En esta semana de incertidumbre, la sensación de falta de control sobre el futuro es alta. Los seres humanos buscamos por supervivencia tener una clara visión del futuro. Cuando eventos externos impactan nuestro sentido de control, reaccionamos instintivamente para restaurar esa sensación de certeza en nuestras mentes. En la psicología los sesgos cognitivos han sido ampliamente estudiados. Son patrones de pensamiento y comportamiento que nos desvían de la objetividad, generalmente inconscientes, que influencian cómo actuamos. Durante esta semana la sensación de inseguridad activa ciertos sesgos que claramente impactan nuestras actitudes y pensamientos. Un sesgo que se ha manifestado esta semana es el efecto de verdad ilusoria, que describe el cómo escuchar información falsa repetidamente nos lleva a creer que es verdadera. Es llamativo que aun cuando está información suena falsa, igual tendemos a repetirla, compartirla y creernos que es verdad. Gracias a la inmediatez de la comunicación tecnológica, las personas han recibido videos, noticias e imágenes de toda fuente. Es curioso ver la cantidad de información falsa que circula pero que la gente se siente tentada a compartir. Lo que impulsa este sesgo es que cuanto más se comparte, más fuerza alcanza entre los usuarios. Esta estrategia se ha utilizado ampliamente para instilar creencias y moldar pensamientos, desde el ámbito político hasta el consumo, con diversos propósitos. Cuando existen situaciones que salen de nuestro campo de control, el ser humano trata de buscar formas de retomar el control. Una estrategia común es la búsqueda constante de información, manteniéndonos permanentemente conectados, con la esperanza de que tener más información reducirá la ansiedad. La realidad es que la sobrecarga de información a menudo contamina y confunde. En momentos de incertidumbre es crucial buscar la tranquilidad, confiar en fuentes oficiales y resistirse a la curiosidad morbosa de consumir y difundir información falsa. El verdadero control vendrá con nuestra capacidad de confiar en que los buenos somos más y que nuestro buen comportamiento tiene un impacto profundo en la sociedad.