Premium

Rubén Montoya Vega | Un triunfalismo sin base

Avatar del Rubén Montoya

La justicia está permeada por la corrupción y el narco. La solución es volverla autónoma

La recaptura del delincuente más buscado del país ha disparado en el Gobierno Nacional, y en buena parte de la ciudadanía, una euforia que luce desmedida en cuanto a la guerra que mantiene el Estado con el crimen organizado.

La propaganda vende todo, pero muestra sus costuras mal hechas si los hechos no la acompañan. Sostener, por ejemplo, que gracias a las leyes de Solidaridad e Inteligencia, recientemente aprobadas, se produjo la recaptura de alias Fito, no tiene asidero. Si así de automáticos se dieren los sucesos deseados, entonces mañana asistiríamos a la recaptura de alias Fede, el narco que se escapó hace poco, mostrando los boquerones que hay en el sistema penitenciario y en las fuerzas de seguridad.

Nos falta muchísimo por hacer y en varios aspectos ni empezamos. Allí mismo, en la estructura de vigilancia de las cárceles, el Estado muestra su derrota: la sola presencia de las FF. AA. es la muestra. Ni controlan las cárceles hoy, ni son las llamadas a hacerlo.

Y luego hay factores en los que no se ataca la raíz del problema: en cuanto a la Función Judicial, muchos gobiernos han demostrado estar más empeñados en cooptarla que en garantizar su probidad e independencia. Que ella está permeada por la corrupción y el narco, ya lo sabemos. Y por si alguien lo duda, el mismo día que el Consejo Nacional de la Judicatura informó que casi un centenar de funcionarios fueron sancionados en un año, el fiscal general sostuvo que se debe investigar a 68 operadores más. ¿Es la solución, entonces, meter las manos en la Justicia? No, en absoluto. Lo es, en primer lugar, volverla autónoma.

Tampoco se atiende eficazmente a otras instituciones. Por ejemplo, aquellas que controlan -o debieran controlar- el flujo y las conexiones de las economías delincuenciales. ¿Qué esperamos para fortalecer la UAFE? Nada aparece en las leyes aprobadas.

No hay, en consecuencia, razones para la euforia, pese a que recapturar a alias Fito es positivo. No lo es, en cambio, que celebremos como victoria el poder extraditarlo, pues no hay demostración más evidente del rotundo fracaso de todo nuestro sistema de Justicia que esa.