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Melissa Vásquez.
La emprendedora Melissa Vásquez.cortesía

Melissa Vásquez: Todo su arte sobre una tablita

Desde Cuenca, se adueña de un nicho poco explorado: estilismo de comida sobre una mesa de piqueos y ya lo está enseñando a más mujeres del Ecuador.

Esas ‘picadas’ que abren el apetito, y que se suelen disfrutar entre familia o amigos tienen sus secretitos. No solo es cortar queso, embutidos y ya está.

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Desde Instagram, Pinterest y TikTok se puede ver que los piqueos bien puestos y con su debido ‘estilismo’, como se les llama ahora, están a la orden del día.

La cuencana Melissa Vásquez (29) es quien está detrás del emprendimiento Mammia. Desde el 2020, sus trabajos se han convertido en una fuente de inspiración para quienes quieren recibir a sus invitados con tablas o mesas para ‘picar’ de una forma diferente y, sobre todo, chic.

Si bien es un nicho relativamente nuevo, Melissa cuenta a EXPRESIONES los retos que implica sacar el negocio adelante y cómo logra que, desde otras ciudades, más mujeres emprendan en este arte que deleita vista y paladar.

Creatividad ilimitada

Hacer sonar el ‘table styling’ fue el reto desde el inicio. Por eso decidió invertir en sí misma para tener todas las herramientas que le permitan competir. Se ha nutrido de conocimientos en temas como marketing digital, social community manager, catadora amateur de vino y fotografía, pasando por cursos de crecimiento personal. “Yo soy la relacionista pública, la que elige los quesos, embutidos, la que decora y la que hace la fotografía, para que no piensen que es una tabla de Pinterest”, bromea.

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Al ser un producto delicado y con una decoración muy específica, el envío a ciudades lejanas se complica. “Me escriben desde Guayaquil, Quito, Ibarra y Salcedo. Eso me hizo pensar en una solución para ellas. Así nace la idea de dictar talleres online sobre estilismo de comida, que ayudan a ser buen anfitrión o emprender, así como a quienes desean innovar en su restaurante.

“Cuando se ayuda a las otras personas, todo se engrandece y la vida misma te pone más oportunidades. Hay mujeres que me han dicho que por mí tienen un negocio y pueden mantener a sus hijos’”, se conmueve. “Por eso me gusta enseñar y sin miedo a la competencia. Gracias a Dios mi creatividad es ilimitada”, concluye.

Melissa Vásquez.
Le gusta enseñar, da talleres online.cortesía

Comida con estilo 

Cuando no hay tiempo o talento para hacer unos piqueos, Melissa ya está entre las opciones de ayudar a quien la necesita en Cuenca.

A pesar del clima frío, las madrugadas o los horarios apretados que implica ser madre, esposa y emprendedora, ella está dispuesta a transformar lo común en algo extraordinario.

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Los salamis, italiano o ahumado, pueden tomar la forma de flores grandes, como muestra de ese talento a la hora de hacer estilismo con la comida.

Lo que al inicio empezó de manera sencilla se fue llenando de detalles. “Utilizo todo lo que pueda destacar la mano artesanal, en su mayoría de San Joaquín, refiere. Canastas elaboradas por una tejedora o vasijas hechas por un alfarero destacan en sus diseños. Pero va más allá. Meli usa tablas elaboradas con troncos de árboles a fin de que se puedan reutilizar en el hogar. “Atrás mío hay una cadena de artesanos que aportan con cada detalle, y eso quiero que la gente valore”, sugiere.

En su arte no solo trata de elegir un lindo recipiente. Su primera regla es la creatividad, ya sea para armar una picada en una tablita o mesa. Y para eso se vale incluso de lo que tenga el cliente.

“En bodas, eventos corporativos o fiestas familiares llego con mi producto preelaborado y me adapto al lugar, al espacio, al estilo, las personas. En ese momento dejo que mi mente vuele. Entonces cada estilismo es distinto. Ha habido casos en los que la familia tiene en la mesa balanzas vintage, por ejemplo, y las he utilizado para poner los panes y hacer diferentes niveles en la decoración. Es hacer arte sobre una tabla”.

Atrás hay un objetivo: lograr que lo funcional pase a ser estético y despierte al paladar.

Melissa Vásquez.
Su primera regla es la creatividad.cortesía

Más de ella

Esta cuencana de 29 años, esposa y madre, es polifacética. Además de su emprendimiento Mammia (IG@mammia.ec), es ingeniera comercial, social community manager y catadora amateur por la Cofradía del Vino. Para apoyar su emprendimiento, ha seguido cursos de fotografía de food styling (estilismo de comida).

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Con el don en las manos

Si Melissa no está haciendo arte con la comida, no es ella. Dice que, gracias a su mamá, desde pequeña tuvo curiosidad por todo lo que tenía que ver con lo culinario. “Ella es súper hábil en la cocina”, exclama orgullosa.

Esa influencia hizo que, en su etapa estudiantil, Melissa preparara dulces a sus amigas para hacer un dinero extra. “El discman (toca CD) fue una de las primeras cosas que logré comprarme con las ganancias” recuerda entre risas.

Así además de divertirse creando postres, aprendía a ser paciente, detallista y prolija en lo que hacía. Pero, sobre todo, iba perdiendo el miedo a lanzarse a hacer lo que quería. “Siempre estuvo en mí ese ñeque de vender. Si veía que algo me salía bien, entonces pensaba ‘esto puedo monetizar’. ¡Y lo vendía! Aunque fuera a mi familia, alguien compraba”, cuenta.

Terminada la secundaria, hubo una pausa creativa. Los horarios ‘fulltime’ de la carrera Ingeniería Comercial impedían que se dedicara a emprender. Luego le llegó el amor. “A mitad de los estudios me casé y, al graduarme, me mudé con mi esposo a Ambato por un tema laboral de él”, dice. Y los visitó la cigüeña. Estar en una nueva ciudad y la necesidad de aportar económicamente al hogar hizo que retomara aquello que había pausado.

“Como recién hacía amigos allá, invitaba a las chicas a mi casa y me encantaba ser súper buena anfitriona. Les hacía las picaditas de quesos y embutidos con la receta de mi madre, mermelada de ají... Al probarlas, me animaban: ’Meli, tienes que vender esto’”, recuerda.

Y en diciembre de 2019, en un viaje a Cuenca se lanzó a esa nueva aventura. “Ni bien empecé, me pidieron tablitas veganas. Me arriesgué y así nació Mammia, en mis viajes entre Ambato y mi ciudad natal”.

Melissa Vásquez.
Hacer arte sobre una tabla.cortesía