Katy Perry tuvo una performance felina ante la audiencia inglesa. La cantante hizo bailar en sus asientos a los jóvenes miembros de la realeza británica con una deslumbrante interpretación de su exitosa canción Roar, en un concierto en honor a la coronación del rey Carlos III.

Tras subir al escenario en el castillo de Windsor con un vestido dorado inspirado en las princesas de Disney, la cantante interpretó dos canciones de su repertorio, completado con Firework.

En el primer tema, que también contó con un espectáculo de drones que acompañaban a un león en el cielo sobre el escenario, se podía ver a los nietos del rey Carlos, el príncipe George y la princesa Charlotte, saltando y cantando desde sus asientos.

En el breve interludio, Perry, que estuvo además como embajadora de British Asian Trust, dijo a los más de 20 mil espectadores que estaba emocionada de ser parte del evento. “Estoy muy feliz de celebrar todo este fin de semana. Pude traer a mi mamá, ella está tan feliz de estar aquí. Tenemos que quedarnos en el castillo de Windsor, no es gran cosa. Gracias por invitarme a esta celebración de coronación”. Además agregó: “Me gustaría dedicar esta próxima canción al rey y al trabajo que hacemos juntos para British Asian Trust y Children’s Protection Fund. Gracias por sacar el brillo de los fuegos artificiales en tantos jóvenes”.

Perry también fue invitada a la coronación el sábado en su calidad de embajadora de la organización. Asistió con un conjunto lila de Vivienne Westwood completo y sombrero inclinado inspirado en la película de 1964 My fair lady. En redes sociales se comentó mucho de ella. Allí circuló un video de la cantante buscando su asiento en la Abadía de Westminster, que rápidamente se volvió viral.

Hubo otro en el que se la ve tropezar camino al evento. Y también se destacó el que haya puesto la bandera LGBTI sobre el castillo de Windsor en un holograma.