
Fiesta de la Virgen de las Mercedes: devoción y cultura en el mirador de Playas
Los devotos suben a la colina para rezarle y obsequiarle flores
Desde el mirador del barrio Balcón del Pacífico, la Virgen de las Mercedes se erige como guardiana de la ciudad y del océano. El monumento, inaugurado en 2013, no solo es un referente religioso para los fieles, sino también un atractivo turístico que une devoción y cultura en un mismo espacio.
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La familia Borbor García, junto con sus vecinos, fue la impulsora de esta celebración. Isabel Borbor recuerda que, aunque la fiesta oficial de la Virgen se conmemora el 24 de septiembre en el centro de Playas, los devotos comenzaron a subir al mirador para rezar frente a la imagen. Desde entonces, cada 26 de septiembre, el barrio organiza su propia festividad en honor a la patrona, en esa colina. Además, en la iglesia Virgen de las Mercedes, se realizan novenas, desde el 15 al 23 de septiembre.
La tradición incluye la colocación de una cinta de diez metros confeccionada cada año, ramos de rosas a los pies de la Virgen y una misa campal presidida por el párroco de la parroquia Virgen de la Merced. En los años pasados, incluso se realizaban bailes populares y se elegía a la “Niña Virgen de las Mercedes”. Hoy, por motivos de seguridad, la fiesta se centra en lo esencial: la misa y la oración colectiva.
“Lo que no cambia es nuestra fe, cada día es más fuerte”, expresan los devotos. Esa fe, dicen, se hizo aún más visible durante la pandemia: “Nadie enfermó, todos le pedimos por nuestra salud”, recuerda Mercedes Jordán.
La santa de los pescadores
Los pescadores relatan que antes de salir al mar rezan en silencio, confiando en regresar con bien. Los comerciantes aseguran que su protección los acompaña en tiempos de incertidumbre. Y los turistas, que llegan atraídos por la vista panorámica, encuentran en el mirador un lugar de recogimiento y espiritualidad.
La imagen la hizo el escultor guayaquileño Abdón Calderón Morales, es una réplica de la imagen que se venera en la iglesia central de La Merced. La figura mide cinco metros y se alza sobre una base de tres, acompañada de un pequeño oratorio y un parque con senderos adoquinados. Desde allí, Playas se abre como un tapiz de casas y calles que se funden con la inmensidad del mar.
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