La descentralización de los espacios culturales ha sucedido de forma orgánica en la capital, desde que hace algunos años se ha venido observando el surgimiento de lugares alternativos a los entes estatales para la expresión de la cultura.

• El edificio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en el centro-norte de Quito ha concentrado históricamente los eventos culturales. Entre 2016 y 2018 la capital comienza a observar el surgimiento de iniciativas independientes que presentan propuestas culturales distintas.

Es este principio el que se busca potenciar ahora que los espectáculos y la reactivación económica (y cultural) vuelcan nuevamente a las personas a las casas culturales.

“Estos son espacios que han funcionado independientes al apoyo estatal, mediante su propio financiamiento”, afirma Santiago Campossanti, asistente de fomento artístico y cultural del Núcleo Pichincha.

Agrega que se busca crear nuevas formas de gestión cultural que se alejen de la tendencia que existía de centralizar estas manifestaciones en la Casa de la Cultura, dando ahora paso a las instituciones autónomas y autogestionadas.

“Son lugares que tienen una cultura más variada y que entienden la cultura mucho más allá de las artes, es decir una visión más antropológica”. En otras palabras, que la cultura se centra en los barrios y centros culturales, vinculando las prácticas artísticas con espacios de encuentro que permiten la colaboración de la comunidad.

Con esta intención, el Núcleo Pichincha ha convocado a varias organizaciones como Casa Pukará y Turubamba, entre otras en distintas zonas de la capital, para así examinar las problemáticas que aquejan a estos sectores, a esto le llaman la Ruta-K.

“Se está hablando de ordenanzas públicas, de buenas prácticas, de puntos seguros, educación, entre otros temas”, especifica Campossanti.

Para esto se han organizado doce mesas de trabajo en las que se reúnen actores culturales, emprendedores y funcionarios del sistema cultural nacional, para diseñar una planificación que será presentada ante la Asamblea Provincial de Cultura.

Para el sector artístico la pandemia significó un golpe muy fuerte, ya que las prácticas culturales dependen de la presencialidad para generar estrategias colaborativas y espectáculos donde sea posible recaudar fondos, por lo que las instituciones buscan nuevas maneras.

Legislación

La jurisprudencia municipal todavía no contempla una figura que haga referencia a las casas culturales y que establezca una dinámica para el pago de impuestos. Estos lugares deben registrarse como restaurantes, bares u otros.

Circuitos

La descentralización de las manifestaciones culturales y la abundancia de lugares promueven la creación de circuitos culturales que conecten los emplazamientos y permitan un orden en el recorrido de los espacios propuestos en la capital.

Integración

Otro de los desafíos constituye la integración e interrelación con la comunidad circundante, para que el arte responda también al entorno y sea un vehículo para la expresión de las necesidades de cada sector.