
Entre el fuego y la memoria: el cine centroamericano llega a Quito
La muestra reúne ocho películas de seis países que exploran el cuerpo, la resistencia y los vestigios del pasado
La pantalla de Sala Sur se prepara para recibir, del 15 al 18 de octubre, la segunda y última curaduría del año de FLACSO Cultura. Bajo el título Ni Norte Ni Sur: Miradas desde el istmo centroamericano, esta muestra reunirá voces cinematográficas de seis países que componen una geografía diversa, frágil y vital.
El nombre del ciclo, tomado de un verso del poeta salvadoreño Miguel Huezo-Mixco, propone un punto de vista que rehúye la clasificación geográfica o cultural. La idea es pensar Centroamérica “en sus propios términos”, como un territorio que resiste las fronteras impuestas, que se define por sus historias compartidas, sus heridas y su imaginación.
Durante cuatro días, el público podrá asistir a dos funciones diarias en la Sala Sur de FLACSO. La programación reúne seis largometrajes y dos cortometrajes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Las películas, en su mayoría dirigidas por mujeres, abordan temas como la memoria, las lenguas originarias, la biodiversidad, las migraciones y las formas de afecto y resistencia que sostienen a las comunidades.
Esta propuesta curatorial, a cargo de Hawi Castañeda (Costa Rica) y Álvaro Cantillano Roiz (Nicaragua), nace de una experiencia migrante y afectiva. Ambos curadores, radicados en Ecuador, buscan tender un puente entre sus países de origen y los públicos del sur andino, haciendo del cine un espacio de reconocimiento y encuentro regional.
Un filme inaugural premiado
El ciclo se inaugura con la película Memorias de un cuerpo que arde (2024), de la cineasta costarricense Antonella Sudasassi Furniss, una de las voces más relevantes del cine contemporáneo de su país. La cinta, reconocida con el Premio del Público en la sección Panorama de la Berlinale, ha sido elegida como la representante de Costa Rica en los Premios Óscar y Goya 2025.
En este filme, Sudasassi recoge los testimonios de tres mujeres —Ana, Patricia y Mayela— que, desde la madurez, reconstruyen sus experiencias con la sexualidad, el deseo y los silencios impuestos por una sociedad conservadora. Memorias de un cuerpo que arde es, al mismo tiempo, un retrato coral y una reflexión sobre el cuerpo como archivo de lo vivido, un territorio donde persisten las marcas de la historia y la búsqueda de libertad.
A lo largo del ciclo también se proyectarán películas de Anaïs Taracena (Guatemala), Marlén Viñayo (El Salvador), Katia Lara (Honduras), Laura Baumeister (Nicaragua), Camilo Castro Belli y Brad Allgood (Nicaragua y Estados Unidos), Duiren Wagua (Panamá) y Ana Endara Mislov (Panamá). En conjunto, estas obras conforman un mapa sensible del istmo centroamericano, atravesado por la memoria, el autoritarismo y la creación colectiva.
Las funciones tienen un costo de cuatro dólares para el público general y dos dólares con tarifa preferencial. Con esta muestra, Sala Sur cierra su programación anual reafirmando su vocación de diálogo continental. La programación completa se puede consultar en las redes del espacio cultural.
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