Ilustración para columna Haití
Si antes del terremoto y del asesinato del presidente Moïse, miles de haitianos tenían razones para emigrar, ahora másIlustración Miguel Rodríguez

Haití nos necesita

Es tan cruel su situación, que hasta el magnicidio y el terremoto recientes han pasado a segundo plano en la prensa mundial, tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes.

Un día como hoy, 22 de agosto, en el año 1791, en Haití arrancaba ¨la rebelión de los esclavos¨ considerada en la historia como la primera expresión libertaria de América Latina. Miles de esclavos llevaron a cabo una revuelta sanguinaria bajo el lema Libertad e Igualdad, inspirada en la Revolución Francesa. Haití declaró su independencia de Francia en 1804, pero la deuda de la independencia que se le impuso demoró en pagarse 122 años, debido a su cuantía: Unos 21.000 millones de dólares, en estos tiempos. Sus campos se deforestaron y erosionaron de tal manera que, aun hoy, y pese a todos los programas de recuperación de suelos, solo el 38 % del territorio es considerado cultivable.

La escritora Isabel Allende cuenta documentadamente su historia de esclavitud en la novela ‘La isla bajo el mar’. Solo no explica, y en realidad nadie puede hacerlo, cuál es el motivo o razón del sino trágico que ha marcado y sigue marcando a Haití, la nación más pobre del continente.

Es tan cruel su situación, que hasta el magnicidio y el terremoto sufridos en los últimos días han pasado a segundo plano en la prensa mundial, tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes. Por eso, este pequeño esfuerzo mío y la generosidad de Diario EXPRESO para no olvidar la tragedia haitiana, donde para colmo de males, acaba de pasar la tormenta tropical Grace.

Oficialmente Ecuador y Haití han sido países amigos. Un ejemplo de ello fue la presencia en Quito, para el cambio de mando, de Jovenel Moïse, el recientemente asesinado presidente haitiano. Junto a su esposa, acompañó a Guillermo Lasso en su juramentación como Jefe de Estado. En aquellos días de mayo se había conocido la detención en la frontera norte de un nuevo grupo de haitianos que viajaba irregularmente intentando ingresar a Ecuador en su ruta clandestina hacia Estados Unidos.

En abril, por las mismas razones, se habían detenido a 20 haitianos, y en marzo, a 47. Uno de los ‘guías’ atrapados por la policía ecuatoriana confesó que el trayecto desde Haití hacia Estados Unidos, calculado en 4 meses, tiene a Ecuador como territorio de paso.

Si antes del terremoto y del asesinato del presidente Moïse, miles de haitianos tenían razones para emigrar, ahora más…

Sé bien que no podemos solucionar su situación; que no está en nuestras manos una salida y que dentro de Ecuador tenemos tantas necesidades. Pero algo podemos hacer. Colaborar, por ejemplo, con la iniciativa del arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza, quien promueve una colecta solidaria hasta el próximo 29 de agosto. Está pidiendo donativos para Haití a la cuenta del Consejo Gubernativo de Bienes, en el Banco Guayaquil, con el número 34414963. Otras entidades, como el Municipio de Quito, ofreció asistencia para la búsqueda y rescate de desaparecidos. Unos 33 bomberos habrían viajado a la isla. Y hay más: Voluntarios que tocan nuestras puertas. No las cerremos.

Hasta el pasado 17 de agosto, el número de muertos bordeaba los 1.500, además de 7.000 heridos y unas 84.000 casas destruidas. No hay cifra de desaparecidos, se dice que son cientos, y las tareas de búsqueda tuvieron que suspenderse 2 días, por las intensas lluvias e inundaciones que dejó la tormenta tropical Grace.

En la cuenta de Twitter del periodista colombiano Luis Carlos Vélez, se dijo que los exmilitares colombianos, involucrados en el magnicidio, sobrevivieron al terremoto y que su condición es estable. Las investigaciones también parecen “estables”, en la práctica, detenidas. Se avanza poco o nada en saber quién, quiénes y por qué torturaron y asesinaron al presidente Moïse.

No olvidemos a Haití y su tragedia. No olvidemos al pueblo haitiano, nos necesita hoy más que nunca.