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Sesión. El pleno de la Asamblea alargó y alargó el debate de las reformas al Código de la Niñez condecorando a los Cuerpos de Bomberos.
Sesión. El pleno de la Asamblea alargó y alargó el debate de las reformas al Código de la Niñez condecorando a los Cuerpos de Bomberos.Foto: Karina Defas/ EXPRESO

Para los asambleístas, los niños de Ecuador pueden esperar

Análisis | El nuevo Código de la Niñez quedó en el limbo. Nadie en la Asamblea quiere complicarse con los puntos sensibles

Cinco años en el horno y una eternidad en el limbo. Así se resume la historia del nuevo Código Orgánico de Protección Integral a Niños, Niñas y Adolescentes (COPINNA), obra de tres legislaturas consecutivas que debió tratarse este martes 26 de noviembre de 2024 en la Asamblea Nacional pero del que nadie quiso hacerse cargo.  

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Se trata de un gigantesco borrador de 760 artículos y 113 páginas de disposiciones generales, transitorias, reformatorias y derogatorias (728 páginas en total tiene el informe para primer debate) en el que se incluyen dos temas demasiado sensibles y espinosos como para ensuciarse las manos con ellos en vísperas de elecciones: el de los derechos sexuales de los adolescentes y el del tratamiento e imputabilidad de los adolescentes infractores. Con semejante ladrillo encendido entre las manos se reunieron, pues, los jefes de las bancadas y decidieron que lo mejor sería no decidir nada. Y eso fue lo que hicieron: nada.

Hay que "esperar", señalan los socialcristianos

“Sería saludable poner los conceptos sobre la mesa y esperar”, dijo el socialcristiano Vicente Taiano en rueda de prensa improvisada en el vestíbulo de la sede legislativa. No dijo volver a debatir; o corregir; o revisar; nomás esperar. 

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“¿Unos cuantos años más?”, preguntó a quemarropa un periodista, con un tono de ironía que el legislador no captó. “No necesariamente”, respondió dudoso. Pero a lo mejor sí. A él le preocupa que el sensible asunto de los derechos sexuales, que pone nervioso a un importante sector de sus electores, se convierta en “un agravante a lo que ya vivimos, con la inseguridad, con los apagones”. Así dijo. Se conforma con patear la pelota lo más lejos posible y ya veremos.

Las razones de los correístas

Los correístas tienen sus propias razones para no apurarse: son conscientes de que algunas de sus principales propuestas no obtendrán los suficientes votos de respaldo. Proteger a los adolescentes acusados de homicidio o sicariato para evitar que sean juzgados como adultos; desjudicializar a los que están siendo procesados por extorsión o secuestro y llevarlos a un proceso de mediación sin la interferencia de sus víctimas; eliminar de sus procesos los conceptos de reincidencia y de delito agravado... 

Frente a estas tesis por las que Pierina Correa se juega el todo por el todo, se levanta un informe de minoría presentado por Jorge Peñafiel, de Construye, donde se plantea todo lo contrario. Por eso la bancada de Construye fue la única que quería debatir y someter el proyecto a votación. Otra vez se quedó sola.

Pierina Correa, presidenta de la mesa de la Niñez en la Asamblea
Ponente. Pierina Correa, presidenta de la Comisión de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes, cuestionó la poca importancia que le han dado a la normativa.Foto: Karina Defas/ EXPRESO

La estrategia de Veloz para quemar tiempo

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Para facilitar las cosas (o sea: para empantanarlas), la presidenta Viviana Veloz había incluido en el orden del día un punto específicamente diseñado para quemar tiempo: declaración de beneméritos a los cuerpos de bomberos de la provincia de Manabí, de los 16 cantones de la provincia de Loja, de la provincia de El Oro, de la ciudad de Ambato, de la isla de Santa Cruz, del municipio de Salinas y de los cantones de Mejía y San Miguel de los Bancos. 

Con eso al principio de la agenda estaba garantizado que el COPINNA jamás llegaría a tratarse. Y así fue: lo que pudo hacerse con una sola declaración, una sola moción y una sola votación para honrar a todos los bomberos de la patria de un plumazo, se multiplicó por ocho: ocho discursos muy parecidos entre sí, a cargo de legisladores provenientes de los ocho terruños de los beneméritos; ocho mociones idénticas, ocho resoluciones ídem, leídas en su integridad, ocho votaciones con sus ocho interminables constataciones del cuórum respectivas y su invariable resultado de aprobación por unanimidad… En eso estuvieron entretenidos los honorables desde las 9 hasta pasadas las 12. Y para cuando tocaba tratar el Código de la Niñez ya era hora del almuerzo. Y eso no se toca.

Mientras esta aburridisíma, insustancial, inservible ceremonia se desarrollaba en el salón plenario, los representantes de todas las bancadas se reunían en los pasillos para ponerse de acuerdo sobre cómo sacarse de encima este mamotreto de 728 páginas que nadie había leído ni piensa leer mientras viva porque, en el 99 por ciento de los casos, supera con creces su capacidad de concentración. 

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Lo que sea que se apruebe, el gobierno lo vetará, advirtió Valentina Centeno en tono perentorio. Que vuelva a la comisión para que se consoliden las visiones, soltó alguien de Pachakutik entre los gestos de aprobación de Lucía Posso y los socialcristianos. 

La solución fue mucho más fácil y la impuso la inercia: llegó la hora del almuerzo y la sesión se suspendió sin mediar explicación alguna. Ya tendrán los niños su código de protección cuando no le cueste esfuerzo a nadie.

¿Cómo castigar a los adolescentes?

Mantener la edad de imputabilidad penal en 14 años, para los delitos contra la vida, o bajarla a 12. Castigar esos crímenes con un máximo de ocho años de prisión o con hasta dos tercios de pena mínima que se le impondría a un adulto.

Las posturas del correísmo, de Construye sobre el espinoso asunto de cómo tratar a los adolescentes infractores con irreconciliables.

  • Diálogo. Los puntos álgidos de las reformas al Código empujaron a una intensa reunión entre los legisladores, lo que no sirvió para nada.

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