
Anécdotas de la jornada electoral en Quito: votos, retrasos y mascotas
En tres recintos del sur y centro de la capital hubo hechos curiosos
En la jornada electoral, que debía empezar a las 07:00, no faltaron los hechos anecdóticos, que siempre llaman la atención: desde personas que no lograron un turno en el Registro Civil, para obtener el documento de identidad; mascotas en los recintos y más.
Este domingo 16 de noviembre del 2025, en el Instituto Nacional Mejía, Verónica Borja, de 33 años, votó presentando su pasaporte.
No quiso brindar más detalles, pero comentó a EXPRESO que su cédula de identidad se extravió y no encontró turnos en el Registro Civil para reemplazar el documento. Así que decidió usar el pasaporte porque no quería dejar de cumplir con la votación.
En otro punto de la ciudad, en el Colegio Montúfar, en la avenida Napo, en el sur, la ciudadana Irene Cabezas, reclamaba porque era suplente de una mesa electoral y por no haber llegado antes de las 07:00, no le permitieron firmar la asistencia.
Ella reclamó a la coordinación del recinto electoral junto a otras personas; decía que era la tercera ocasión que el Consejo Nacional Electoral (CNE) la convocaba y que por trabajar fuera de Quito se le hizo tarde. Deberá acudir a la junta provincial para intentar evitar la multa.
Otras personas estaban en su misma condición. Una de ellas decía ser funcionaria del Registro Civil y argumentaba haber tenido que timbrar antes en su trabajo.
Janett Bejarano, coordinadora en el Montúfar, les explicó que durante la fase de capacitación se les informó que era necesaria la puntualidad y que una vez iniciado el proceso electoral, los miembros de mesa debían decidir qué hacer.
A Bejarano, un militar le pidió hablar con uno de los miembros de mesa porque “estaba viendo fútbol en el celular”. Ella acudió para decirle que no se podía usar el dispositivo, pero “me dijo que es abogado y que quiere la normativa legal para la provisión”, comentó.
Finalmente, Irene votó y cuando se disponía q salir del recinto revisó el certificado de votación y se percató de que no tenía la firma de la presidenta de la mesa. Regresó molesta y finalmente se fue del lugar, con el documento firmado.
Las mascotas van hasta a votaciones
En colegios como el Diez de Agosto, Mejía y Montúfar se observó a padres con sus hijos y con perros. Un ciudadano, en el plantel del sur de Quito, decidió dejar a un can amarrado con el collar a un poste hasta ingresar a votar.
En el Diez de Agosto se pudo ver perros pequeños, tipo Chihuahua, pero también grandes, Samoyedo. Al preguntar por qué los llevaron a las votaciones, las personas repetían que las mascotas son parte de la familia y que los domingos siempre los sacan de paseo.
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