
Alza de tarifas en Quito, dilema de Pabel Muñoz: costo político y electromovilidad
Un grupo de transportistas habla de aumento de pasajes a cambio de servicio de calidad con buses eléctricos
El alcalde Pabel Muñoz, al igual que sus pares en Ecuador, no podrá eludir el alza de las tarifas del transporte público. Una ventaja es que el costo político no recaerá directamente sobre él. El aumento es consecuencia de la eliminación del subsidio al diésel. Lo que sí quedará bajo su responsabilidad es decidir si la ciudad avanza hacia la electromovilidad o se queda con autobuses contaminantes y anclados al correteo por el pasajero.
Eso opinan dirigentes y consultores entrevistados. Luis Haro, dirigente de la Compañía de Transportes Catar, adelanta que después de una reunión que se concretará entre martes 14 o miércoles 15 de octubre del 2025 le entregarán al alcalde y a los concejales una propuesta de modelo económico, para avanzar en la nueva tarifa.
”No queremos que después de 12 meses, cuando se termine la compensación que nos entrega el Gobierno (por la eliminación del subsidio al diésel), nos digan que recién van a revisar y tomar decisiones al apuro; todo debe ser técnico”.
En las últimas semanas, luego del decreto ejecutivo 126, por el que el galón del diésel pasó a costar de 1,80 a 2,80 dólares, se han intensificado las reuniones del sector de la transportación de la capital. Haro destaca la unión de las empresas, ante un escenario incierto del valor del combustible, luego de 51 años de subsidio. El precio fluctuará, de acuerdo con la demanda del mercado global.
Esto piensa el alcalde Pabel Muñoz sobre el alza de pasajes, ¿costo político para el alcalde?
Al parecer, el alcalde Pabel Muñoz ha asumido esa realidad. El pasado martes 30 de septiembre del 2025 admitió que aunque no está de acuerdo, la decisión del Gobierno le obliga a dialogar sobre las expectativas del sector de transporte sobre incremento de tarifas.
Es obvio, dijo, “se les ha dado el pretexto perfecto”. Aunque comentó que está abierto al diálogo, para entender sus reclamos. Anticipó que conoce que le dirán que suben significativamente sus gastos de operación.
“La hipótesis es que habrá un nuevo incremento en diciembre. ¿Cuál puede ser el efecto de eso en la exigencia de transportistas en el incremento de pasajes? La decisión unánime de las alcaldías del país es que no podemos ser responsables de una decisión incorrecta”.
¿Es una oportunidad para subir el pasaje y la calidad del servicio de transporte en la capital?
Para Edison Yánez, exgerente del Metro y especialista en transporte, esa declaración del alcalde Muñoz es más que nada política, no técnica. Se pregunta si decidirá que se aumente la tarifa, sin que se implementen cambios. “Si la ciudadanía paga más por el mismo servicio primitivo de transporte, se habrá perdido la oportunidad”, ya que por la coyuntura, provocada por el Ejecutivo, considera, “no será culpa del alcalde sino efecto de la eliminación del diésel”.
Una exconcejala y rectora de instituto de Transporte opina
Patricia Ruiz fue concejala de Quito hasta el 2008 y hoy es rectora de Instituto Superior Tecnológico para la Movilidad e Innovación (Movilis). El transporte -dice- debería verse como un servicio básico, de primera necesidad. Pero el problema, opina, es que las unidades que lo brindan son del siglo pasado. “Son contaminantes, en algunos casos por su tamaño y costo de operación ya no deberían estar en circulación”.
Ahora, apunta Ruiz, los pasajeros son tratados como “costales de papas”, “hay competencia por los pasajeros”.
Sobre el servicio que tiene el quiteño
Antonio Morales, de 54 años, trabaja por el Hospital Carlos Andrade Marín, en Quito. Un vecino lo lleva a la ida, pero de regreso toma la ruta Mitad del Mundo-Universidad Central, en la 18 de Septiembre. “Aunque los buses llegan cada 10 minutos, siempre están llenos. Y siempre suben cantantes y vendedores, pese a que no hay espacio. Al menos respetan las paradas, no como otras rutas”.
Eso sin contar con las múltiples denuncias por infracciones cometidas por conductores de transporte urbano que operan en malas condiciones y que son denunciadas en cuentas como @NoNegligencia:
Con yapa y servicio gratuito de @NoNegligencia y ignorancia garantizada por la @AMT_Quito cuento que el último aprobado en la RTV del DMQ es del 14 de febrero del 2024, nada en el 2025.
— Más allá de los cuentos (@NoNegligencia) October 9, 2025
Como fue el día del amor aprobaron al bus el mismo día del condicional con 3 km de diferencia. https://t.co/MJsWjs7h77 pic.twitter.com/SOn70JCqvU
Yánez, quien asesora a un grupo de transportistas decididos a cambiarse a los buses eléctricos, señala que Quito tiene 50 años de retraso en este servicio. Pide que se concrete un modelo de gestión para las operadoras, la caja común y más, para ofrecer calidad. “Voy a un chifa, pido el mejor plato; no lo tendré, si sus procesos en la cocina no son adecuados”.
Patricia Ruiz
Carlos Brunis sobre el aumento de pasajes
Carlos Brunis, presidente de la Federación de Transporte Terrestre de Pichincha, anota que la tarifa real sería de USD 0,65. Hoy se paga 0,35; menos los adultos mayores y estudiantes, 0,17. Pero aclara que se la debe calcular tomando en cuenta la tarifa socialmente justa.
Luis Haro, como otros transportistas, pide que se sinceren los costos de operación. Espera que el Concejo Metropolitano no pida mantener el modelo de pago por kilómetro recorrido y pasajero trasladado, “así se mantendrá la guerra por el centavo; acelerando para recoger a más usuarios”.
Edison Yánez añade si no se sincera el costo de operación, es decir lo que se invierte para mover los buses, no pueden invertir y ofrecer calidad. Así, señala que en 2013 se determinó que para una flota de 50 buses se requiere una planta de 40 personas, pero el Municipio solo reconoce el costo de 12, al calcular la tarifa.
Mientras que, por ejemplo, el trole tiene 2.000 trabajadores, para 200 buses. Por cada unidad paga 10 personas. “Ahí se subsidia la ineficiencia, mientras el estándar internacional dice hasta 3.5 personas por unidad”.
Los operadores piden analizar la posibilidad de nutrir el Fondo Metropolitano de Transporte y si los contratos que tienen con el Municipio podrían extenderse de 10 a 15 años, para endeudarse en ese plazo con unidades eléctricas. La Secretaría de Movilidad aún no contesta a esas preguntas, enviadas por este medio de comunicación.
Contexto
En la alcaldía de Jorge Yunda se estableció que se subía el pasaje si se cumplía con parámetros de calidad, pero en la de Santiago Guarderas, todos pasaron con declaración juramentada.
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