
Natalia Ormeño: una historia sin filtros que ahora inspira a todo un país
De la adversidad a la pasarela, su historia de fuego, fe y renacimiento comienza a llegar mucho más allá de las redes
Desde niña, Natalia Ormeño entendió que la belleza no solo se trata de cómo luces, sino de cómo te levantas. Criada en Bahía de Caráquez e influenciada por su madre, una exreina de belleza, su vínculo con los certámenes comenzó temprano, a los seis años, entre coronas prestadas y sueños de pasarela. Lo que no imaginaba entonces era que la vida le pondría una prueba que marcaría su piel… y su propósito.
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Participó en concursos como Reina de Bahía, Reina del cantón Sucre y Reina de Manabí. Pero fue en las redes donde su autenticidad la convirtió en referente: sin maquillaje emocional, sin poses forzadas. Natalia conectó con miles al mostrarse tal como es: sensible, directa, real.
Sin embargo, el punto de quiebre llegó en 2023. Una explosión de gas en su hogar la dejó con quemaduras de segundo grado. Su rostro, su cuerpo y su vida cambiaron en segundos. “Aceptar lo que no puedo cambiar me hizo más fuerte”, confiesa. Ese accidente detuvo su carrera por un tiempo, pero encendió algo mucho más poderoso: su resiliencia.
Renacer desde el dolor
Durante los largos meses de recuperación, Natalia reconstruyó algo más que su piel. En su proceso, encontró una nueva versión de sí misma: más consciente, más empática, más firme. Entre terapias, oraciones y días de silencio, abrazó el amor propio como un acto de resistencia. Comenzó a compartir su proceso con su comunidad, no desde la victimización, sino desde la posibilidad de sanar. Su testimonio se convirtió en refugio para quienes también atravesaban momentos difíciles.
Ya no hablaba solo de moda o campañas publicitarias. Hablaba de la vida después del trauma, del miedo a mirarse al espejo, de la esperanza como decisión diaria.
Miss Universo Ecuador: Belleza que transforma
Este 2025, Natalia dio un paso más allá. Anunció su candidatura a Miss Universo Ecuador, un sueño que guarda desde niña, pero que ahora tiene un sentido más profundo. “Quiero mostrar que la belleza real también incluye cicatrices”, dice con serenidad. Más que una competencia, lo ve como una plataforma para amplificar su historia y la de muchas mujeres que, como ella, han tenido que reinventarse desde la adversidad.
Su presencia en el certamen no será solo estética, afirma. Será un manifiesto de fortaleza, una voz que grita que sí se puede comenzar de nuevo. Que lo verdaderamente inspirador no está en las fotos perfectas, sino en las historias imperfectas que sanan, que unen, que transforman.
Autenticidad como bandera
Con miles de seguidores que la han visto evolucionar, Natalia se mantiene firme en su promesa: mostrarse sin filtros innecesarios. “Soy muy sensible, aunque eso a veces no se vea en redes”, confiesa. Por eso, cada historia que comparte es una invitación a hablar de lo que cuesta decir: los días grises, las dudas, las inseguridades. Y también, el amor propio que florece en medio de todo eso.
Hoy, su historia deja de ser solo suya. Al presentarse como candidata a Miss Universo Ecuador 2025, Natalia lleva consigo no solo una banda, sino un mensaje: el de una mujer que ardió, sanó y decidió brillar más fuerte que nunca.
Una entrevista sin filtros: ella es Natalia Ormeño
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