclamó Jaramillo. Mientras tanto, Agrocalidad y el Ministerio de Agricultura, no se han vuelto a referir al tema.
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