
Voces ciudadanas que transforman Quito: quebradas, civismo y patrimonio
Las iniciativas van desde lo ambiental hasta lo cultural y cívico
En medio de una ciudad marcada por problemas de gestión, deterioro del espacio público y amenazas al patrimonio, distintos actores ciudadanos han asumido un rol protagónico. Desde la recuperación de quebradas hasta campañas de civismo e iniciativas de divulgación histórica, hay quiteños que impulsan acciones que complementan y cuestionan.
La lucha por las quebradas de quito
La madrugada en que la quebrada Carretas se desplomó, Estefanía Pabón pensó que era un temblor, pero se trataba de la erosión que ponía en riesgo a decenas de familias. Aquella fractura marcó el inicio de una lucha que no se detuvo.
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Desde 2004, las descargas provocaron el deterioro de la quebrada del norte de Quito. En 2022, una acción de protección logró un hito histórico: la sentencia del río Monjas, que por primera vez responsabilizó al Municipio por el daño ambiental. Así, se consiguió la descontaminó el cauce y se invirtió $2 millones en su recuperación.
Pero para Pabón la batalla no terminó ahí. Nació el colectivo Vigilantes de la Quebrada Carretas y, con él, una lucha más grande con todas las quebradas de Quito, convertidas en alcantarillas a cielo abierto.
El precedente de la sentencia impulsó la creación de la Ordenanza Verde-Azul y de la Unidad de Microcuencas en la Secretaría de Ambiente. Luego surgió la Fundación Quebradas Vivas, que hoy maneja 11 proyectos.
Pabón insiste en que el cuidado no depende solo del Municipio. “La gente sigue viendo las quebradas como botaderos o construye sobre ellas. Hay que dejar de quejarse y más bien hay que informarse y activarse”, dice.
Ciudadanos que exigen técnica y gestión
En otra trinchera está Rocío Bastidas, presidenta del Cabildo Cívico, una organización de la sociedad civil de control social. Este año trabajaron en 12 ejes, todos atravesados por un mismo diagnóstico: la falta de gestión, de personal técnico y de acción.
En movilidad, por ejemplo, Bastidas menciona que no existen vías transversales este-oeste que se articulen con el Metro, ni se retoman propuestas para el valle de Tumbaco que tienen más de 15 años, como el metroférico. El caos y la siniestralidad hablan por sí mismos.

El manejo de residuos sólidos también inquieta al Cabildo. La búsqueda de una alianza público-privada para el complejo ambiental del Inga incluiría un componente de coprocesamiento para incinerar la basura. “Más del 60% de los desechos que se generan a diario son orgánicos; la incineración no es la vía y produce nanopartículas que quedarían en el aire”, advierte.
El patrimonio tampoco escapa a las alertas: construcciones en zonas protegidas como Guápulo, demoras en inventarios arqueológicos en Guayllabamba, a decir de Bastidas, “muestran una improvisación y una política laxa”. “No estamos para aplaudir a ningún alcalde, sino para observar y exigir transparencia”, sostiene.
Para la activista, la sociedad civil bien formada e informada puede marcar la diferencia e incidir en las políticas municipales que considera son laxas y, en muchos casos, incluso se formaliza lo informal.

La historia se difunde en redes sociales
En redes sociales, el investigador histórico Héctor López libra otra batalla: recuperar la memoria de la ciudad haciendo que la historia sea atractiva para los más jóvenes.
Desde 2016 publica contenido relacionado con la historia de Quito y el país. Su estrategia ha sido romper con la solemnidad. “No es que no les gusta la historia, es cómo la cuentan”, dice. Así nacieron sus formatos como el ‘chismesito’ y datos curiosos, narrativas más dinámicas. Ese giro permitió que nuevas generaciones se interesen por personajes y procesos históricos que antes se sentían ajenos.
López recuerda una idea de Benjamín Carrión y es que Ecuador puede no ser una potencia económica o militar, pero sí cultural. “La cultura es una inversión a futuro y falta visión”, insiste. Su misión es humanizar a los personajes históricos y recordar que el patrimonio pertenece a todos.

Si bien crear contenido no es una tarea fácil y toma horas de trabajo, también genera una comunidad, una que habla de Quito, de su origen y de su valor.
El civismo vuelve al Centro Histórico
En el Centro Histórico, la creatividad y el civismo se unen de formas inesperadas. El publicista y analista político, Leonardo Lasso, a través de la iniciativa De vuelta al Centro, creó una plataforma de pedagogía cívica que junta a personajes históricos con comerciantes reales.
En los videos animados que forman parte de la campaña, Tránsito Amaguaña y Eugenio Espejo llegan al Centro en Metro y Cantuña se hace una limpia con una hierbatera porque “lo persiguen los diablos”.
“Se trata de que personajes históricos interactúen con pequeños comerciantes de la zona, de valorar las tradiciones y reforzar buenos hábitos: ser amables, no botar basura, cuidar el patrimonio”, señala Lasso.
Durante años, agrega, Quito dejó de elaborar campañas de educación ciudadana, por ello es necesario retomarlas para tener una mejor convivencia.
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