Unos 2000 metros cúbicos de lodo y restos de vegetación, casi el volumen de una piscina olímpica, se deslizaron por las calles del barrio La Pulida, la noche del sábado pasado.

Para el Municipio de Quito la causa fue el desbordamiento de la quebrada Pulida Grande debido a las torrenciales lluvias de los últimos días. ¿Se podía evitar? Karina Santamaría, jefa de la Unidad de Mantenimiento de Captación y en Quebradas, dice la quebrada de este barrio recibió dos intervenciones y que, gracias a las labores de limpieza, la emergencia no terminó en desgracia.

Las intervenciones se las hicieron el 30 de marzo y el 11 de abril. El personal municipal limpió y extrajo sedimentos, producto de las lluvias de este mes.

El personal de esta unidad realiza monitoreos constantes a las quebradas y mantiene una planificación de intervención semestral. Sin embargo, Santamaría dice que, si en estos días se determina la necesidad una intervención emergente, se la realizará.

Uno de los colectores de la quebrada, en La Pulida Alta, logró retener la mayor cantidad de sedimentos. Se calcula que alrededor de 40.000 metros cúbicos se encuentran allí, por lo que las tareas de limpieza tomarán algunos días.

Esta cantidad de material es la que la Epmaps retira de un año de limpieza en las 138 estructuras de captación que tiene en todo el Distrito Metropolitano de Quito.

Para Juan Andrango, mayor del Cuerpo de Bomberos, la forma de evitar estas emergencias es una tarea compartida. Por un lado, las autoridades municipales deben mantener limpias las quebradas, por otro, las familias del sector deben cuidar su entorno y no hacer de la quebrada un botadero de basura o desechos de las obras de construcción.

Entre los materiales que arrastró el caudal de lodo están residuos de colchones, muebles viejos, botellas, llantas que sumaron 43 metros cúbicos, algo más de seis volquetas.

"No se deben destruir los lugares destinados a la recolección de agua... Eso produce aluviones." Su recomendación es que los vecinos "tengan limpias las vertientes naturales, los ductos, las alcantarillas."

Christian Rivera fue director Metropolitano de Gestión de Riesgos del Municipio y es docente universitario. Su criterio es que existen varios factores que incidieron en este aluvión. El primero es el hecho de que haya gran una gran cantidad de escombros y basura en el interior de esta quebrada, por un lado.

Otro factor es el crecimiento urbano sin planificación. "Las quebradas cumplen un rol natural, estos accidentes geográficos son los drenajes de las aguas lluvias" recuerda.

En el barrio La Pulida, San Carlos se oyeron gritos de angustia. "Fue un susto el choque de agua contra la casa. Gracias a Dios no hay pérdidas humanas, pero si materiales.

Agradezco al Cuerpo de Bomberos, al personal del Municipio que han estado aquí ayudándonos." contó Roberto Osorio.

"Alrededor de la una de la mañana ingresó el agua a la vivienda, perdimos todo lo que teníamos. Es un error de la comunidad arrojar todo a los ríos y quebradas, esto es lo que causa los taponamientos  e inundaciones" dijo Nelson Sarzosa, morador de La Pulida.

La emergencia les hizo recordar las escenas de marzo del 2019, cuando un río de lodo se llevó los autos parqueados en las vías, contenedores y todo lo que encontró a su paso. Aquella vez, los barrios Osorio, Pinar y La Pulida fueron afectados.

Este vez el daño fue menor. 20 casas y 22 familias del sector de La Pulida baja o Chica y San Carlos Alto resultaron con afectaciones en lo material. 

Rivera recuerda que el barrio La Pulida es uno de los 70 puntos susceptibles a movimientos en masa aluviales. Entre los barrios que están en riesgo son La Comuna, el Pinar Alto, Atucucho y otros.

"Aquí es un tema de corresponsabilidad. Durante muchos años, el Municipio no ha hecho un control de ese crecimiento urbano, pero también la gente ha construido y ha rellenado donde antes eran quebradas", subrayó.

El personal operativo de la Empresa de Agua continúa con las tareas de limpieza y desalojo de material. Emplea ocho volquetas, tres excavadoras, una grúa de excavación profunda,  una bomba de succión y dos hidro succionadores.

EXPRESO consultó a una asesora del alcalde electo Pabel Muñoz, sobre las acciones a realizar a penas inicien sus funciones. Dijo que el 10 de mayo, en rueda de prensa, el nuevo alcalde se referirá a todos los temas.

Gabriela Yangüéz, administradora zonal Eugenio Espejo, comentó que le emergencia sucedió aproximadamente a las 02:00 de este domingo, una hora en donde las personas del barrio son especialmente vulnerables, pues todas las familias están en casa y dormidas.

"Bomberos de Quito está apoyando con la limpieza de las casas afectadas y seguimos trabajando con las instituciones municipales en la limpieza de vías públicas y domicilios. Se encuentra instado un puesto de Mando Unificado en San Carlos, desde ahí se esta coordinando las operaciones y atendiendo todos los puntos afectados.

Tras la evaluación la Empresa Metropolitana de Seguridad activó la asistencia humanitaria. Personal entregó kit de alimentos no perecibles, toallas, frazadas, kit de higiene personal y electrodomésticos a los afectados.

Otra emergencia el La Pulida ocurrió en  enero del año pasado. Se dio un deslizamiento de tierra que sorprendió a Teresa Plúa. Escombros cayeron dentro de su vivienda. Ahora hay temor de que la historia se repita. 

Ayer entre los moradores de hablaba de comprometerse a cuidar la quebrada y denunciar a los que botan basura.