
Alfredo Ortega: Había que repotenciar hospitales; equipos eran dañados a propósito
El hombre de confianza de Guillermo Lasso habló sobre los excesos en el sistema de prestadores externos de salud
El empresario llega con un retraso de una hora al salón de reuniones de su compañía, Diteca, donde citó a un equipo de este Diario para ofrecer una entrevista que intentó declinar a última hora.
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P: Exfuncionarios del IESS, doctores, pacientes del Seguro califican de abuso las irregularidades que se registraron en torno al sistema de prestadores de salud externos. ¿Cuál es su lectura?
R: Desde que se desarrolló exponencialmente el tema de los prestadores de salud del IESS y del MSP, me parece que fue a partir del 2009 en adelante, considero que el desarrollo fue con una buena intención, porque la institución no tenía la debida organización. Estaba debilitada. Con una buena intención se contrataron servicios privados, pero con el tiempo esos servicios se distorsionaron. Se conocieron algunos abusos.
P: Eran notorios, tanto la causa como el efecto: las falencias del IESS y la necesidad de buscar apoyo...
R: La capacidad operativa de los hospitales disminuyó, entonces no alcanzaban a dar la atención que la gente requería. En esa época hubo despidos de médicos valiosos y se trajo también médicos del exterior (años del correísmo) para supuestamente reforzar. Lo que tenía que haber hecho la institución en ese entonces, estoy hablando hace más de quince años, era fortalecer las unidades médicas, tecnificando los hospitales. No necesariamente todos.
P: ¿Qué se hizo en su gestión para repotenciar los hospitales más importantes del IESS?
R: Había que repotenciarlos. Es un tema muy complejo en la parte operativa. Se dañaban equipos, unos por antigüedad, otros por falta de mantenimiento y otros a propósito. En eso se hizo un trabajo de visitas sorpresa. Inmediatamente teníamos que hacer la renovación pertinente. Hay hospitales cuyas condiciones físicas no admiten más, como el Teodoro Maldonado.
El contraste entre el sector de salud pública y el sector de salud privada
P: Hay un evidente contraste con lo que pasó en ciertos sectores de la salud privada...
R: Se crearon más o menos 460 prestadores a nivel nacional, de los cuales, si la memoria no me falla, solo en Guayaquil eran 170 aproximadamente. Muchos fueron prestadores extraordinarios que salvaron vidas y otros que desafortunadamente, como en todo, no prestaron el servicio apropiado a la comunidad.
P: ¿Qué significa que no prestaron el servicio apropiado?
R: Seguramente abusaron en el servicio que brindaban. Cobraban, algunos, seguramente un poco de más. O (los usuarios del IESS) iban por algo y resulta que tenían otros síntomas adicionales. Y fue una exageración también en los cobros hacia la institución.
P: Y esos cobros en volumen representaron millones...
R: Para que tenga una idea, en nuestra gestión, en el año y medio en que estuve en la institución, se pagaron aproximadamente 1,7 billones de dólares (1.700 millones de dólares) y también se pagó deuda vieja desde el año 2011.
P: Los controles flaquearon. ¿Ustedes qué hicieron?
R: Definitivamente. ¿Quiénes hacían las auditorías de estos prestadores? El mismo personal del IESS. Los mismos coordinadores provinciales de salud. Entonces, a ratos podíamos decir que eran juez y parte, y se prestó a muchos malos usos, malos manejos. Se requería un tercero imparcial. Una institución ajena al IESS que confirme la veracidad de los trabajos. Todo nació también en una de las tantas conversaciones con el delegado del Fondo Monetario Internacional. Nos solicitaron una auditoría de los servicios de salud desde el 2017 al 2021. Contratamos a una empresa hermana de la Espol, Espoltel.
Las acciones que se impulsaron, según Alfredo Ortega
P: ¿Y se impulsaron acciones legales o administrativas en contra de ciertos prestadores?
R: Nos percatamos de algunos actos indebidos y se presentaron los trámites. No sé si a través de la Dirección General, pero lo hicimos a la Contraloría General del Estado y, pues, en algunos casos, puntualmente al final de nuestra gestión, se tuvieron que cancelar unos cuantos convenios de prestadores de salud. Eran más de 10, porque había actos indebidos que no calzaban. Entonces, cuando usted firma el convenio como clínica privada, usted le dice: ‘Tienes que hacer las cosas de esta manera. Cuando lo violentas, ya no tengo por qué tener la relación contigo’. Y en efecto lo cortamos.
Al final de la gestión de Alfredo Ortega, la Dirección de Salud suspendió a varios prestadores externos. Los señalaron por el caso de miles de llamadas de números repetidos para agendar citas médicas en centros de los mismos prestadores (anotación de la redacción).
P: ¿Cuál fue el avance de esos reportes a la Contraloría? ¿Hubo indicios de responsabilidad penal?
R: Presumo que el director general habrá enviado el reporte pertinente a la Contraloría (...). Esto fue al término de mi gestión. De ahí en adelante no le sabría decir qué hizo la Contraloría ni tampoco si quienes nos sucedieron en funciones los habrían abierto (a prestadores).
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