
La Ruta Viva empeora: la concesión aún es un tema pendiente
El proceso para mejoramiento de vía está con retraso. A finales de agosto se retomaron los trabajos de bacheo
Los reclamos por el mal estado de la Ruta Viva no ceden. Baches, huecos, grietas y material suelto afectan diariamente a miles de conductores que usan esta arteria que conecta a Quito con el aeropuerto de Tababela y con parroquias del valle de Tumbaco. A pesar de que existe un proyecto de rehabilitación y ampliación a través de una concesión privada, el proceso ha sufrido demoras que han postergado cualquier mejora real.
Le invitamos a que lea: Tumbaco, la parroquia con más sancionados por quemas forestales en Quito
¿Qué pasa con la concesión?
Para Andrés Proaño, quien recorre esta vía hasta cuatro veces al día por trabajo, los daños han sido costosos. “Se me comió una llanta y me tocó cambiar las dos mesas. En total, gasté más de 200 dólares por el mal estado de la vía”, comenta. Según él, los trabajos de bacheo no duran y el material colocado se desprende con rapidez.
La situación, sin embargo, no cambiará a corto plazo. Aunque en marzo pasado el Concejo Metropolitano aprobó la declaratoria de utilidad pública de un proyecto de iniciativa privada para la ampliación y mantenimiento de la Ruta Viva, el avance ha sido más lento de lo previsto.
Luego de la aprobación inicial, el proyecto debía ser incorporado al portafolio de la Secretaría Técnica de Alianzas Público-Privadas (APP) del Gobierno. Recién, el 15 de agosto se oficializó su publicación en el Registro Oficial, paso necesario para que la empresa proponente inicie los estudios de prefactibilidad.
Álex Pérez, secretario de Movilidad, señaló que mientras eso no ocurría, el proponente no podía iniciar los estudios. Según el funcionario, el retraso se debió a que la Secretaría de APP recién lo incluyó en el portafolio.
Ahora, con el proyecto formalmente inscrito, la empresa ya empezó los primeros estudios, comenzando por el análisis de señalización a lo largo de los 12 kilómetros de la vía. No obstante, los cuatro meses estimados para esa fase ya no se cumplirán en 2025, debido al tiempo perdido.
Mientras avanza el proyecto de concesión, la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) retomó intervenciones mínimas. Pérez menciona que no se realiza una rehabilitación total y los trabajos se enfocan en que tenga una buena traficabilidad.
Pero para los usuarios de la arteria vial, eso no es suficiente. María Eugenia Peñaherrera, quien vive en Puembo, sostiene que “cada dos o tres meses vuelven los huecos, no hay solución”. Coincide en que una administración privada podría garantizar una vía en mejores condiciones.
Desde su inauguración, en 2014, la Ruta Viva no ha tenido una intervención integral. Esta situación también preocupa por la alta siniestralidad que se registra en la vía. En febrero, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) anunció que evaluaba instalar barreras New Jersey como medida para mejorar la seguridad vial, pero hasta ahora no hay avances visibles.

Pronunciamiento del Concejo
El concejal Andrés Campaña, quien reveló el costo tentativo del peaje, reconoce que la concesión es una alternativa viable frente al deterioro de la vía, pero advierte que el valor estimado puede generar resistencia: 10 centavos por kilómetro recorrido, una tarifa que supera a otras como la Autopista General Rumiñahui (3,35 centavos por km recorrido), o el de Calderón- Guayllabamba (4 centavos por km recorrido).
“El Concejo deberá volver a pronunciarse cuando se presenten los estudios finales. Pero ese valor podría ser un punto crítico para los usuarios”, dijo Campaña. En total, la inversión estimada del proyecto asciende a 621,57 millones de dólares.
El especialista en transporte y movilidad, Mario Villagómez, indica que el problema no se resuelve con bacheos esporádicos. Señala que la vía ha perdido su rugosidad y el pavimento ya cumplió su vida útil, lo que disminuye la adherencia de los frenos, aumenta el riesgo de siniestros de tránsito.
Para Villagómez, se requiere una reconstrucción del pavimento, pero eso implica una inversión alta con la que no cuenta el Municipio.
César Arias, experto en temas de movilidad, coincide con Villagómez y agrega que el proyecto de ampliación de la Ruta Viva, de Puembo hacia Oyambarillo, es vital debido a que la lnteroceánica, entre el redondel de Puembo y el de Pifo, está sobresaturada y congestionada.