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Connie Hedegaard: La unidad es el mayor activo de Europa

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La expansión del mercado de carbono de la UE en nuevos sectores como transporte marítimo son excelentes ejemplos de su estrategia proactiva

De cara a las elecciones del Parlamento Europeo en junio, la gran coalición del Partido Popular Europeo (PPE), la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) y Renovar Europa enfrenta un momento crucial. 

La decisión del PPE de nominar a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para un segundo mandato podría tener implicancias profundas para Europa en un momento en que enfrenta desafíos internos y externos de magnitud sin precedentes. 

Junto con sus socios de coalición, el PPE ha conducido a la UE a través de múltiples shocks en los últimos cinco años (pandemia de COVID-19, tensiones agravadas con China, invasión de Rusia a Ucrania y la subsiguiente crisis energética). 

Los logros de la UE en este período han puesto de manifiesto la resiliencia del bloque, el papel crucial de la unidad y la necesidad de preservar la coalición actual, subrayando la importancia de defender el contrato intergeneracional y sus valores fundacionales, algo particularmente importante frente a las crecientes presiones de extremistas y populistas que defienden reparaciones simplistas y de corto plazo. 

La agenda de la UE probablemente siga estando dominada por crisis persistentes, lo que exigirá una estrategia unificada y criteriosa, y la coalición podría desempeñar un papel fundamental, alimentando la estabilidad y el desarrollo económico, y piloteando los desafíos a enfrenta. 

En los últimos años sus líderes han trabajado conjuntamente para proteger el medioambiente, esforzándose por impulsar la competitividad económica. Esto ha llevado a una reducción importante de emisiones del transporte y a la adopción del ambicioso plan Objetivo 55, un paquete legislativo integral destinado a reducir para 2030 las emisiones netas de gases efecto invernadero de la UE en, por lo menos 55 % respecto a 1990. 

El plan incluye combinar objetivos para impulsar la producción de energía renovable, disminuir el consumo de energía y las emisiones en industrias clave. Por otra parte, las crisis geopolíticas han vuelto a colocar a la seguridad en la cima de la agenda. Los estados miembro de la UE apuntan a eliminar el riesgo de las cadenas de valor energéticas centrándose en energías renovables y medidas de eficiencia, y en proteger a sus ciudadanos e industrias de la volatilidad de los mercados energéticos globales, muchas veces influenciados por la incertidumbre geopolítica

Y las inversiones estratégicas también han impulsado la competitividad de las industrias energéticas de estos países, lo que es importante pues Europa no está sola en la búsqueda de un futuro sustentable. Este impulso de sustentabilidad global implica mayor competencia, resaltando la necesidad de unidad en tanto los países europeos buscan capitalizar oportunidades creadas por la transición verde, cumplir metas climáticas ambiciosas y abordar los desafíos complejos de su implementación. Si bien la unidad es el mayor activo de la UE contra el cambio climático, la conducción del PPE debe seguir desempeñando un papel central al defender la agenda climática

Los líderes deben recurrir a su experiencia, conocimiento y ambición para defender los valores medulares del bloque frente al alza del populismo y guiar a Europa en los tiempos difíciles que se avecinan. El cambio climático ya le está causando estragos y necesita, más que nunca, unidad, visión y liderazgo audaz. Para los partidos políticos responsables estos no son tiempos para que Europa sea víctima de una parálisis partidaria.