Durante cuatro años, el mal estado del techo de la antigua casa colonial en donde funciona la Toca de Asís, ubicada en El Tejar, amenazó la obra social que se realiza en el lugar.

El hermano Josafa, custodio del instituto, recuerda que la estructura estaba totalmente rota, con filtraciones e incluso con peligro de que se cayera. Esto dificultó transitar en el área en donde más de 100 personas en situación de calle son atendidas con alimentación, ropa y productos higiénicos para asearse en las instalaciones de la casa.

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Debido al interés histórico en la casa colonial, la Universidad Internacional de La Rioja, junto con la Fundación Parentes, impulsaron la rehabilitación de la cubierta del pabellón pastoral.

Los trabajos consistieron en determinar elementos que podían ser reutilizados o reparados, se demolieron muros inservibles y se prepararon los nuevos perfiles para soportar la cubierta. Posteriormente se colocó una de acero específica para garantizar el mantenimiento de la estructura antigua, complementada con todo tipo de componentes de construcción y culminado el conjunto con la instalación de la teja.

Diego Cordero, contratista y supervisor de la obra, señaló que los retos de la rehabilitación fueron mantener toda la estructura en pie y su tipología original y colocar la plancha de acero en lugar de las de asbesto cemento, que normalmente se usan en construcción.

"Conseguimos conservar casi la totalidad de la madera existente, luego de un gran trabajo de recuperación”, explicó.

Con la reparación, la Toca de Asís retomó sus actividades normales. El tiempo que duraron los trabajos, los franciscanos atendieron en los exteriores debido a que se corría el riesgo de que la estructura se caiga. 

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