
Reina de Quito 2025: Conoce a las diez candidatas
Con proyectos que van de la salud mental al apoyo familiar, las aspirantes comparten sus motivaciones, desafíos y sueños
Las diez candidatas a Reina de San Francisco de Quito comparten un rasgo común: todas han construido sus proyectos desde experiencias personales que las marcaron. En sus testimonios hablan de vocación, de la ciudad que aman, de los desafíos sociales que encuentran en su día a día y del aprendizaje que les ha dejado el proceso. En sus respuestas aparecen los barrios que recomiendan, los sitios donde se sienten ellas mismas y la idea de un Quito ideal que imaginan desde la empatía, la seguridad y la igualdad.
Andrea Beltrán
Abogada de 25 años, se postuló movida por “el amor al servicio” y por apoyar a sectores vulnerables. Su proyecto Futurocentes acompaña a adolescentes de casas de acogida con herramientas emocionales y laborales. Se inspiró al conocer casos de jóvenes que egresan sin apoyo. “Sí son capaces”, afirma. Recomienda el teleférico y sueña con un Quito más empático.

Antonella Bardellini
Abogada de 23 años, llegó a Reina de Quito tras años de voluntariado junto a su padre en brigadas médicas. Su proyecto busca brindar atención pediátrica de calidad y expandir ese trabajo comunitario. “Se juntaron varios factores en mi vida que me motivaron a presentarme justo en este momento”, cuenta. Recomienda Guápulo y sueña con un Quito con menos cables y calles más limpias.

Astrid Flores
Periodista de 24 años y estudiante de una maestría en marketing. Tras intentarlo tres veces, vive este proceso como “un sueño”. Su proyecto Conectar sin lastimar enfrenta el ciberacoso y formará Guardianes Digitales en colegios. “Conectar con otros no tiene por qué doler”, dice. Recomienda La Floresta por su vida cultural y afirma: “No le cambiaría absolutamente nada a Quito”.

Daniela Foyain
Licenciada en comunicación y relaciones públicas, Daniela Foyain, de 23 años, participa inspirada en la inclusión y en su proyecto Conexión Auténtica, que promueve el bienestar emocional en redes. “Ese proyecto cambió mi vida, marcó un antes y un después”, afirma. Su sitio favorito es la Capilla del Hombre y sueña con un Quito accesible e inclusivo para todas las personas.

Joanne Wells
Joanne Wells, ingeniera mecánica de 23 años, participa motivada por la gratitud hacia su ciudad y por su deseo de impulsar a más mujeres en la ciencia. Su proyecto, Innovando la esperanza, propone fabricar y entregar prótesis impresas en 3D a personas en situación de vulnerabilidad. “Quiero poner la ingeniería al servicio de mis quiteños lindos”, dice. Su lugar favorito es el teleférico y sueña con un Quito más solidario.

María Cristina Andrade
María Cristina Andrade, abogada de 24 años, participa para cumplir un sueño que nació cuando conoció a la reina de Quito del 2006. Su proyecto, Somos valiosos, busca llevar mensajes contra el bullying a escuelas y murales de la ciudad. “Quiero transformar el dolor en esperanza”, afirma. Su lugar favorito es el parque La Carolina y sueña con un Quito donde los niños crezcan sintiéndose seguros y valiosos.

María Emilia Sánchez
María Emilia Sánchez, psicóloga clínica de 25 años, participa motivada por las realidades que ha atendido en el sur de Quito, donde la desnutrición impacta en la salud mental. Su proyecto, Mente Libre, busca acercar herramientas psicológicas y micronutrientes a sectores vulnerables. “Entendí que mi propósito va más allá del consultorio”, afirma. Su sitio favorito es el parque de Guápulo y sueña con un Quito con igualdad de oportunidades y niños con energía para jugar.

María Paula Endara
María Paula Endara, médica de 24 años, recuerda que su sueño de ser Reina de Quito comenzó cuando era niña, pero hoy lo mira con una responsabilidad distinta. Su proyecto, Cuidar a quien te cuida, acompaña a familiares de personas con enfermedades catastróficas, adultos mayores y especialmente a 75 familias del Centro Terapéutico de la Fundación Reina de Quito. Su lugar favorito es el parque Bicentenario, donde vuela cometas con su familia.

Nicole Castro
Nicole Castro, comunicadora y relacionista pública de 25 años, participa motivada por su vocación de servicio y por la experiencia cercana de tener un familiar con autismo. Su proyecto, Diversamente Quito, busca crear espacios culturales y musicales para jóvenes neurodivergentes. “He vivido de cerca la condición y las limitantes que existen; quiero aportar para que ellos tengan un lugar en la sociedad”, afirma. Su sitio favorito es La Floresta, y su Quito ideal es más limpio y despejado de cables.

Valentina Preciado
Valentina Preciado, estudiante de medicina de 19 años, participa motivada por la posibilidad de trabajar por su ciudad. Su proyecto, Quito te escucha, busca prevenir el suicidio en adolescentes a partir de su propia experiencia. “Yo viví un tiempito oscuro y me faltó alguien que me escuche; por eso quiero que ningún joven llegue al límite”, señala. Recomienda recorrer La Ronda por su ambiente tradicional, el canelazo y la vista al Panecillo. Su Quito ideal es una ciudad más segura, empática y solidaria.

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