
Sergio Moscona presenta su "arte disruptivo” en la capital
El artista argentino desafía la mirada tradicional con una serie que conjuga poesía visual y collage
En su nueva muestra, Sergio Moscona desplaza la atención de lo central hacia lo periférico: trabaja con tachones, borrados, accidentes y omisiones para convertirlos en ejes compositivos. La idea no es exhibir “lo terminado”, sino exponer las tensiones internas de la imagen, los vacíos y los fragmentos que resisten la versión cómoda de la belleza.
Alineado a una mirada que busca provocar desplazamientos —físicos, visuales y mentales— Moscona plantea al espectador como coproductor de sentido.
El límite como terreno de juego
Las obras del artista se sitúan deliberadamente en encuentros de muros, ángulos, salientes y otros puntos de fricción que obligan a cambiar el punto de vista para descubrir historias superpuestas.
Su lenguaje plástico parte del dibujo y la pintura académicos, pero los subvierte: el collage aparece en sentido amplio como método para articular transparencias, repeticiones y narraciones simultáneas. Personajes yuxtapuestos conviven con focos visuales que reaparecen en distintos planos, creando un ritmo de lecturas múltiples más cercano a la poesía que a la ilustración unívoca.
Moscona reivindica la cromática “desvergonzada”: colores instintivos, capítulos inacabados, espacios en blanco que cobran protagonismo. Para él, el humor puede ser una vía de fuga, pero lo disruptivo permanece trágico en su intensidad; la obra no busca ser complaciente, sino verdadera. “El arte disruptivo debe ser verdadero o no es nada”, escribe el artista como programa estético.
El recorrido biográfico ayuda a entender esa apuesta: nacido en Buenos Aires en 1979, formado en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y con experiencia docente y curatorial internacional, Moscona ha trabajado en proyectos colectivos y residencias entre Argentina, Ecuador y Francia. La serie que se presenta en Quito, “escrito sobre la mesa”, reúne su práctica más reciente de encuentro entre poesía y disrupción visual.
La muestra abrirá sus puertas al público el miércoles 22 de octubre a las 17:00 en la galería N24 de la capital, ubicada en Isabel La Católica y Francisco Galavis. Se podrá visitar hasta el viernes 14 de noviembre de martes a viernes de 11:00 a 18:30 y los sábados de 11:00 a 15:00. La entrada es libre.
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