
Vecinos alertan sobre el aumento de delitos en Cumbayá
Moradores aseguran que gran parte de los asaltos los comenten motorizados. Van sin placas y con dos ocupantes a bordo
Los recientes hechos delictivos en Cumbayá han generado preocupación entre los residentes de este sector del valle de Tumbaco, ubicado al oriente de Quito. Lo que alguna vez fue un lugar donde se podía caminar a cualquier hora sin temor, hoy se ha convertido en una zona de creciente inseguridad, según denuncian los vecinos.
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Durante los últimos seis meses, los robos perpetrados por hombres motorizados han aumentado, asegura la comunidad, y el reciente asalto a un cajero automático de una entidad bancaria ha encendido aún más las alarmas. Ante esta realidad, los moradores han expresado su inquietud por la falta de patrullajes y un control policial efectivo.
Oscar Hidrobo, residente del barrio San Marcos, relata cómo la delincuencia ha avanzado incluso en urbanizaciones con guardias. “Los ladrones ingresan, amarran a los dueños y huyen con sus vehículos. Antes podíamos salir con tranquilidad a cualquier hora, pero ahora no. Una vecina fue golpeada cuando intentaron robarle el teléfono en la mañana”, cuenta. Aunque existen tres Unidades de Policía Comunitaria (UPC) en la parte central, en San Juan de Cumbayá y en Lumbisí, los vecinos consideran que su cobertura es insuficiente.
Desde el barrio San Marcos, su presidente, Álex Pozo, afirma que la inseguridad ha aumentado notablemente. “Era un pueblo tranquilo, pero ahora los robos son frecuentes. Tenemos chats comunitarios, pero cuando hay emergencias no llegan a tiempo”, señala.
Para contrarrestar el problema, los moradores han instalado cámaras y alarmas con fondos propios, con una inversión de alrededor de 3.000 dólares.
En San Roque, otro barrio de Cumbayá, el presidente José Palacios comenta sobre la multiplicación de problemas, desde un intenso tráfico en horas pico, hasta microtráfico y robos con armas blancas. Recuerda hechos delictivos como el robo al cajero de una farmacia, al que lo hicieron explotar, y de unos lingotes de oro. “La Policía no se da abasto para una zona grande como Cumbayá”, dice.
Se ayudan de chats comunitarios
Una de las acciones que se planteó en el barrio desde el lado del Municipio para que haya una mejor organización fue la conformación de los comités de seguridad. Sin embargo, Palacios asegura que no prosperaron debido a que se generó una especie de doble directiva, lo que trajo inconvenientes.
Como alternativa, en San Roque se están socializando normas de convivencia en temas de seguridad, espacio público, mascotas, entre otros. También cuentan con un chat comunitario en el que alertan, por ejemplo, si hay personas sospechosas merodeando el sector.
Otra situación que indica Palacios es que al ser considerados la nueva zona rosa, los fines de semana las calles colapsan con vehículos estacionados a los costados y personas consumiendo licor en la vía pública. Por ello piden más operativos a la Agencia Metropolitana de Control.
Marchas en Tumbaco
En Tumbaco se vive una situación similar. Hace más de un mes y medio, los vecinos de la Tola Chica 3 organizaron una marcha pacífica para exigir mayor presencia policial y patrullajes, además control a los bares y licorerías que se han instalado en la avenida Universitaria, una transitada y comercial arteria.
José Guamán, miembro de la Comisión de Seguridad, señaló que ya no pueden caminar tranquilos debido a los constantes robos que se cometen, principalmente en motos. El hombre recordó que hace seis meses hicieron una convocatoria por la misma razón, sin conseguir acciones por parte de la Policía.
Uno de los puntos conflictivos del barrio es la calle Juan Larrea. Gustavo Pazmiño, presidente de la Comisión de Seguridad de la Tola Chica 3, mencionó que ahí los antisociales aprovechan que es un lugar con poca iluminación para robar, especialmente a los chicos de una unidad educativa cercana.

Ese mismo mes, antisociales asaltaron una tienda en la av. Universitaria y se llevaron 5.000 dólares. Meses atrás ocurrió lo mismo en una farmacia. “No vamos a permitir que se tomen nuestro barrio”, dijo Pazmiño.
Y el panorama no ha cambiado por lo que los vecinos nuevamente convocaron a una marcha para el 26 de abril, pero se suspendió por la intensa lluvia que cayó ese día. Marco Veintimilla, parte de la directiva del barrio, comenta que la mayor preocupación radica en una presunta banda delictiva que viviría en la Tola Grande.
Según comenta, el dueño de una vivienda del sector fue agredido cuando intentó que los ocupantes salieran del lugar e incluso lo tendrían amenazado. “La Policía tampoco puede actuar porque necesita una orden, pero la realidad es que vivimos en zozobra”, sostiene.
Veintimilla también hizo un llamado a los propietarios para que antes de alquilar una casa verifiquen que todos los documentos estén en regla y así evitar este tipo de incidentes.
Asimismo, en el sector, los vecinos han identificado que una misma banda delictiva es la que cometería los delitos en ambas zonas y, en cada atraco, cambian de moto. Ahora están planificando otra marcha que incluye a la Tola Chica, la Tola Grande y la Morita.
EXPRESO contactó a la Policía del Distrito Tumbaco para obtener cifras y conocer sus acciones frente a la problemática que relatan los moradores, pero hasta el cierre de esta publicación no hubo respuesta. Solo se informó que los delitos han decrecido en la zona.
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