
El peatón primero: así se construye un nuevo sendero seguro en Cumbayá
En Cumbayá se han identificado puntos críticos para los transeúntes. La caminabilidad se complica en ciertas zonas
Cada mañana, José, estudiante del Colegio Nacional Cumbayá, se enfrenta a lo que se ha convertido en un desafío: cruzar las calles aledañas a la institución. Como si fuera un agente de tránsito improvisado, levanta su mano para detener a los conductores y permitir el paso de sus compañeros.
Le invitamos a leer: Un hombre saltó a las rieles del metro de Quito; ¿cuál fue la sanción?
La escena refleja una realidad que preocupa tanto a los padres de familia como a los moradores que es la falta de infraestructura vial segura en una zona estudiantil.
El colegio, con aproximadamente 1.500 alumnos, está rodeado por una intersección en forma de “Y”, formada por la av. Del Ferrocarril y la Eloy Alfaro, con cuatro carriles de doble vía. Para Mauricio Ochoa, quien camina a diario por el sector, la alta velocidad a la que circulan los vehículos y la falta de respeto por los pasos peatonales provocan que el cruce sea un peligro. “En horas pico es aún más complicado”, señala.
Incluso la colocación de rompevelocidades no ha sido suficiente para reducir los riesgos. “Los conductores siguen manejando rápido, distraídos en el celular. El otro día, casi atropellan a una niña”, relata Elizabeth Castro, dueña de una papelería ubicada frente a la unidad educativa.
Para mitigar estos problemas, se plantea la construcción de un sendero seguro que recorrerá 742 metros lineales desde la calle Cristo Rey hasta la Medardo Silva y Aurora Estrada, el cual cruzará la avenida Interoceánica. La iniciativa busca conectar barrios tradicionales, complejos habitacionales y el estadio San Juan, para brindar una ruta más accesible para los transeúntes.
Puntos críticos para los peatones
En Cumbayá se ha identificado algunos puntos críticos para los peatones. El consultor en temas de movilidad, Sebastián Arias, menciona que el eje que abarca El Cebollar, la María Angélica Idrobo y el redondel de los Bañistas es uno de los sectores con mayor siniestralidad, con alta presencia de atropellamientos. “Se debe garantizar la seguridad de los estudiantes, quienes a diario cruzan la zona para tomar sus buses”, dice el especialista.
Otro problema que identifica es que, según un estudio de 2023, más del 85% de las aceras no cumplían con la normativa de urbanismo, con obstáculos que dificultan la caminabilidad. Además, las rampas no cumplen las condiciones óptimas y, en ciertos tramos, como el puente de los bomberos, ni siquiera existe espacio para que caminen los peatones, lo que los obliga a bajar a la vía.
Por ello, Arias señala que se debe contemplar la instalación de señalización escolar diferenciada, pasos peatonales elevados y semáforos específicos para facilitar el cruce seguro.
Al tratarse de una zona escolar, el especialista recuerda que la normativa exige un límite de velocidad de 30 km/h, aunque lo recomendable son 20 km/h. También se plantea la reducción del ancho de los carriles para obligar a los conductores a disminuir la velocidad. “Son un conjunto de medidas, es decir, una pacificación vial”, sostiene.
En 2023, solo en el eje de la calle María Angélica Idrobo se registraron 11 atropellamientos, lo que evidencia la urgencia de estas intervenciones en esa zona del valle.
El sendero estará a finales de año
Desde la Administración Zonal Tumbaco, Julio Valdivieso menciona que la implementación del sendero seguro se fundamenta en los informes técnicos de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) que confirmaron que la zona registra altos índices de siniestralidad debido al exceso de velocidad. Frente a ese escenario, es necesario mejorar la movilidad de los peatones y también de los vehículos.
Por las particularidades de la parroquia, agrega Valdivieso, se debe priorizar la seguridad del peatón sin descuidar las condiciones de tránsito. Al momento, la obra está en un proceso precontractual y está previsto que la ejecución se haga en lo que resta de año.

En paralelo, iniciativas como “Calles para la Vida” han comenzado a implementarse en zonas de alta siniestralidad, cuyo objetivo es pacificar el tránsito y dar prioridad al peatón.
El jueves 15 de mayo de 2025 se realizó una intervención urbana en la intersección de las calles Gonzalo Pizarro y Francisco de Orellana, en Tumbaco. En el sector está la Unidad Educativa Municipal Rafael Alvarado, en donde se pintó cruces cebras, reductores de velocidad y zona 20 km/h, mediante la instalación de demarcaciones viales de alta visibilidad.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!