
Eunice Rivadeneira: “Mi estatura me hacía sentir diferente”
Miss Ecuador 2024 viajará a Japón junto a su familia para representar al país en Miss International
La primera vez que Eunice Rivadeneira participó en un certamen fue en Miss Ecuador 2024. Durante un feriado de Semana Santa en la playa, la directora de la organización, María del Carmen de Aguayo, se fijó en su estatura (1,83 metros) y le propuso ser candidata.
Así se convirtió en la soberana del país en ese año. Ahora está próxima a viajar a Japón para el Miss International. Las actividades iniciarán el 12 de noviembre y tiene previsto partir antes de esa fecha. Por ello se prepara en oratoria, pasarela, baile, maquillaje, peinado e inglés. La elección se desarrollará el 27 de ese mes.
Tras su ingreso al certamen nacional puso en pausa su carrera de Arquitectura, que retomará más adelante junto con una maestría. Entre sus pasatiempos está la costura, especialmente de carteras.
Quiere pasar la Navidad en el continente asiático
Seguramente no ha estado en Japón. Será una gran experiencia en todos los sentidos.
Las actividades con las finalistas o las que lleguen al top 5 terminarán el 2 de diciembre. Viajaré con mi familia, mis padres (Jorge y Alexandra) y mi hermano (Jorge). Ellos me acompañarán y nos quedaremos unos días más para conocer, hacer turismo e incluso tenemos previsto pasar la Navidad en el continente asiático. Aprovechar el vuelo, porque es muy largo.
¿Cuál es su estrategia para destacar entre las demás participantes y dejar una impresión positiva en el jurado?
Miss International busca una embajadora de buena voluntad. Soy una persona a la que le gusta servir y ponerse en los zapatos de los otros, ser empática. Aquello creo que me ayudará a destacar. En los certámenes siempre existen mujeres muy bellas.
Si hablamos de lo físico, su estatura hace que los demás la volteen a ver…
Sé que mi estatura es un punto fuerte. La familia de mi padre es alta, la heredé de ellos, aunque mi mami no es una mujer baja.
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¿Tener una gran estatura ha sido una ventaja o han existido desventajas también?
Mi estatura me hacía sentir diferente, he tenido problemas con mi postura. Cuando somos altos nos encorvamos y aquello provoca dolor en la espalda o cuello. En Miss Ecuador aprendí a aceptarlo y a verlo como una fortaleza, incluso algunas personas me lo han dicho, pero a mí no me agrada sentirme diferente.
Es una fortaleza, lo que muchas veces ocurre es que los seres humanos nunca estamos conformes.
Es cierto, porque tampoco me ha gustado ser muy delgada. Mis medidas son 88-68-100. Soy caderona.
Las mujeres, cuando son altas, tienen piernas interminables…

Con mis piernas me siento cómoda, son largas, me gustan. Además, las trabajo en el gimnasio para mantenerlas en forma, en buen estado físico.
El arte en sus manos
Usted tiene el arte en sus manos, es arquitecta, diseña, cose carteras…
Siempre me ha gustado el arte, crear. Ahí también entra lo de la costura. En el último año del colegio quería estudiar diseño de moda y me encantaba coser. Como no tenía máquina, cosía a mano, arreglaba mi ropa y la rediseñaba. Mi abuelita (Ruth) me regaló su máquina. Lo vi como un pasatiempo. Ahora hago carteras. Todavía no me animo a lanzar un emprendimiento. No he podido todavía ejercer mi carrera de arquitectura, pero la he aplicado en arreglos de mi casa, de la familia. Conozco de diseño de interiores.
Las mujeres somos expertas para llevar en las maletas lo que necesitamos y lo que no. ¿Qué llevará cuando viaje?
Además del apoyo de los ecuatorianos, que es lo que me da fuerza, llevaré aproximadamente 30 atuendos, dos para cada día. Son alrededor de 15 días de concentración, tal vez sean cuatro maletas. La ropa la proporcionarán diseñadores ecuatorianos, sin olvidar el traje típico de Carlos Aguilar.
¿Qué no se le puede quedar por nada de este mundo?
Los tacos, así como los trajes para las entrevistas con el jurado y para la gala final.
A pesar de su estatura, ¿quiere verse más alta usando tacos?
No son tan altos, de 10 o 12 centímetros. Pero para estos certámenes son un requisito importante. Antes no me gustaban, ya les cogí el gusto (risas). Nunca me imaginé usarlos.
Le encantan los mariscos y coser
Sus allegados cuentan que los mariscos son sus preferidos cuando se sienta a comer en la mesa.
(Risas) Desde niña viajamos a Salinas para cualquier feriado. Me encanta comer mariscos. Mi platillo favorito son los camarones apanados con puré y arroz. También me gusta el arroz marinero, la concha, el calamar. No soy experta en cocina, pero me defiendo. Tampoco soy una inútil. Puedo preparar un ceviche.
Es su segunda participación en un reinado. ¿Se vendrán más?
No cierro puertas. Ahora deseo vivir esta experiencia internacional para saber si continuaré o no. Si surge una oportunidad, no le diría que no.
La televisión es un atractivo para las reinas de belleza.
No es mi caso. No me veo en televisión, actuando o animando. Tampoco tengo buena voz para el canto; mi papi sí la tiene. Quisiera aprender a tocar el piano.
No permite que malos comentarios la afecten
Fue víctima del odio que se lanza en las redes sociales sin importar que se hieran susceptibilidades. ¿Cómo lo superó?
Aquello es duro. Lo mejor es no hacer caso y no leer esos comentarios, aunque a veces es inevitable. Lo que más me ha servido es rodearme de personas que me quieren, me apoyan y me recuerdan quién soy. La gente que habla es gente que no nos conoce. Es mejor evitar esos comentarios por salud mental. Además, aprendí que no se puede complacer a todo el mundo y que no todos conocen tu historia. Yo tuve una infancia y una vida bonita.

Guapa, joven, reina de belleza... Muchos galanes intentarán conquistar su corazón.
Aunque no lo crean, estoy sola, enfocada en mi carrera y en mis actividades como soberana. Quiero hacer una maestría en el exterior. Una relación a distancia no creo que funcionaría.
¿La maternidad está en sus planes?
Por supuesto, es un sueño. Espero a mi príncipe, pero por ahora no.
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