Carmen Ojeda Oquendo: Construir una imagen corporal positiva

Estos trastornos se consideran la tercera enfermedad crónica más prevalente entre los adolescentes
Como psicóloga clínica con años de experiencia atendiendo a niños, adolescentes y adultos quiero alertar sobre la necesidad de la PREVENCIÓN en los trastornos de salud mental. En esta ocasión específicamente quiero generar reflexión en torno a la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria. Estos trastornos (como la anorexia, bulimia, trastorno por atracón) se consideran la tercera enfermedad crónica más prevalente entre los adolescentes y esta prevalencia está aumentando rápidamente con el paso de los años; asimismo presenta varias comorbilidades tanto físicas como psiquiátricas, y es responsable de muchas muertes, por lo que tenemos que actuar de forma pronta y efectiva.
Una manera de prevenir es colaborar en la creación de una cultura más saludable y menos agresiva contra el cuerpo, que favorezca la construcción en todos y todas de una imagen corporal positiva y la aceptación radical de las características físicas que no están en nuestro control. Esto se tiene que implementar desde los hogares, cuidando a nuestros hijos de comentarios agresivos contra su cuerpo, su figura, su peso, y los alimentos que ingiere, promoviendo un diálogo positivo que fomente su autoestima y un trato compasivo consigo mismos.
Un gran peligro que las estrategias de ‘marketing’ en medios de comunicación traen para la imagen corporal es la ilusión de que todo lo podemos ‘cambiar’ o ‘mejorar’ a nuestro gusto y esto es causante de mucha inconformidad y frustración, especialmente en nuestros adolescentes, que atraviesan un periodo vital importante caracterizado por la necesidad de aceptación y pertenencia.
Un mensaje que podemos transmitir es que no necesariamente tenemos que siempre sentirnos bien con nuestros cuerpos, pero sí trabajar en aceptar e incluso tolerar el malestar que nos producen ciertas características que quisiéramos que fueran diferentes y que no podemos modificar o al menos no completamente.
Lo verdaderamente importante es esforzarnos por amar, cuidar y respetar nuestro cuerpo, procurando la salud y generando sentimientos de acogida, compasión y gratitud hacia él.