
Falleció Kepa Amuchastegui, famoso actor de ‘Betty, la Fea’: ¿Qué le pasó?
El actor Kepa Amuchástegui murió a los 84 años tras enfrentar una dura enfermedad. Conoce su vida, legado y emotiva despedida
El mundo del espectáculo colombiano se encuentra de luto tras el fallecimiento de Kepa Amuchástegui, el icónico actor, director y narrador cuya presencia marcó generaciones. Reconocido principalmente por su papel como Roberto Mendoza en la inolvidable Yo soy Betty, la fea, Amuchástegui dejó este mundo el 27 de mayo de 2025 a las 11:11 de la noche, a los 84 años, tras una lucha serena pero intensa contra el cáncer de vejiga.
Más allá de su papel en la exitosa telenovela, Kepa fue un verdadero pilar de las artes escénicas en Colombia. Desde las tablas teatrales hasta la televisión nacional, su legado se cimentó en la honestidad con la que vivió y trabajó.
Él mismo lo expresó en una entrevista con El Espectador: “He procurado ser bueno y honesto, tanto en lo que hago como en lo que digo”. Ese deseo de ser recordado como un hombre íntegro y bondadoso no solo fue una declaración, sino un principio que guió cada uno de sus pasos artísticos.
Una vida dedicada al arte y una despedida serena
Kepa no fue solo un rostro familiar en la pantalla; también fue una voz inconfundible y un alma apasionada por el teatro. Su formación clásica, su sensibilidad y su humildad lo convirtieron en un referente silencioso que tocó los corazones del público sin necesidad de escándalos ni protagonismos forzados.
Actuó con el beneplácito de la crítica en producciones como La Pola, La ley del corazón, Bolívar y La nieta elegida, dejando siempre una marca de calidad y compromiso.
¿Qué le pasó a Kepa Amuchastegui?
El 28 de abril de 2025, en un conmovedor video publicado en sus historias de Instagram, reveló con total franqueza que su salud se había deteriorado gravemente. Había sido sometido a dos operaciones y se encontraba en un estado de debilidad que le impedía seguir trabajando.
En ese mensaje, se despidió con dignidad, reconociendo que ya no podría volver a actuar, dirigir ni escribir: “Lo intentamos por todos los medios, pero de común acuerdo renunciamos a la idea”.
A pesar de su deseo de morir sobre el escenario, su verdadero hogar, Kepa aceptó que esa última escena no sería posible. Falleció con serenidad, rodeado de amor, como lo confirmó su familia: “Se nos fue, con un respiro lento y sereno, esta bellísima persona”.
Según informó su familia a través de redes sociales, el artista dejó este mundo con gran serenidad, luego de una dura luchacontra un cáncer de vejiga, que deterioró su salud de manera significativa.
Sus seres queridos aseguraron: “Se nos fue, con un respiro lento y sereno, esta bellísima persona. Lo recordaremos siempre con mucho amor”.
Un legado que trasciende generaciones
Muchos colombianos crecieron viendo a Kepa Amuchástegui en la televisión, y para más de uno, su presencia llegó a sentirse como parte de la familia. Su interpretación del padre de Armando Mendoza en Yo soy Betty, la fea lo inmortalizó en la memoria colectiva.
Como fue reconocido en su momento, su actuación tenía la virtud de equilibrar sobriedad y ternura en una historia que rompió récords en países como México, Estados Unidos y España.
Sin embargo, su impacto va más allá de una sola producción. Kepa Amuchástegui fue un artista completo, un narrador exquisito y un director talentoso. Participó en proyectos culturales, grabó audiolibros y fue una voz presente en la historia del teatro colombiano. Cada una de sus interpretaciones dejaba una enseñanza, una emoción, una verdad.
Desde que se conoció la noticia de su fallecimiento, las redes sociales se inundaron de homenajes. Actores, directores y medios como el Canal RCN le dedicaron mensajes de gratitud: “No solo fue un actor talentoso, sino un ser humano que iluminó cada set con su presencia”.
Un adiós sin cortinas, pero con aplausos eternos
Aún no se han anunciado actos oficiales de despedida, pero su legado ya está siendo honrado por quienes lo admiraron. Escenas compartidas, frases memorables y capítulos enteros están siendo revisados con nostalgia y amor. Porque si algo logró Kepa Amuchástegui fue dejar una huella imborrable sin levantar la voz, simplemente siendo fiel a su vocación y a sus principios.
Hoy, aunque el telón haya caído, su luz sigue encendida. En cada función que inspire, en cada actor que lo tenga como ejemplo, en cada espectador que lo recuerde con cariño. Porque como él mismo quería, será recordado como un hombre bueno, honesto y eternamente artista.
Lamentablemente, no siempre las cosas fueron fáciles para él. Sobre todo al final, cuando los años ya pesaban y las oportunidades escaseaban. Paz en su tumba.
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