
Santa Elena: alarma en comunidad por traslados a cárcel del Encuentro
Habitantes de Juntas del Pacífico expresan temor e incertidumbre tras los traslados de reos a la nueva cárcel del Encuentro
La apertura de la nueva cárcel de máxima seguridad del Encuentro, en Santa Elena, marcó un giro brusco en la vida de los habitantes de la Comuna Juntas del Pacífico. Lo que antes era una zona tranquila y agrícola hoy convive con patrullajes militares, preocupación ciudadana y el arribo acelerado de privados de libertad considerados de alta peligrosidad.
La cárcel comenzó a operar este lunes 10 de noviembre, cuando el Gobierno trasladó a 300 reclusos desde distintos centros penitenciarios del país. Este martes, nuevos grupos continuaron ingresando al complejo, que se ha convertido en el centro del mensaje oficial de “mano dura” en plena crisis carcelaria.
El movimiento penitenciario ocurre en medio de un contexto tenso: la llegada de los internos se produjo apenas un día después de la masacre de más de 30 presos en la cárcel de Machala, hecho que el Gobierno vinculó a los traslados. Además, la presencia del exvicepresidente Jorge Glas entre los reos ingresados a Santa Elena ha sido usada políticamente como símbolo de control en vísperas de la consulta popular del 16 de noviembre.
“Ahora vivimos con miedo”
Para los moradores de la Comuna Juntas del Pacífico, la inauguración del penal no solo transformó el paisaje, sino también su cotidianidad. La incertidumbre domina las conversaciones en la calle.
Ángel Laínez, de 60 años, se dedica a la venta de ciruelas desde siempre. Cuenta que, días antes de la llegada de los presos, autoridades les advirtieron que sus plantaciones podrían ser cortadas por temas de seguridad.
“Nos dijeron que las plantas son muy altas y que quitan visibilidad. Pero de eso vivimos aquí, del cultivo”, lamenta.
El temor por la presencia de internos peligrosos también ha sembrado dudas sobre el futuro del sector. “Este siempre fue un pueblo tranquilo. Ahora ya no sabemos qué va a pasar. Hay militares y policías por todos lados”, relata María Villón, vecina de la comuna.

Operativos y recelo
La mañana del martes 11 de noviembre, los traslados hacia la cárdel del Encuentro continuaron. En los alrededores se desplegó un fuerte operativo de seguridad con presencia de Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
Las imágenes contrastan con la memoria reciente de la comunidad: caminos rurales, cultivos, comercio local. Pese a estas medidas, la sensación no es de resguardo, sino de vulnerabilidad.
Los habitantes temen que la instalación del penal atraiga a organizaciones delictivas que busquen influir en la zona o facilitar fugas y ataques, como ha ocurrido en otros recintos del país en años recientes.

Un entorno que cambia de la noche a la mañana
La cárcel El Encuentro fue construida en un paraje aislado de Santa Elena y está diseñada para más de 700 internos, replicando parcialmente el modelo de reclusión de alta seguridad implementado en El Salvador.
Sin embargo, su inauguración ha estado envuelta en críticas por el impacto en las comunidades rurales vecinas y por las tensiones que genera operar en plena reconfiguración carcelaria nacional.
En Juntas del Pacífico, el sentimiento mayoritario es claro: la cárcel llegó sin ser invitada, y lo hizo para quedarse.
A pocos días de la consulta popular, los habitantes enfrentan un nuevo escenario, incierto y vigilado, mientras la seguridad penitenciaria se vuelve un eje del debate nacional.
Para seguir leyendo EXPRESO sin restricciones, SUSCRÍBETE AQUÍ