
Transporte pesado registra una reducción de asaltos en carreteras
Transportistas pesados reconocen reducción del 20 % en asaltos, pero exigen más control en carreteras
La Federación Nacional de Transporte Pesado del Ecuador destaca los avances en seguridad vial gracias al retorno de la Policía Nacional a las carreteras. Sin embargo, señala que los recursos aún son insuficientes y urge al Gobierno a cumplir con los compromisos pendientes, como la implementación de playas de estacionamiento seguras.
Hernán Amores, vocal de la Federación Nacional de Transporte Pesado del Ecuador y representante de la provincia de Cotopaxi, informó que los índices de inseguridad en las carreteras del país han disminuido un 20 % desde que la Policía Nacional retomó el control de las vías estatales. Esta acción fue posible tras varios encuentros entre el gremio y autoridades del Ministerio de Gobierno, Ministerio de Obras Públicas y la Policía Nacional.
“Gracias a estas mesas de diálogo, la Policía volvió a controlar rutas que antes estaban abandonadas. Sin embargo, los delincuentes se mueven, cambian de sectores, por eso hace falta una vigilancia más permanente y una mayor coordinación con los transportistas”, afirmó Amores.
A pesar de los avances, el dirigente aseguró que los 134 vehículos policiales asignados al escuadrón de carreteras resultan insuficientes para cubrir toda la red vial del país. “Nos ofrecieron más patrullas y motos, pero seguimos esperando que se cumplan esos compromisos”, añadió.
¿Cuáles son los tramos más peligrosos?
Entre los tramos aún considerados peligrosos mencionó las rutas hacia Naranjal, Cuenca, Machala y la carretera E30 (Latacunga-La Maná), esta última utilizada como vía de escape por grupos delictivos. “He solicitado reforzar los controles en esa vía, y nos han dicho que ya están interviniendo, pero aún falta más presencia”, expresó.
Además del control policial, los transportistas exigen la construcción de áreas de descanso seguras. Según Amores, se han iniciado gestiones con las prefecturas de Pichincha y Santo Domingo para establecer las primeras playas de estacionamiento para vehículos pesados. Estos espacios deben contar con control policial, servicios higiénicos, alimentación y áreas amplias para evitar accidentes al estacionarse en los márgenes de las carreteras.
Actualmente, los choferes utilizan gasolineras para descansar, lo que representa un riesgo, especialmente cuando estos sitios no cuentan con vigilancia. “Incluso en los peajes hay espacios que podrían servir, pero las concesionarias no nos permiten utilizarlos”, lamentó.
A un mes del regreso de la Policía a las vías, Amores reconoció que los asaltos no han desaparecido. “Sería mentir decir que ya no hay robos. Han disminuido, pero la delincuencia actúa como el juego del gato y el ratón: cuando se controla un sitio, se trasladan a otro” concluyó.
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